Cuatro casos de robots que pasan desapercibidos, pero que están mejorando nuestras vidas
Hoy las máquinas están bóvedas automatizadas, en los depósitos de farmacias, son repartidores de comidas y hasta encargados de limpieza en parques solares
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Hace años que los robots se utilizan en tareas tediosas y hasta peligrosas para los seres humanos. Lo interesante es ver cómo se siguen integrando a más tardeas fuera de lo industrial sin que lo notemos a simple vista.
Es que los robots no se usan sólo en grandes corporaciones; muchos de ellos ya se están utilizando en pequeños emprendimientos o comercios. Pro ejemplo, en las bóvedas automatizadas que acaba de presentar la compañía argentina INGOT, que son desarrolladas y fabricadas en Alemania por la firma Gunnebo. Este sistema ya cuenta con más de 1800 robots instalados por el mundo, y brinda, además de seguridad, la posibilidad de usarlo las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Las bóvedas automatizadas se fijan a la estructura de la sucursal, tienen sensores sísmicos integrados y están preparadas para ataques con oxicorte, punta de diamante y explosivos. Por otro lado, tienen un grado de certificación de resistencia antirrobo e incendio superior a las bóvedas tradicionales de hormigón reforzados, con las que cuentan las entidades bancarias.
Medicamentos en pocos segundos
Más de 50 farmacias de nuestro país ya utilizan robots para administrar inventarios de medicamentos y ubicarlos dentro del depósito. Gracias a estas máquinas se reducen los márgenes de error, los tiempos de búsqueda y permite que los farmacéuticos puedan dedicarse a atender a sus clientes. Estos robots son diseñados especialmente para administrar inventarios, almacenar los productos y puede, también, ordenarlos según la demanda comercial. Además, controlan permanentemente el stock y advierten sobre el vencimiento de los medicamentos.
Su utilización es muy simple: el farmacéutico elige el producto con su computadora, ubicada en el mostrador del local. Una vez ingresado el pedido, el brazo del robot lo busca, lo toma y lo entrega a través del buzón. Todo este proceso dura entre 8 y 20 segundos.
El primero de estos robots que se instaló en la Argentina fue en una farmacia de la ciudad santafesina de Rosario hace cuatro años. Hoy estos robots, que son desarrollados y fabricados por la firma alemana Rowa, ya se encuentran instalados en varias farmacias de nuestro país.
El robot del delivery
La startup del argentino Martín Varsavsky, Goggo Network, comenzó el año pasado un proyecto piloto en Zaragoza, España, dividido en cuatro fases. Esta empresa está especializada en la gestión de flotas de vehículos autónomos. No son fabricantes, pero sí validan su seguridad. Según el resultado de la prueba, la empresa tiene pensado ir sumando nuevas unidades de robots hasta llegar a 20. Y al terminar la fase de prueba quiere que 80 de sus máquinas se muevan por las calles de la ciudad española.
Esta interesante iniciativa no es la primera. La compañía Goggo Network también tiene planeado usar vehículos de gran tamaño, también en España, para ofrecer alimentos. Instaló una especie de foodtrucks autónomos. La idea era que ese robot sea una suerte de repartidor de almacenes y por el camino pueda servir como máquina expendedora de comida preparada. Cuando vea uno de estos camiones, el peatón sólo tendrá que acercarse al robot, ver qué alimento quiere comprar, lo pagará con su tarjeta y se lo llevará.
Desde esta compañía aclaran que los robots que ya se están utilizando en Zaragoza son más chicos que los foodtrucks, y que servirán para repartir todo tipo de productos. Son una especie de carrito de supermercado compacto con ruedas especiales para andar por las veredas y cerrados herméticamente. El usuario, a través de una aplicación móvil, puede abrir las persianas del carrito autónomo gracias al código que recibe en su celular.
Limpieza en seco
La firma israelí Eccopia, anunció que la planta solar de Coya, ubicada en Chile, va a utilizar sus robots para realizar la limpieza de paneles solares. Aunque no parece una gran novedad que se utilicen robots para limpiar, el gran desafío de esta aplicación es que está situada en una de las regiones más secas del mundo. ¿Cómo lograrán limpiar? Es que estos robots limpian en profundidad sin utilizar agua. “Estas máquinas permiten una limpieza eficaz, frecuente y autónoma, en zonas con escasez de agua y alta suciedad”, dicen desde Eccopia.
Esta complicada tarea estará en manos de los robots T4, quienes además de limpiar optimizarán la producción de energía de la planta solar. Por otro lado, al tener una plataforma basada en la nube, es posible monitorear la actividad de las máquinas y su mantenimiento, en tiempo real y de forma remota.