De la dieta a la nutrición digital: no sólo controlar cuánto tiempo estamos frente a una pantalla, sino pensar cómo aprovechamos la conexión
Al primer impulso por reducir el tiempo que estamos frente a las pantallas, sigue otra idea: hacer valer el tiempo invertido para que sea positivo
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Con la llegada de la pandemia, pocos espacios de la vida escapan ya a la conexión digital. Pero una vida hiperconectada (para quienes pueden lograrlo) implica también estar atentos a nuevos peligros: la salud, entendida en términos integrales, debe tener cada vez más en cuenta el comportamiento digital.
La gestión de la “salud digital” -que históricamente se centró en la desintoxicación y la limitación del tiempo frente a la pantalla- ahora está evolucionando con “dosis prescriptivas” de contenido para la nutrición mental y emocional. Es decir, de la sugerencia de la abstinencia de cierto contenido a impulsar el consumo de contenidos que sí se necesitan para procurar un mejor estado de ánimo, o productividad, calma o bienestar.
Aprovechar lo digital
¿Qué idea subyace al concepto de “nutrición digital”? Que el contenido que consumimos online puede alimentarnos o agotarnos de la misma manera que los alimentos que ingerimos, y que es necesario incluir contenidos que nos sean menos tóxicos. Buscar no sólo el equilibrio, sino lo que nos haga mejorar.
De hecho, durante los primeros meses de la pandemia, las recomendaciones de instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) -entre otros especialistas, psicólogos y expertos- fueron de disminuir el consumo de contenido que pudiera generar ansiedad o angustia. La sugerencia fue focalizarse en contenido de fuentes chequeadas y solo en pequeñas dosis.
Antídotos para la pandemia
Pero también se buscó contenido online para encontrar sensaciones de bienestar. Aumentó el número de visualizaciones de videos ASMR -siglas de Autonomous Sensory Meridian Response (respuesta sensorial meridiana autónoma) un fenómeno biológico relacionado con la percepción de ciertas sensaciones asociadas con el bienestar y el placer como respuesta a estímulos auditivos, visuales y táctiles. Lo mismo ocurrió con las apps de meditación como Calm, descargada globalmente unas 4 millones de veces durante 2020; números similares registraron opciones como Meditopia. Facebook e Instagram montaron sitios online donde obtener apoyo, herramientas, consejos y contención frente a los desafíos emocionales de la pandemia.
En su informe de tendencias de consumo de los primeros meses de la cuarentena, Spotify dio a conocer que las listas de reproducción con temas para pintar alcanzaron un incremento del 90%; que las escuchas subieron un 430% en listas de música para jardinería y un 120% en listas de música para cocinar. Asimismo observaron un aumento de más del 1000% del consumo de listas de música relacionada con temas de educación en el hogar y un incremento del 1400% en listas relativas al teletrabajo. La compañía explicó que las escuchas de la lista de reproducción Cleaning kit (para limpiar) habían aumentado un 30%, y que los usuarios habían creado 40% más de listas de reproducción para ese fin. Por último, los podcasts relacionados con artes y oficios también habían tenido un crecimiento notable.
En este sentido, una de las 10 tendencias para 2021 que define Wunderman Thompson en su informe anual, The Future 100 es calmtainment, intersección entre “calma” y “entretenimiento”. Las plataformas de entretenimiento –especialmente la TV bajo demanda, según describe el estudio- buscan crear alrededor del espectador una atmósfera de calma, estimulando la atención plena en meses de incertidumbre total. Una caso paradigmático es el de la Guía Headspace para la meditación de Netflix, una serie que ayuda con técnicas para aprender meditación y sobrellevar las emociones.
Andy Puddicombe -creador de la aplicación de meditación Headspace, que ya contabiliza 60 millones de descargas- explica que la búsqueda actual tiene que ver con la paz. “En el pasado, cuando querías aprender a meditar, tenías que buscar un centro de meditación. Meditar a través de tu teléfono inteligente se ha convertido en una nueva forma de ver las cosas”, señaló a la publicación L’Echo.
Sintonizar el estado de ánimo
La TV bajo demanda permite que el espectador sea el propio programador de contenido: en ese sentido, el rol de las emociones y el estado de ánimo son protagonistas de las elecciones. ¿Por qué The Office o Grey’s Anatomy estuvieron entre los shows mas vistos de 2020? Probablemente por que la llamada Confort TV resultó un antídoto contra la monotonía de las cuarentenas. Las fórmulas ya conocidas funcionaron perfectas, y la nostalgia también juega a favor cuando el contexto es de incertidumbre total. Contenidos con protagonistas inspiradores, y documentales o docuseries, también estuvieron entre los grandes triunfadores de la pandemia, subrayando la necesidad de evasión o de búsqueda de historias que pudieran ayudar a abstraerse del contexto.
De esta manera, existen compañías como AeBeZe Labs, que tiene como objetivo el impulso del consumo digital saludable. Creó un set de herramientas, que incluyen una tabla de elementos nutricionales digitales, etiquetas nutricionales digitales y planes nutricionales digitales personalizados, para guiar a las personas en el diseño de dietas digitales equilibradas y nutritivas. La idea de una salud conductual a la hora de consumir medios y contenidos se afianza. “Los peligros potenciales del consumo indiscriminado de contenido no se relacionan simplemente con el volumen o la frecuencia de exposición. Es la naturaleza de los materiales en sí lo que más importa”, escribió Michael Moskowitz, fundador y director ejecutivo de la compañía, en Fast Company.
La firma creó la plataforma Moodrise 1000 que identifica películas, programas y videos que alimentan la mente y estimulan emociones específicas. El catálogo está organizado por estado de ánimo (calma, conexión, energía, concentración, felicidad y motivación) y abarca plataformas populares para ayudar a los espectadores a identificar los medios que los ayudarán a sentirse mejor.
Otro protagonista triunfal por estas épocas son los contenidos relacionados con viajes y turismo, películas y diarios de viaje como Searching for Italy, Men in Kilts: A Roadtrip with Sam and Graham (sobre Escocia) y Nomadland (sobre los espacios abiertos y paisajes de Estados Unidos) que ofrecen a los espectadores un escape visual, así como inspiración para saber dónde ir una vez que sea seguro volver a viajar.
Todo esto hace sentido con el hecho que viajar es uno de los deseos más fuertes de las personas en plena pandemia. Una encuesta de Singerman y Makon señala que los viajes encabezan los deseos de consumo de los argentinos en la etapa pospandemia, seguidos por cultura y entretenimiento; más del 50% de los encuestados indicó que la cuarentena impulsó aún más esas ganas. De la misma manera otro estudio, realizado por Despegar, estima que casi el 70% de los consumidores tiene pensado visitar un destino natural para eliminar el estrés que ha provocado la pandemia, para poder sentarse en una montaña, con un termo y un mate, para observar el paisaje. Mientras tanto, queda internet para soñar un poco.