Del egoísmo de las startups al emprendedorismo consciente
Cuando el mundo habla del impacto de los emprendimientos tecnológicos, en Israel (que suele reconocerse como startup nation) se ya se habla de revolucionar el mundo de los negocios a partir de la noción de emprendedorismo consciente. Hace unos días tuve una experiencia inmersiva en este lugar pionero, donde están revisando prácticas y acercando nuevas estrategias para pensar qué y cómo se genera una cadena de valor que enseña otras dinámicas y formas de estar en el mercado y en el mundo. Parece que el sueño del emprendedor tecnológico que vende su startup a miles de dólares a una gran marca ya queda chico.
Pensar más allá del lucro y de un éxito solitario; pensar en las personas y en los ecosistemas; en el valor agregado, común y sustentable. Y además, que si se genera un bien, no sea necesario decirlo, sino que se vea a través de la transformación de la vida de las personas.
Casi como un nuevo traductor de sentido, todas las categorías y denominaciones del mundo emprendedor cobran otro significado cuando pasan por este nuevo enfoque. Así es que tenemos fondos de inversión de riesgo como Pitango, que solo invierte en emprendimientos que van más allá del status quo y tienen una visión que cambia el mundo. ¿Cómo detectarlos rápidamente? Dos conceptos funcionan de filtro: diversidad e inclusión, Ya que son las claves para construir una comunidad sólida, un ethos global. Para este capital de riesgo en el mundo cada vez más compartimos los mismos problemas, y tenemos que empezar a pensar que denominaciones como las de consumidores son limitantes, porque somos sobre todo ciudadanos glocales, por eso no solo se invierte en emprendimientos, sino en el valor que se puede generar en el ecosistema y las relaciones en donde todos pueden verse beneficiados.
Los emprendimientos son considerados como escuelas donde se enseña a rediseñar los vínculos entre los factores económicos, sociales y culturales de manera articulada. 2B Hub es otro fondo de impacto que considera que las empresas deben no solo pensar en la ganancia, sino que se deben preocupar por los intereses de todas las partes involucradas (empresarios, consumidores, trabajadores, proveedores, inversores y la comunidad), para generar un impacto y un cambio social sostenible.
¿Cómo son estos emprendimientos conscientes en los que se invierte? Algunos de los casos son:
- VR Health: se centra en desarrollos de realidad virtual para tratamientos medicinales que permite trabajar con análisis de datos en tiempo real y sin la necesidad de ir a un hospital.
- Tikkun Olam Makers: es una comunidad global que conecta personas con discapacidad con makers para desarrollar soluciones que puedan luego ser adaptadas de manera libre y gratis en cualquier lugar del mundo.
- Tech for good: incubadora para acelerar emprendimientos que trabajan contribuyendo a los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU, genera alianzas intersectoriales y detecta oportunidades para poder escalar en forma global.
- MEET: programa de formación en IT para jóvenes israelíes y palestinos que trabajan juntos para resolver problemas a través de la programación.
- Angel Sense: GPS para acompañar a jóvenes con autismo.
A pesar de que en muchos casos predomina el componente tecnológico, no es condición obligatoria para este tipo de emprendimientos: Anna es uno de los restaurants más prestigiosos por su menú, pero también por la formación y empleo de jóvenes con riesgo social. Una de sus impulsoras recuerda que al concebir la idea de Anna: "No pudimos evitar pensar: ¿Cómo podemos llevar el concepto de restaurante a otro nivel?" Así se les ocurrió un restaurante que tenga agenda e impacto social, que transforme la vida de quienes están detrás de la cocina. Suelen no mencionar la propuesta de valor porque quieren "ser reconocidos por la calidad de la cocina, el menú, la experiencia en sí, y no por el aporte que puede hacer un comensal cada vez que viene porque creemos que esto siempre debe haber sido de esta manera, estamos todos conectados y tomamos siempre decisiones que afectan a niveles que no nos imaginamos".
"Emprender es un estado mental activo que busca influir en las personas a través de un cambio positivo en sus vidas", menciona el director de 2B Hub, y destaca que alguna vez nos olvidamos de esta definición crucial. "Parece que cuando se emprende se es egoísta y solo se busca un beneficio propio; por el contrario cuando uno crea un emprendimiento, siempre debe poder darle créditos a otros, porque trabajan para ellos", concluye. La integridad, transparencia, empoderamiento de todos los actores implicados, son tan solo algunos de los componentes que hace de este enfoque de emprendedorismo consciente una nueva lectura para pensar en las implicancias del mundo de los negocios en los aspectos sociales y ambientales, en el sentido de engranaje y articulación entre todos estos niveles. El logro ahora ya no es contar a cuántos millones se vendió un emprendimiento, sino a quiénes beneficia y de qué manera lo hace.