Cuando la moneda de cambio sos vos
Empieza el dia, prendo la computadora y abro Gmail, me doy cuenta que no hice una transferencia y por eso entro al home banking. Mientras tanto, abro ingreso a Spotify para poner un poco de musica. En la bandeja de entrada recibo una notificación para que envíe un articulo antes de las 16, chequeo mi calendario para saber cómo será el resto del dia y reviso en Evernote las notas de la última reunión. En el almuerzo entro al sitio web de La Nacion y leo los mensajes en Instagram. A la noche veo un episodio en Netflix de mi serie del momento y a dormir.
El problema y la solución para usuarios y contraseñas
Con un incremento cada vez mayor en la cantidad de usuarios y contraseñas que debemos gestionar para acceder a las plataformas que usamos diariamente, la aparición de la opción de "Iniciar sesión con Facebook" o "Iniciar sesión con Google", o con menor frecuencia, hacerlo con Twitter, LinkedIn o Pinterest aparece como la salvación a la pérdida de memoria o las interminables listas, con seguridad dudosa, para administrar contraseñas. Esta se torno una opción común en sitios de noticias, servicios de transmisión de música y decenas de miles de aplicaciones y juegos en línea.
Iniciar sesión con una cuenta principal donde recordamos fácilmente usuario y contraseña o directamente ya la tenemos cargada para que se autocomplete nos ahorra la molestia de pasar por la creación de una nueva cuenta y memorizar decenas de contraseñas. Esta inofensiva opción en realidad genera un traspaso de datos y contenido sobre nosotros que estamos permitiendo con el solo hecho de hacer un clic.
Qué pasa con nuestros datos
Parece inofensivo pero acceder a un sitio web usando Facebook o Google permite que el sitio solicite datos sobre nosotros. Los datos exactos que solicita el sitio web aparecen en una nueva ventana pidiendo nuestro permiso, por ejemplo el acceso a lista de contactos, cumpleaños, direcciones de correo electrónico, trabajo, universidades asistidas, contexto familiar, estado civil, fotos e información que las personas han publicado sobre nosotros. Aceptando esa solicitud lo que estamos haciendo es crear un pequeño puente que conecta las islas virtuales de nuestro yo virtual.
Este acuerdo aparentemente pequeño puede tener mayores repercusiones. Vincular dos o más sitios permite a las empresas recopilar más datos, creando un perfil cada vez más preciso sobre nosotros. Permitir que una cuenta tenga acceso a otras significa que si se piratea la cuenta menos segura, el resto también podría verse comprometido.
Facebook y Google son, con mucho, los dos servicios más utilizados para iniciar sesión en otros sitios. Segun un estudio realizado por Gigya, Facebook atrapó el 62% de todos los inicios de sesión en las decenas de miles de sitios que lo soportan (a partir de finales de 2015), mientras que Google se usa el 24% del tiempo. Distintas redes sociales están desarrollando y llevando adelante campañas que las posicionen como fuentes confiables para verificar identidad, sin ir muy lejos el año pasado Facebook anunció un servicio llamado Delegated Account Recovery, que nos permitiría usar Facebook para verificar nuestra identidad si olvidamos la contraseña en una aplicación o sitio web. Sin embargo, lo que tenemos que tener presente es que las redes sociales no tienen como fin último ser una fuente confiable de identidad. La privacidad no es el principal negocio de una red social; como cualquier empresa con fines de lucro, su objetivo es monetizar su producto. Y su producto somos nosotros.
El negocio somos nosotros
Los datos que tienen las plataformas sociales y los proveedores de servicios como Google saben tus hábitos y preferencias. Los botones de Pinterest y Facebook que encontramos desparramados por Internet para "likear" y guardar el contenido que nos gusta, permite que las empresas recuperen datos sobre productos o artículos que nos han gustado y luego pueda usarlo para posicionar anuncios, hacer re-marketing y vender sus servicios de ads a traves de sus plataformas. En el caso de Google, el uso de Chrome y el buscador permite que pueda rastrea nuestros hábitos en línea construyendo perfiles demográficos que luego vende a compañías que desean comprar publicidad en productos de Google, desde anuncios de barra lateral de Gmail hasta resultados de búsqueda patrocinados.
Según un estudio desarrollado por eMarketer en 2017, Google junto a YouTube acumularon 35 mil millones de dólares en anuncios digitales en 2017 y Facebook generó 17,37 mil millones en ingresos publicitarios netos en EE.UU.
Qué podemos hacer
No todas las aplicaciones solicitan información al iniciar sesion con alguna de estas plataformas. Facebook permite iniciar sesión en algunas aplicaciones de terceros sin tener que dar permiso para compartir detalles personales como su nombre, correo electrónico, fecha de cumpleaños, etc. Si dejaste de usar una aplicaciones asegurate de cortar el vínculo que generaste entre tus otras cuentas y ella. Para eso podes ingresar a la configuración de Facebook, hacer click en la aplicación, ver la información a la que tiene acceso y cambiar esos privilegios de acceso. Con el caso de Google se torna un poco mas complejo el alcance total de lo que sucede cuando compartes información, buscas por Google, envias un correo o chequeas tu calendario.
En cuanto a los acuerdos de "Términos de Servicio" que detallan lo que sucederá y lo que no sucederá con nuestros datos personales ¿Cuántos cambios de privacidad en paginas web hemos aceptado sin leer ni entender lo que estamos aceptando? Los términos de los servicios cambian todo el tiempo a medida que las plataformas evolucionan. Además de leer los términos del servicio cuando cambian, asegúrese de verificar su configuración de privacidad regularmente.
La era Black Mirror
El inicio de sesión a traves de redes sociales es otra forma de agregar ecosistemas de datos al alcance de una empresa y cuantos más ecosistemas de datos estén conectados, más podrá saber una empresa sobre nosotros y más seguiremos siendo sus productos, lo que ayudará a maximizar sus beneficios.
La pregunta luego de todo esto es, ¿nos importa realmente lo que las empresas hacen con nuestros datos? ¿preferimos seguir accediendo a la facilidad del inicio de sesión sin el fastidio de recordar docenas de contraseñas, usar motores de búsqueda y enviar correos desde la plataforma que se presume más segura a cambio de que usen mi comportamiento para hacer crecer el negocio? la respuesta que encuentro habitualmente a esta pregunta es afirmativa "si, total ya saben todo y no me influye en nada".
El circulo es grande y vicioso, estas plataformas nos facilitan la vida y a cambio no nos influye si usan lo que saben sobre nosotros para hacer negocio. Lo que tenemos que tener presente es que esta es solo la punta del iceberg, estamos yendo hacia una era de inteligencia de datos a lo Black Mirror encontrándonos con casos de la realidad que no están alejados de lo que vemos en la ficción, pero al mismo tiempo ¿que estamos haciendo al respecto?.