De socias a rivales: el complicado divorcio de Apple y Samsung
Apple se está percatando de que es difícil romper con Samsung .
Como prueba, basta con fijarse en los esfuerzos de Apple para encontrar una empresa que no sea su archirrival Samsung Electronics para fabricar los sofisticados chips que usan sus iPads y iPhones. Este mes, tras años de retrasos por cuestiones técnicas, Apple finalmente firmó un acuerdo con Taiwan Semiconductor Manufacturing ( TSMC ) para producir a partir de 2014 algunos de los chips, según un ejecutivo de TSMC. El proceso estuvo plagado de fallas que impedían que los chips cumplieran con los estándares de velocidad y energía de Apple, indicaron representantes de TSMC.
A pesar del acuerdo, Samsung seguirá siendo el año que viene el principal proveedor , afirmó uno de estos ejecutivos.
Apple es uno de los mayores clientes de procesadores y chips de memoria de Samsung. Pero las dos firmas compiten directamente en el mercado de los teléfonos y han pasado la mayor parte de los últimos dos años presentando demandas la una contra la otra por las características de sus aparatos, como el diseño, el estilo y las funciones. Ambas empresas se negaron a hacer comentarios.
Hace una década eran socias idóneas, cuando en realidad no competían. Pero Samsung comenzó a lanzar smartphones que hoy en día eclipsan al iPhone en unidades vendidas. En el último año, los ejecutivos de Apple han expresado preocupaciones de que su dependencia de Samsung limite la habilidad de Apple de controlar su destino al restringir su poder de negociación y su capacidad para usar tecnologías distintas, aseguran personas al tanto.
El dilema de Apple: Samsung es el mayor fabricante del mundo de algunos de los componentes más sofisticados que necesita, como procesadores, chips de memoria y pantallas de alta resolución
Apple, con sede en Cupertino, California, ha recortado algunas compras. Ya no adquiere pantallas para iPhones de Samsung y ha reducido las de pantallas para iPads, indican los proveedores. Apple ha estado adquiriendo más chips de memoria flash —un componente esencial para almacenar información— de otros fabricantes, dicen ex ejecutivos de Apple y ejecutivos de otro proveedor.
Sin embargo, Apple aún depende de Samsung. Todos los microprocesadores que controlan los iPods, iPhones y iPads son hechos por su rival. Y algunos iPads nuevos siguen utilizando pantallas del fabricante surcoreano, según analistas.
El dilema de Apple: Samsung es el mayor fabricante del mundo de algunos de los componentes más sofisticados que necesita, como procesadores, chips de memoria y pantallas de alta resolución. Apple también ha invertido más de media década y mucho dinero en su colaboración con Samsung para desarrollar los chips a su medida. Tratar de reproducir esta relación con otra empresa sería abrumador, apuntan ex ejecutivos del gigante de Silicon Valley.
Las opciones para Apple "no son buenas, lo que explica por qué sigue comprando de Samsung", señala Michael Marks, profesor de la Universidad de Stanford y presidente de la junta de SanDisk Corp., que vende chips de memoria a Apple. Además, la maduración del sector tecnológico ha reducido la cantidad de empresas grandes con las que se puede aliar. "Eso ha forzado la aparición de estas extrañas parejas".
El acuerdo de Apple para empezar a comprar chips de TSMC es un hito. Hace mucho tiempo que Apple quería desarrollar sus propios microprocesadores y con ese objetivo compró dos empresas en 2008 para empezar a diseñarlos por su cuenta. Pero siguió recurriendo a Samsung para fabricarlos.
En 2010, Apple y TSMC comenzaron a hablar sobre una colaboración para desarrollar los chips, señalan ejecutivos de TSMC.
Apple pidió invertir en TSMC, o conseguir que el fabricante reservara una zona en la planta exclusivamente para sus chips, indican los ejecutivos. Pero el presidente de la junta de TSMC, Morris Chang, rechazó ambas solicitudes porque quería mantener su independencia y flexibilidad de manufactura, dicen los ejecutivos.
TSMC planea empezar a producir en masa los chips de Apple a principios del próximo año utilizando tecnología avanzada de "20 nanometros", que hace que los chips sean más pequeños y eficientes en el uso de energía.
Samsung tiene motivos para mantener viva la relación de Apple, ya que sigue siendo su mayor cliente de componentes; una retirada completa de Apple afectaría sus ganancias, indican los analistas.
Se estima que los pedidos de Apple de componentes de Samsung hayan alcanzado US$10.000 millones el año pasado, apunta Mark Newman, un analista de Sanford Bernstein en Hong Kong. Eso representa una parte considerable de los US$59.130 millones en ventas que registró Samsung con su negocio de componentes, que incluye chips y pantallas. El procesador de Apple, cuyo único proveedor es Samsung, constituyó US$5.000 millones de las compras en 2012, calcula.
La relación entre las empresas se remonta al nacimiento del reproductor de música iPod a principios de los 2000. En sus primeros años, los iPods utilizaban pequeños discos duros para almacenar canciones. Pero Apple quería usar chips de memoria flash, que son más confiables y consumen menos batería.
Hace mucho tiempo que Apple quería desarrollar sus propios microprocesadores y con ese objetivo compró dos empresas en 2008 para empezar a diseñarlos por su cuenta. Pero siguió recurriendo a Samsung para fabricarlos
El problema era que la memoria flash costaba más, y los precios variaban mucho. Conforme la demanda del iPod se disparó, los ejecutivos de Apple firmaron un acuerdo para congelar los suministros, según personas al tanto. El primer iPod Nano con memoria flash llegó a las tiendas a finales de 2005.
Al mismo tiempo, Apple buscaba un nuevo procesador para el iPod. A Apple le preocupaba que su socio de entonces, PortalPlayer, no estuviera escuchando algunos de sus términos, aseguran los ex ejecutivos. Nvidia, que compró PortalPlayer, no hizo comentarios para este artículo.
Samsung se quedó con parte del negocio. Cuando el iPhone llegó al mercado, en 2007, sus procesadores también estaban fabricados por la empresa surcoreana.
Los ejecutivos de Apple no estaban ciegos ante las ambiciones de Samsung por competir contra ella, dicen las fuentes. Samsung le dijo a Apple que estructuró su empresa para mantener ambos lados de su negocio separados y prometió impedir que sus empleados intercambiaran información, indican los ex ejecutivos y otras fuentes al tanto.
En 2008, Apple se dispuso a reducir sus compras de memorias flash de Samsung, indicaron fuentes. Hace más de cinco años, Samsung proveía la mayoría de la memoria flash NAND de Apple y una porción grande de otro tipo de chip, el "DRAM" para dispositivos móviles. Ahora, cada una de estas porciones ha caído a menos de 10%, estima Newman.
La relación con Samsung se remonta al nacimiento del reproductor de música iPod a principios de los 2000, con el objetivo de Apple de empezar a utilizar memorias flash para reemplazar a los discos rígidos
Apple también rompió con Samsung en las pantallas. La pantalla es "la cara" del teléfono, dice el analista de DisplaySearch, Hiroshi Hayase. "Si compra pantallas de su competidor, está compartiendo información clave sobre su próximo producto".
Apple dejó de usar pantallas de Samsung para smartphones en el iPhone 4, lanzado en 2010. La empresa ayudó a otros dos proveedores de pantallas, Sharp Corp. y Toshiba Corp., a expandir sus fábricas, según personas al tanto.
Un representante de Japan Display, formado a partir de los negocios de pantallas para aparatos móviles de Toshiba, Sony e Hitachi, no quiso ofrecer comentarios.
Sin embargo, otros intentos de abandonar a Samsung han fracasado. En 2011, Apple le pidió a Sharp que fabricara las pantallas para el nuevo iPad, indicó una fuente. Pero en 2012, el iPad de tercera generación vino principalmente con pantallas Samsung. Sharp no logró producirlas para la fecha programada, indicó otra persona al tanto.
En marzo, Samsung acordó comprar una participación de 3% en Sharp y más pantallas LCD del fabricante. El acuerdo convierte a Samsung en el quinto mayor accionista de Sharp y en su principal cliente, lo que podría impedir a Apple obtener mayor poder de negociación con el fabricante japonés.
—Yun-Hee Kim contribuyó a este artículo