Con su Galaxy S IV, Samsung busca conseguir el efecto ‘wow’
Cuando Samsung lance su nueva versión del teléfono inteligente Galaxy S en Nueva York el jueves, la empresa enfrentará un desafío que su rival Apple conoce de sobra: altas expectativas .
La línea de teléfonos Galaxy S es uno de los productos más importantes para la división más rentable del conglomerado surcoreano. Su actual modelo Galaxy S III contribuyó a catapultar a Samsung a la cima de la industria de los teléfonos inteligentes, con una cuota de mercado de 30% en 2012 , e impulsó la transformación de ser un fabricante sólido y eficiente, aunque poco atractivo, a un líder de nuevas tendencias y un rival legítimo de Apple.
El reto para el Galaxy S IV, la cuarta generación del emblemático teléfono inteligente de Samsung, es impresionar a consumidores que se han acostumbrado a los avances anuales en tecnología que ofrecen pantallas más grandes y nítidas, procesadores más rápidos y cámaras más precisas, en dispositivos más delgados y livianos. Incluso el iPhone 5 de Apple, el año pasado, no pudo igualar el entusiasmo casi de culto generado por sus modelos anteriores.
La propia estrategia de marketing de Samsung es responsable, en parte, de la enorme anticipación. Para destacarse entre el grupo de fabricantes de teléfonos inteligentes que usan el sistema operativo Android de Google Inc., Samsung no escatimó en gastos para inundar la televisión con anuncios creativos que satirizaban a Apple y su iPhone. La campaña de publicidad le dio un giro hábil a la imagen de la icónica empresa estadounidense, en su día vista como una marca moderna y fresca por aquellos que no seguían las masas, y presentándola ahora como la opción que eligen los padres ancianos y los seguidores irracionales de la moda.
"Es mucho más difícil impresionar al consumidor", afirmó Carolina Milanesi, una analista de dispositivos de consumo de la firma de investigación Gartner. "Samsung se ha posicionado como la única alternativa de Apple para los teléfonos de alta gama. Eso viene acompañado de expectativas y responsabilidad".
El nuevo teléfono de Samsung, que será presentado el 14 de marzo en Nueva York, llegará al mercado en un momento en que la industria experimenta una transición desde una euforia inicial por el radical cambio tecnológico que suponieron hasta una fase de crecimiento más maduro.
Conforme los avances de hardware generan dispositivos más potentes, las mejoras son más evolucionarias que revolucionarias.
Las especulaciones entre los observadores del sector es que el Galaxy S IV ofrezca mejoras incrementales de hardware como una pantalla ligeramente más grande, (5 pulgadas frente a las 4,8 actuales), así como un chip más rápido y una cámara de mayor calidad.
La capacidad limitada de introducir grandes mejorías de hardware aumenta la presión bajo la que se encuentra Samsung para abordar una de sus mayores debilidades en su lucha contra Apple: el software. Mientras que Apple puede vincular su hardware a su propio sistema operativo, Samsung utiliza Android, al igual que la mayoría de los demás fabricantes de teléfonos.
Para ayudar a diferenciar sus teléfonos, se prevé que Samsung recurra a una serie de nuevas características de software como una tecnología para desplazarse por la pantalla usando sólo los ojos. En una conferencia de tecnología el mes pasado, un ejecutivo de Samsung apuntó que la empresa planea invertir el doble en software.
Pero la interrogante sigue siendo si Samsung podrá mantener su impulso con los teléfonos inteligentes conforme la industria se vuelve más competitiva y los productos se convierten en commodities.
El Galaxy S IV ingresará a un campo más competitivo de teléfonos inteligentes de alta gama con Apple, Sony, BlackBerry, Nokia, HTC y LG Electronics.
Al mismo tiempo, el crecimiento de los teléfonos inteligentes, aunque sigue siendo robusto, empieza a declinar. En términos interanuales, los envíos globalesregistraron un alza de 64% en 2011 y de 43% en 2012, de acuerdo a la firma de investigación Strategy Analytics, que pronostica que el crecimiento de las ventas descenderá de nuevo en 2013 a 35%.
Se trata de una señal preocupante para Samsung (que no es solamente el mayor fabricante del mundo de celulares sino también el mayor productor de televisores y chips de memoria), ya que cada vez depende más de sus ganancias en su división de teléfonos móviles.
"Se prevé que la tasa de crecimiento de mercado de desacelerará en comparación con los años anteriores. Esperamos afrontar varios desafíos para mantener nuestro desempeño", aseveró Kim Hyun-joon, vicepresidente del negocio de comunicaciones móviles de Samsung.
La empresa surcoreana cerró el año pasado con una cuota de 30,3% del mercado global de teléfonos inteligentes, frente a 19% en 2011, de acuerdo con la firma IDC. Mientras tanto, la cuota de Apple fue esencialmente la misma, ocupando el segundo puesto con 19,1% en 2012, un alza frente al 18,8% de 2011.
La clave de su éxito en el segmento de celulares ha sido su serie Galaxy S. En energo, Samsung informa que vendió más de 100 millones de unidades desde que lanzó el modelo original en 2010.
Jon Reynolds, presidente ejecutivo del fabricante de teclados para móviles SwiftKey, dijo que el éxito de Samsung con el Galaxy S III es una espada de doble filo, generando interés por el nuevo producto mientras que también eleva las expectativas. "Dado el éxito de su teléfono previo, hay expectativas de que este será el dispositivo del año", señaló. "Realmente necesitan entregar algo especial".
—Spencer Ante contribuyó a este artículo.