Día mundial sin tabaco: aplicaciones y técnicas para dejar de fumar
El 20 por ciento de los fumadores argentinos aumentaron su consumo de cigarrillo en la pandemia; en esta nota, algunas apps para ayudar a dejar de fumar, principal causa de muerte prevenible en el país
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Si bien se sabe que el tabaquismo es un factor de riesgo frente al COVID-19, dejar este hábito no es tarea sencilla. En tal sentido, una encuesta realizada a 1745 adultos de 18 a 90 años por la Asociación Argentina de Tabacología (AsAT), señala que el 20% de los fumadores fuma más desde el inicio de la pandemia. Además, el 71% de los sondeados quieren dejar de fumar, pero el 59% afirma que le resulta imposible hacerlo en las circunstancias actuales.
El tabaquismo es la primera causa de muerte prevenible en nuestro país. Por este motivo, el Día mundial sin tabaco, que se celebra cada año el 31 de mayo, se presenta la oportunidad de recordar que se trata, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) de una epidemia prevenible a la que se enfrenta la comunidad sanitaria, y para presentar recursos digitales que permiten abandonar este hábito nocivo para la salud.
Cesación tabáquica a distancia
Marta Rombo, una jubilada de 67 años que vive en Posadas, Misiones, fumó unos 25 cigarrillos diarios de forma ininterrumpida durante 38 años. “Nunca me gustó fumar y detestaba el olor a cigarrillo, pero fumaba para mantener mi peso y estar calmada. Con el paso de los años mis amigos y familiares fueron dejando el hábito de fumar y me pedían que yo hiciera lo mismo, algo que hice justo antes de jubilarme”, recuerda en diálogo con LA NACION.
Rombo logró el objetivo a través de un tratamiento realizado en el Centro de Telecesación Tabáquica (CETTAB). “Lo comencé el 28 de febrero de 2020 con una consulta presencial, y lo continuamos de forma virtual a través de videollamadas semanales porque comenzó la pandemia”, recuerda. Y agrega: “Dejé el cigarrillo varios meses hasta que reincidí en agosto. Pero de todos modos, no me di por vencida y el 28 de septiembre realicé un segundo tratamiento de telecesación en el mismo centro y ahí sí, deje el cigarrillo para siempre”.
Respecto a la experiencia, recuerda: “Dejar el hábito de fumar me resultó muy difícil. Yo vivo sola y fumaba mientras cocinaba, miraba televisión y hacía jardinería, pero con el seguimiento tan periódico de los profesionales uno asume un compromiso tan grande que eso hace que sea difícil encender un cigarrillo”. La misionera recomienda a los fumadores que pidan ayuda y que tengan paciencia: “Esta adicción es costosa para el bolsillo y es nociva para la salud”, concluye.
Con el inicio del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) dispuesto en marzo del año pasado varias organizaciones que ofrecían tratamientos presenciales para dejar de fumar lanzaron sus propuestas remotas. El CETTAB es una de ellas y está conformada por especialistas que atienden a distancia a los pacientes mediante una plataforma diseñada para este fin.
Su director médico, Guillermo Espinosa, explica: “Cuando comenzó la pandemia notamos la necesidad de contar con una plataforma específica. Si bien hasta el momento usábamos varias herramientas digitales como Skype y correo electrónico, se nos ocurrió desarrollar una herramienta que cuenta con la Historia Clínica Electrónica (HCE) del paciente para poder cargar su evolución en tiempo real, ya que con el uso de herramientas digitales fragmentadas, el trabajo era más complicado. Hoy, en la misma plataforma, mientras hablo con el paciente tomo notas, realizo la receta electrónica y se la envío de inmediato”, detalla el profesional.
Otra opción es el tratamiento a cargo de la Dra. Liliana Aslanian, que es médica clínica y cardióloga. “Los pacientes usan herramientas de videollamada como Zoom, Google Meet o Webex. También se arman grupos de WhatsApp y se realizan llamadas telefónicas o videollamadas para entrevistas personales. Además, se utiliza una aplicación móvil motivadora al dejar de fumar llamada Quit Now”, explica.
En ambas organizaciones los tratamientos duran entre dos y tres meses, y las propuestas combinan entrevistas semanales, diagnóstico del paciente, la indicación de fármacos, el uso de técnicas cognitivas conductuales. Para acceder, solo hay que contar con un dispositivo con conexión a Internet. Respecto a los costos, la Aslanian explica que su propuesta ronda los 10 mil pesos finales entre honorarios y medicamentos, mientras que en CETTAB el valor es de 10 mil pesos por los honorarios e incluye unas 7 u 8 consultas. “Este valor es equivalente a lo que gasta un fumador de un atado diario durante dos meses”, compara Espinosa.
“Nuestras estadísticas indican que este teletratamiento es muy efectivo y la adhesión es mayor comparado con la modalidad virtual que usábamos en la pre-pandemia. Los porcentajes de pacientes que dejan de fumar durante el tratamiento va entre el 50 y el 70%, lo cual es alto teniendo en cuenta que estamos hablando de adicciones”, comenta Espinosa. Aslanian nombra una cifra similar y agrega que, del total de los que dejan de fumar, entre el 50 y el 60% recaen a los 6 meses de finalizado el tratamiento”.
Aplicaciones móviles
Las aplicaciones móviles pueden ser, para muchas personas, una herramienta útil para ayudarles a dejar de fumar. En tal sentido, este tipo de recursos brinda consejos útiles y distracciones para superar las ganas de fumar. Además, incorporan sistemas de seguimiento para que el usuario registre su progreso, e incluso están las que cuentan con una calculadora de cigarrillos no fumados para ayudar a comprender el impacto que el fumar tiene en su salud.
Si bien en las tiendas de aplicaciones es posible encontrar varias app creadas para lograr la cesación tabáquica, no todas son iguales. Por caso, una investigación internacional determinó recientemente que la aplicación iCanQuit, que está disponible en inglés para dispositivos Android y para iOS es 150% más eficaz que la aplicación QuitGuide (gratis), creada por del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
iCanQuit es un programa para dejar de fumar creado por investigadores del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutch, en el país mencionado, que ofrece consejos sobre cómo mantenerse motivado para dejar de fumar, cómo sobrellevar la abstinencia y cómo prevenir las recaídas.
Los que prefieran una aplicación en español pueden instalar sin cargo Dejar de fumar, que lleva la cuenta de la cantidad de días que el usuario lleva sin fumar y cuánto dinero va ahorrando desde que apagó el último cigarrillo. Además, presenta frases inspiradoras.
La ayuda de Florencia
Otra opción, presentada en febrero último por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), es la versión en español de Florencia. Se trata de una herramienta de asistencia virtual desarrollada por la OMS. A través de inteligencia artificial, esta trabajadora de salud virtual, orienta a los usuarios mediante conversaciones por video o mensaje de texto acerca de las técnicas y herramientas más eficaces para cesar en el uso de tabaco, otorgándoles información para elaborar un plan.
Los profesionales recuerdan a los fumadores que el fumar no sólo aumenta los riesgos de una mala evolución si se contrae Covid, sino que puede causar cáncer de pulmón y otros órganos como la vejiga, el riñón, el páncreas, la laringe y de otros órganos. Además, disminuye seriamente la calidad de vida y expone a otros al daño por humo del tabaco.