Del cielo a la tierra, ¿qué vemos con nuestras pantallas?
¿Cuántas veces "miramos" nuestras pantallas? ¿Qué miramos? Una perfecta danza de píxeles nos devuelve imágenes dinámicas todo el tiempo, pero nunca cuestionamos quiénes fueron sus diseñadores o programadores, cómo se les ocurrió la idea para realizarla, ni mucho menos si alguna vez aprendimos a ver esas imágenes.
Tampoco distinguimos la diferencia entre mirar y ver: la primera acción la hacemos con nuestro cuerpo mientras que la segunda se refiere a algo que pasa por la mente. Howard Gardner, reconocido psicólogo por su teoría de las inteligencias múltiples, le dedica un lugar a la inteligencia visual y espacial, como aquella que requiere de la interpretación de imágenes y facilita el pensamiento en tres dimensiones.
Si estas son habilidades adquiridas que cobran un lugar vital en nuestros días, ¿cómo y dónde podemos aprenderlas mejor? Por ejemplo, cuando en la escuela copiábamos mapas geográficos y políticos, trabajábamos con imágenes aprendiendo códigos para representar y entender escalas. Lo mismo sucede cuando comparamos fotografías de biomas: interpretamos colores y traducimos el impacto de variables, como la contaminación. ¿Cómo cambia este escenario con la tecnología? ¿Qué podemos hacer diferente? ¿Es posible pensar esto en nuestro país?
El 1 de febrero de 2018 se lanzaron dos satélites cuyos nombres ponen en escena a mujeres pioneras para visibilizarlas e inspirar: Ada (por Ada Lovelace) y Maryam (por Maryam Mirzakhani). El CEO de Satellogic -la empresa argentina a cargo del desarrollo y el lanzamiento-, Emiliano Kargieman, mencionó en la apertura del evento: “Queremos entender lo que pasa en el mundo: un análisis en tiempo real. Y para eso vamos a construir la mayor plataforma de análisis de información geográfica de la Tierra con acceso democrático. ¿Cómo afecta esto a lo que hacemos todos los días y a lo que aprendemos? Imaginemos que todo el conocimiento sobre biomas, ecología, agricultura, servicios comunicacionales y comerciales puede estar actualizado cada 93 minutos, que es el tiempo que tardan en dar una vuelta completa a la Tierra”.
Marcela Behmer Pelz trabaja hace varios años en proyectos que articulan la enseñanza con este tipo de tecnología. Desarrolla misiones de ingeniería satelital en escuelas técnicas secundarias (Misión SAE) en donde aprovechan la tecnología satelital para la enseñanza de las ciencias sociales (el programa 2Mp) en el país acercando propuestas educativas con este tipo de tecnologías. “Las imágenes satelitales y otros materiales de origen satelital, nos permiten representar el conocimiento de un modo distinto al cual estamos acostumbrados en el ámbito de la educación. Lo mejor es que se pueden complementar perfectamente con otras fuentes, como libros de texto y artículos periodísticos, entre otros”, destaca Marcela.
Cada vez que vemos este tipo de imágenes ponemos en acción la interpretación, una compleja actividad que se vincula con la capacidad de explicar por qué ocupa un lugar esa información, es decir, en mayor o menor tiempo buscamos justificar y encontrar sentido a lo que vemos. Jerome Bruner, otro referente del mundo de la educación, explica que existe en este ejercicio la puesta en marcha de una motivación intrínseca, un acto de curiosidad que nos hace querer entender qué hay más allá. Entonces no es simplemente mirar una pantalla, sino observar e ir más allá. Aquí hay una propuesta diferente que se vincula con el arte, con la capacidad creativa y que se refleja en la muestra del argentino Santiago Espeche.
Mokpo, South Korea. RGB reconstruction from the hypespectral camera in Milanesat.#milanesat#picofthedaypic.twitter.com/fCdZ4rJp1p&— Satellogic (@Satellogic) 8 de enero de 2018
La historia de la humanidad estuvo signada por la conquista del espacio (en sentido amplio: el terrestre, el aéreo y más allá), y este es un gran contenido y motor para incluir en nuestras clases, pero, ¿y si empezamos a conquistar nuestro planeta? Hace pocos meses en la jungla de Guatemala se aprovechó un dispositivo LIDAR (Light Detection and Ranging o Laser Imaging Detection and Ranging), una tecnología que utiliza láser para devolver una foto que da cuenta de eso que no podemos mirar a simple vista: estructuras y superficies ocultas. Así es que se descubrieron nuevas ruinas mayas, pero el desafío para los científicos ahora es mirar, observar e interpretar esas imágenes. La misma historia que estudiamos sobre los mayas, podría ser reescrita con estos aportes.
Cada vez más nos fascinamos con tecnologías que nos traen experiencias inmersivas como el Oculus Rift, donde el sentido de la vista es primordial. Entender, aprender y desarrollarlo con un propósito es prepararnos como ciudadanos que ven y leen el mundo en tiempo real, descubren civilizaciones con menos proezas que Indiana Jones, toman decisiones con datos (smart data) y crean nuevas lecturas con cuadros digitales. La Argentina tiene mucho para enseñarle al mundo con estas formas de ver, hacer y enseñar con tecnología.