
Ambos magnates recomendaron en las últimas semanas trabajar más de 8 horas diarias
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¿Cuántas horas a la semana deberíamos trabajar? El número promedio son 40 horas, con algunos países reduciendo esa cantidad, y otros probando con semanas laborales de cuatro días. Pero no todos están de acuerdo. Recientemente, Elon Musk declaró que sus empleados en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) trabajan 120 horas a la semana.
DOGE is working 120 hour a week. Our bureaucratic opponents optimistically work 40 hours a week. That is why they are losing so fast. https://t.co/dXtrL5rj1K
— Elon Musk (@elonmusk) February 2, 2025
Más allá de la hipérbole (si son 120 horas a la semana, solo les quedan 7 horas libres diarias), Musk afirmó que en DOGE se sigue un horario riguroso, con empleados trabajando 17 horas al día, siete días a la semana, o turnos de 24 horas durante cinco días.
Esta postura de Musk se suma a comentarios previos de otros líderes empresariales, como Narayana Murthy, cofundador de Infosys, quien sugirió que los jóvenes profesionales deberían trabajar 70 horas a la semana (14 horas diarias de lunes a viernes), y de Sergey Brin, cofundador de Google, quien sugirió en un memorando filtrado a los empleados de IA de Google que una semana laboral de 60 horas es el “punto óptimo”, que deberían ir a la oficina “al menos” cada día hábil, y que hacer lo mínimo puede desmoralizar a los compañeros.
Sin embargo, la idea de que trabajar horas extremadamente largas conduce a una mayor productividad y resultados positivos es considerada por algunos como obsoleta e infundada.
Según Alison T. Wynn, investigadora principal del Stanford VMware Women’s Leadership Innovation Lab, estudios de todo tipo demuestran claramente que trabajar muchas horas no convierte a alguien en un mejor empleado. De hecho, puede llevar a los empleados a tener dificultades o incluso a cometer errores graves:
Investigaciones de Phyllis Moen, Erin Kelly y sus colegas encontraron que las crecientes demandas de tiempo laboral aumentaban el estrés y el conflicto entre el trabajo y la vida personal. Además, las intervenciones organizacionales que buscan aumentar la flexibilidad en los horarios, centrándose en los resultados en lugar del tiempo en la oficina, redujeron los conflictos familiares, al tiempo que aumentaron la satisfacción, la salud y el bienestar de los empleados.
En cuanto a la productividad, una investigación publicada en Nature en 2024 encontró que los empleados que trabajan desde casa dos días a la semana son tan productivos como aquellos que trabajan a tiempo completo en la oficina. El profesor Nicholas Bloom, a cargo del estudio, encontró además que el trabajo remoto a menudo mejora los resultados organizacionales en lugar de inhibirlos.
La propia investigación de Wynn ha encontrado que a veces los empleados trabajan largas horas en la oficina no porque sea necesario para un buen producto de trabajo, sino porque los hace parecer productivos.
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