Con fotos, audios y bots, los recuerdos se vuelven inmortales en el mundo virtual
Cuando Andrew Kaplan recuerda, sus historias fascinantes dejan la impresión de que ha logrado agrupar múltiples vidas en una sola existencia: corresponsal de guerra en sus 20 años, miembro del ejército israelí que luchó en la Guerra de los Seis Días, empresario exitoso y, más tarde, autor de numerosas novelas de espías y guiones de Hollywood.
Ahora, mientras el hombre de 78 años, de pelo con canas, se relaja con su esposa de 39 en un oasis suburbano a las afueras de Palm Springs, California, se ha dado cuenta de que le gustaría que sus seres queridos tengan acceso a esas historias, incluso cuando ya no esté vivo para compartirlas. Kaplan ha aceptado convertirse en "AndyBot", una persona virtual que será inmortalizada en la nube durante cientos, quizás miles, de años.
Si todo va según lo planeado, las generaciones futuras podrán "interactuar" con él usando dispositivos móviles o plataformas de computación de voz, como Alexa, de Amazon, haciéndole preguntas, obteniendo historias y recurriendo a los consejos de toda una vida mucho después de que su cuerpo físico se haya ido.
Algún día, Kaplan, quien juguetonamente se refiere a sí mismo como un "conejillo de indias", puede ser recordado como uno de los primeros "humanos digitales" del mundo.
"Ser pionero a mi edad es algo inesperado"", dijo, "pero pensé, ¿por qué diablos no lo haría?".
Durante décadas, los futuristas de Silicon Valley han tratado de liberar a la humanidad del ciclo de vida corpóreo, viendo a la muerte como otro problema transformador que necesita una solución que "altere la vida". Lo que comenzó con el movimiento criónico, en el que los cuerpos son congelados para una futura reanimación, se ha intensificado en medio del auge de la cultura digital. Hoy en día, una nueva generación de empresas está buscando una aproximación a la inmortalidad virtual: la oportunidad de preservar el legado de una persona en línea para siempre.
En su sitio web, Eternime afirma que más de 44.000 personas ya se han inscrito para participar en su "gran y audaz objetivo": convertir los "recuerdos, ideas, creaciones e historias de miles de millones de personas" en avatares inteligentes que se parecen a ellos y que viven en indefinidamente. Por su parte, Nectome, una compañía de investigación especializada en la conservación de la memoria, espera que su proceso de embalsamamiento cerebral de alta tecnología algún día permita que nuestras mentes sean reanimadas como una simulación computarizada.
HereAfter, una alusión al futuro, así como a lo eterno, es la startup que Kaplan ha abrazado, ansioso por convertirse en uno de los primeros residentes virtuales del mundo, en parte porque considera que el esfuerzo es una forma de extender los lazos familiares íntimos a través de múltiples generaciones. El lema de la compañía, "Nunca pierdas a alguien que amas", refleja los motivos de Kaplan para inscribirse.
"Mis padres se han ido por décadas, y todavía me encuentro pensando: "Caramba, realmente me gustaría pedirle a mamá o a papá algún consejo o solo un poco de consuelo", dijo. "No creo que el impulso desaparezca".
"Tengo un hijo de unos 30 años, y espero que esto sirva de algo para él y sus hijos algún día", agregó.
Los rituales que rodean a la muerte pueden ser tan diversos como las culturas de las que surgen, pero durante décadas, muchos de nosotros hemos seguido un guión similar después de que se van los seres queridos: nos abalanzamos sobre viejos álbumes de fotos familiares, miramos antiguas películas caseras, pegamos sus caras en las remeras, o incluso conservamos su página de Facebook, preservando así su quintaesencia digital en línea.
Pero los futuristas dicen que el guión puede estar al borde de reescribirse. Si la tecnología logra crear humanos digitales emocionalmente inteligentes, dicen los expertos, esto puede cambiar para siempre la forma en que las personas cooperan con las computadoras y experimentan las pérdidas. "AndyBot" puede convertirse en uno de los primeros ejemplos significativos del mundo, planteando así preguntas filosóficas complejas sobre la naturaleza de la inmortalidad y el propósito de la existencia misma.
A mi madre le tomó dos años eliminar del contestador automático la voz de mi padre. Es casi cómico que aún confiemos nuestros recuerdos en métodos tan primitivos
HereAfter fue cofundada por Sonia Talati, quien se llama a sí misma consultora de legado personal, y James Vlahos, un periodista de California y diseñador de AI conversacional, quien es más conocido por crear un programa de software llamado Dadbot. El programa Dadbot surgió después de que Vlahos se enteró de que su padre se estaba muriendo de cáncer y permite intercambiar mensajes de texto y audio con un avatar computarizado de su difunto padre; puede conversar sobre su vida y escuchar canciones, pequeñas charlas y chistes.
Una vez que el Dadbot se hizo ampliamente conocido, Vlahos recibió tantas solicitudes para crear bots para otras personas que decidió que un mercado sin explotar para hacer personas virtuales estaba listo para ser un éxito.
"A mi madre le tomó dos años eliminar el mensaje del contestador automático con la voz de mi padre desde el teléfono de su casa", dijo Vlahos. "Ella no quiso extinguir su voz, y eso es algo que he escuchado de otras personas. Pero es casi cómico que sigamos confiando en un método tan primitivo para escuchar las voces de nuestros seres queridos después de que se hayan ido".
En lugar de simplemente escuchar una grabación, Vlahos está construyendo un modelo virtual que es más sofisticado y fácil de usar que está diseñado para fomentar la interacción. Probablemente comenzará con una aplicación que capture el historial oral de alguien a través de preguntas frecuentes. Después de que su abuela haya respondido una letanía de preguntas sobre su infancia, matrimonio y eventos importantes de la vida, por ejemplo, su voz se convertirá en un bot de audio al que se podrá acceder a través de un teléfono inteligente o un asistente virtual.
Debido a que estos dispositivos funcionan cada vez más como computadoras comunitarias en cientos de millones de cocinas y salas de estar, y sus tasas de uso están aumentando, Vlahos cree que se prestan al tipo de interacción casual con un pariente fallecido que muchas personas anhelan.
Al igual que Netflix o Blue Apron, la compañía utilizará un modelo de suscripción, que permite a los usuarios interactuar con el bot de un pariente por una tarifa mensual. Con el consentimiento adecuado, los no familiares también pueden comprar una suscripción a un bot. Vlahos dijo que considera el servicio como una "memoria interactiva" y espera que sea especialmente atractivo para clientes entre 30 y 50 años que quieran preservar la historia y la esencia de sus padres antes de que sea demasiado tarde. La compañía está desarrollando perfiles virtuales para clientes y espera presentar su aplicación pública el próximo año.
"Las grabaciones de audio tienden a languidecer en su disco duro", dijo Vlahos, "¿y cuándo en su vida diaria realmente tiene tiempo para sentarse y ver ocho horas de grabaciones de video de la Navidad del ‘83?".
"Ahora imagine poder pararse en la cocina y llamar a su madre fallecida para que le responda", dijo. "Hay algo acerca de poder escuchar las voces de nuestros seres queridos".
Edward Saatchi, el director ejecutivo de Fable, una compañía que está en proceso de crear seres virtuales, dice que interactuar con humanos digitales no solo es inevitable sino también el próximo paso adelante en cómo los humanos interactúan con la tecnología.
"Imagine un futuro en el que Alexa o Siri sean un personaje con una cara y una vida y una voz que le permita interactuar con ellos uno a uno", dijo Saatchi, argumentando así que los seres virtuales finalmente reemplazarán a Android y a iOS. "Usted podrá jugar juegos, pedir comida, pasar tiempo o aprender un idioma con un ser virtual, o hacer cualquier otra cosa que normalmente haría con un amigo".
Sin embargo, para perfeccionar seres virtuales, compañías como Eternime y HereAfter tendrán que comenzar a solucionar un problema que ha confundido a los científicos informáticos durante décadas, permitiendo "conversaciones de múltiples turnos" entre humanos y máquinas. A diferencia de pedir una pizza, una acción que es simple, corta y guiada por un objetivo específico, una conversación de múltiples turnos es espontánea y fluye libremente, pasa de un tema no relacionado a otro y usa la variedad casi infinita de lenguaje natural de la manera en que las conversaciones entre personas a menudo lo hacen.
Vlahos dice que cuanto más fluidamente se comunica su producto con los usuarios, cuanto más absorbe la tonalidad y los tics de la persona que está canalizando, más intimidad auténtica transmite.
Al mismo tiempo, sabiendo que las computadoras están a años, si no décadas, de mantener conversaciones, como lo hacen las personas, él apunta al objetivo más realista a corto plazo de permitir que los bots heredados compartan historias sobre la vida de una persona a pedido.
El dolor es tan individual como nuestra huella digital. Habrá algunas personas que encontrarán esta herramienta reconfortante y algunas personas que nunca la usarían
David Kessler, autor del libro "Encontrando el significado: la sexta etapa del dolor", que está próximo a publicarse, dijo que la intimidad podría beneficiar a algunas personas que lloran la pérdida de un ser querido, pero que podría representar un problema grave para otros.
Con clientes en duelo, dijo Kessler, el objetivo es que recuerden a los difuntos con más amor que dolor. El objetivo no es necesariamente que abandonen su dolor, sino que integren su sufrimiento en sus vidas de una manera saludable. ¿Podría un pariente muerto, conversando a través de Google Home, ayudar en ese objetivo?
"Creo que sí", dijo. "El dolor es tan individual como nuestra huella digital. Habrá algunas personas que encontrarán esta herramienta reconfortante y algunas personas que nunca la usarían, porque no sienten como si se tratara de su ser querido".
Su única preocupación es asegurarse de que las personas vulnerables entiendan que están lidiando con "un recordatorio artificial de papá, no con la continuación de la relación real con su padre".
Mientras ingresa a sus años otoñales, en los campos de golf ubicados al sur de California, reflexionando sobre una vida plenamente vivida, Kaplan, el ex periodista trotamundos convertido en prototipo de robot, dijo que no busca la inmortalidad. Sin embargo, él ve otro beneficio en el hecho de convertirse en una persona virtual, informado por sus muchos años como proveedor de ficción convincente.
"Al final, cada historia trata de intentar ayudarnos a descubrir quiénes somos y de dónde venimos, y esto no es diferente", dijo. "Esto se trata de historia para mí, una especie de inmortalidad limitada que crea una experiencia personal íntima para mis futuros familiares que quieren saber de dónde vinieron".
Peter Holley