El Club nació en Palermo y ofrece un lugar para que la gente se reúna y haga cursos, pueda ayudar a otros o realizar proyectos en conjunto relacionados con la tecnología. Sin fines de lucro, tiene una fuerte impronta en inteligencia artificial y blockchain
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Aprender, crear y compartir. Estas son las premisas con las que arrancó, en un pequeño rincón de Palermo y durante un caluroso atardecer, la primera reunión del Club Argentino de Tecnología (CAT), una iniciativa que tiene como objetivo poner en contacto a programadores, emprendedores, creadores de contenido, estudiantes y apasionados por el mundo tecnológico en general, para crear, desarrollar o participar en proyectos en conjunto. El evento de lanzamiento juntó a unas 50 personas en forma presencial y más de un centenar en forma virtual.
En la CAT se llevarán adelante talleres de programación, Inteligencia Artificial (IA), blockchain y otros temas, así como interacción entre los distintos participantes para llevar adelante todo tipo proyectos que se irán sugiriendo y votando entre los miembros, ya que el club es una Organización Autónoma Descentralizada (DAO por sus siglas en inglés), entidad sin fines de lucro basada en la tecnología blockchain, que justamente está definida por ser autónoma y descentralizada, y que es de donde toma su sigla.
El lugar elegido como sede permanente del CAT es una ex pizzería ubicada en Humboldt 1340, corazón de Palermo Hollywood, donde Andrés Cufari, Paula Schiffelbein, Sebastián Loizzo, Diego Calderón y Alejandro Saavedra, profesionales de distintas áreas y fanáticos de la tecnología, solían juntarse a tomar algo y charlar. Durante esas charlas comenzaron a darse cuenta de que algo faltaba en el ecosistema local tecnológico: precisamente, un lugar donde quienes así lo desearan pudieran combinar sus ideas con otros pares, encontrar soluciones a problemas, ayudar a solucionar otros, participar de proyectos o simplemente aprender.
Durante el lanzamiento del CAT, Cufari explicó que “queremos democratizar el acceso a la tecnología y permitir colaborar para que haya más educación en la población, para que puedan adaptarse rápidamente al tsunami de tecnología que estamos viviendo en la actualidad y que sea accesible para cualquier persona. Lo importante es que la gente que venga tenga interés en el tema. Esperamos además recibir problemas y desafíos de parte de la sociedad, para poder hacer un match entre esos talleres y las necesidades de la comunidad”.
Todos los jueves, y para cualquiera que tenga interés
En ese sentido, el club está abierto para toda la comunidad, y en el lugar todos los jueves se brindarán distintos talleres, y se trabajará sobre proyectos que irán surgiendo en las reuniones.
Al respecto, Loizzo expresó: “creemos firmemente que la innovación tecnológica, cuando se aplica con un propósito social, puede transformar positivamente nuestra sociedad. Lo que buscamos es establecer un lugar donde haya formación continua en avances como Inteligencia Artificial, Blockchain, 3D y Open Source; donde quienes así lo deseen puedan participar de proyectos con impacto social y que se cree una comunidad de personas que quieran conectar con otros pares, compartir sus conocimientos y también aprender”.
Cufari, que programa desde los 10 años, indica además que “fuimos testigos con mis socios de cómo la tecnología fue transformando la vida de las personas y de la sociedad misma, por lo que creemos que es un momento ideal para crear una comunidad acá, en Argentina, donde hay mucho talento para desarrollar y crear soberanía sobre nuestra propia tecnología. No es necesario ir a buscar cosas afuera, como se pensaba siempre”.
En el club se generarán espacios con diversas temáticas y se irán potenciando con proyectos que los mismos participantes vayan proponiendo. Cufari explica que “al construir una DAO, un club social, digital que permita explotar las potencialidades de las personas, pensamos en el aprendizaje y el impacto social. Las ideas que se propongan serán sometidas a votación para ver cuáles conviene desarrollar y llevar adelante, brindándoles valor para construir algo que sea de todos”.
El club nace sin fines de lucro. Cufari explica en ese sentido que “en el mundo empresarial todo lo que se hace tiene que generar dinero. Pero por suerte ahora la tecnología cuesta cada vez menos, hay herramientas que permiten acelerar los trabajos -con la inteligencia artificial toma horas lo que antes llevaba días o semanas- y la idea es desarrollar los proyectos de la gente sin la necesidad de la presión comercial”.
“Todos los avances actuales están modificando la forma en la que vivimos, y si como sociedad no estamos preparados, vamos a quedar afuera. La idea es que la gente empiece a utilizar la tecnología, que le pierda el miedo y que la industria Argentina en materia tecnológica crezca”, analizó Loizzo.
Los siguientes pasos del CAT pasan por generar una base de voluntarios para concretar determinadas tareas, y luego la idea es que los socios presenten proyectos o dificultades a resolver en distintas áreas como ciencia, naturaleza, sociedad y que de ahí en más la propia comunidad las vaya trabajando.
Los talleres se brindarán todos los jueves en forma presencial y virtual desde su sede en Palermo, para recibir a todos los que quieran inscribirse en forma gratuita, y después harán una parte de desafíos y hacer eventos en distintos lugares del país, ya que tuvimos muchos pedidos de distintas partes de la Argentina en nuestra página web.
Los interesados pueden ponerse en contacto con el CAT por medio de su Instagram, LinkedIn, y su página web.
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