¿Cuál es el micrófono más adecuado para tu podcast, streaming o canal de YouTube?
Una guía rápida para entender los patrones de captación y una prueba asombrosa
- 5 minutos de lectura'
Si algo aprendí en todos estos años de tratar con nuevas tecnologías es que ninguna consulta puede responderse sin investigar un poco. El otro día, por ejemplo, una persona muy cercana me envió la ficha técnica del micrófono que quería comprar para su podcast. El aviso destacaba, entre otras supuestas virtudes, que el dispositivo era de tipo cardioide. Cuando llegué a esa línea se encendieron todas las alarmas en mi tablero mental. Recordaba vagamente el concepto, parecía evidente que los micrófonos cardioides eran los más usuales y todo indicaba que podía darle luz verde sin problema.
Pero se interpuso eso que llamamos experiencia. Hace 30 años se promocionaba la memoria RAM diciendo que era dinámica. Y sí. Claro. Si no hubiera sido dinámica, la computadora habría costado veinte millones de dólares. Dinámica sonaba bien, sonaba como algo avanzado. Sonaba, sobre todo como un tecnicismo inapelable que recurría, sin que uno se diera cuenta de la falacia, al criterio de autoridad. Como cardioide. Nadie te dice que un micrófono es cardioide, si esto es un defecto. Y no lo es, por supuesto.
El problema es que en ciertos casos puede ser un defecto. Para esta persona, habría sido una compra inútil. ¿Por qué? Porque graba su podcast con un colega. Pero antes de llegar a eso, veamos de donde viene cardioide, qué es y qué otras opciones hay. (Dicho sea de paso, sí, claro, hay que tomar en consideración otros factores, como si tiene un soporte amortiguado y demás, pero esta vez nos enfocaremos en una característica por completo invisible, el modo de captación o patrón polar.)
Cardioide viene, obviamente, de la palabra griega para referirse al corazón. Un micrófono puede tener uno o más modos de captación del sonido. El cardioide es uno de los dos más comunes. El otro más difundido y también el menos útil para grabar un podcast o para hacer streaming en un ambiente que no ha sido insonorizado es el modo omnidireccional. Arranquemos por este.
Si miráramos el micrófono desde arriba, el modo de captación omnidireccional sería idéntico en los 360 grados. O sea, podríamos representarlo por medio de un círculo. Normalmente, anda bien, porque capta todo; pero por este motivo también registra los ecos de la reverberación (o el sonido del viento), y salvo en un ambiente insonorizado (no es el caso de tu living), uno sale como si estuviera hablando desde una catedral. No está bueno.
Entran en escena los micrófonos cardioides. Estos micrófonos captan muy bien lo que está adelante, mucho menos lo que está a los lados y casi nada en la posición opuesta al locutor. Ayudan, pues, para reducir la reverberación. Son muy útiles (y por eso están tan difundidos) para una sola voz. Son direccionales en esa única dirección, y es lo que tenés que comprar para hablar solo o si vas a poner un micrófono para cada persona en la sala de grabación.
Como adelanté, estos modos de captación se denominan también patrones polares (por si quieren ahondar en el asunto) y nos queda uno de lo más interesante, el que se llama figura en 8. El círculo del principio, que después se convirtió en un corazón, ahora es un ocho. Es decir, capta muy bien de un lado y del opuesto, pero no toma nada a los costados. Este modo puede (y suele, en los buenos dispositivos) utilizarse para que las voces salgan en estéreo. Por ejemplo, la de un lado, en el canal derecho, y la que está a 180 grados, en el izquierdo. Es decir, si tenés un presupuesto ajustado o realmente no amerita invertir en un micrófono para cada persona, el modo de captación de figura en 8 funciona (y muy bien, lo estuve probando) como dos micrófonos. Tiene sus debilidades también, pero nada grave en estas ligas. En el caso de la persona que me consultaba, el cardioide habría sido tirar la plata. O debería haber comprado dos. Le recomendé otra cosa, fijate.
Como el patrón de figura en 8 es muy específico, lo que suele verse en el mercado son micrófonos para streaming y podcast que tienen un interruptor para seleccionar entre los modos omnidireccional, cardioide, figura en 8 y estéreo. Elegí uno de buena marca con estas características y, de paso, estuve haciendo algunas pruebas, y es notable lo que en una vida entera de probar micrófonos han avanzado estos dispositivos. En el modo de captación en 8, caminé alrededor de la mesa, en los 360 grados, y al reproducir la grabación la imagen estéreo era casi perfecta. Es decir, bastaba cerrar los ojos y se oían los pasos moviéndose alrededor de la mesa; una ilusión, porque el micrófono no capta a los lados, pero el cerebro se encarga de completar la imagen. Tiene sentido. La palabra stereós en griego antiguo significaba muchas cosas, desde “sólido” hasta “cruel”. ¿Cómo llegó al audio? La historia es larga y arranca en el siglo XVI, cuando lo sólido de stereós se asoció a “tridimensional” en geometría. De ahí llegó, a principios del siglo XX, a espacial, en contraposición con la imagen plana de la música monofónica, y nació la palabra estereofónico. Así que hoy aceptamos que estéreo quiere decir que cuando oís música podés ubicar espacialmente las fuentes de sonido; típicamente los instrumentos.
Salió un poco más caro que un cardioide, pero como también es un cardioide (basta mover el interruptor a la posición correspondiente) resulta mucho más versátil. Lo más extravagante de todo esto es, sin embargo, que esta nota que estás leyendo no es la primera nota que escribo sobre el tema. Hace cuarenta años me la pasaba publicando sobre audio. Pero la memoria, como las fichas técnicas, está llena recovecos.