¿Compartís tu clave de Netflix? Esto te puede interesar
La compañía dijo que estaba probando una función con un número limitado de usuarios, una medida que parece dirigida a limitar la práctica común de compartir contraseñas entre familiares y amigos
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¿Quieres ver Gambito de dama o Lupin? Es posible que, si has tomado prestada la contraseña de Netflix de un familiar o amigo, ahora tengas que pagar.
Netflix ha empezado a probar una función que podría obligar a los usuarios que utilizan una contraseña de alguien ajeno a su hogar a comprar una suscripción.
La compañía indicó que la función se estaba probando con un número limitado de usuarios. Puede ser una señal de que hay en curso medidas más amplias contra la práctica común de compartir contraseñas entre familiares y amigos para evitar el pago del popular servicio de transmisión en continuo.
“La prueba está diseñada para ayudar a garantizar que las personas que utilizan las cuentas de Netflix están autorizadas a hacerlo”, dijo la compañía mediante un comunicado.
Algunos usuarios empezaron a notar la función recientemente cuando se conectaron a una cuenta compartida de Netflix y vieron un mensaje en su pantalla que decía: “Si no vives con el propietario de esta cuenta, necesitas tu propia cuenta para seguir viendo contenido”.
Para seguir viendo, se pedía a estos usuarios que verificaran que era su cuenta mediante la introducción de un código que se les enviaba por texto o correo electrónico o que se unieran con su propia cuenta a Netflix. También tenían la opción de completar el proceso de verificación más tarde.
La suscripción básica a Netflix, que permite a los clientes ver contenido en una pantalla a la vez, cuesta 8,99 dólares al mes. Los clientes que pagan más pueden ver contenido en otras pantallas simultáneamente.
Netflix se negó a hablar en detalle de su nueva función, de la que ya había informado The Streamable, un sitio de noticias del sector. Sin embargo, los analistas de la industria dijeron que podría ser parte de un esfuerzo para hacer cumplir los términos de uso de Netflix, que a menudo se pasan por alto y que establecen que su servicio y contenido “son solo para su uso personal y no comercial y no pueden compartirse con personas fuera de su hogar”.
La prueba también parece ser un incentivo para comprar una suscripción más que una medida de mano dura. Por ejemplo, alguien que tomara prestada la contraseña de un amigo o familiar podría pedir el código de verificación que envía Netflix.
“No estoy convencido de que esto sea un ataque total”, comentó Michael D. Smith, profesor de Tecnologías de la Información y Marketing de la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh. “Podría ser una alerta para algunos piratas”.
No obstante, dijo, el hecho de recordarle a la gente que no está permitido compartir contraseñas podría convencer a algunas personas de suscribirse, en vez de seguir usando las que pagan sus amigos o familiares.
“Incluso pequeñas señales de que la piratería no es aceptable podrían cambiar el comportamiento de la gente”, señaló.
La prueba se produce en un momento en que los espectadores de Netflix han aumentado drásticamente durante la pandemia de coronavirus.
La compañía dijo en enero que había añadido 8,5 millones de clientes en el cuarto trimestre, para un total de 203,6 millones de suscriptores de pago a finales de 2020. La empresa tiene casi 66 millones de clientes en Estados Unidos y preveía añadir 6 millones de suscriptores totales en los tres primeros meses de este año.
Anteriormente, Netflix había insinuado que estudiaba formas de poner fin al uso compartido de contraseñas. Gregory K. Peters, jefe de producto de la compañía, dijo durante una llamada para revisar las ganancias de la compañía en octubre de 2019 que Netflix estaba “analizando la situación”.
“De nuevo, veremos maneras amigables con el consumidor para ir hacia esa dirección”, dijo Peters y agregó que la compañía no tenía “grandes planes que anunciar en este momento”.
Smith dijo que la compañía claramente pierde una cantidad importante de ingresos a través de la gente que utiliza el servicio, pero no paga por él.
“Compartir tu contraseña es piratería y podría estar costando a Netflix una buena cantidad de dinero si la gente que de otro modo se suscribiría usa las contraseñas de sus amigos, así que eso sin duda es un problema”, dijo. “El verdadero reto para ellos es encontrar quiénes son los que comparten la contraseña y quiénes tienen cuentas legítimas”.
Más allá de las preocupaciones empresariales, exigir a los usuarios que introduzcan un código que se envíe por mensaje de texto o por correo electrónico también podría tener beneficios en materia de seguridad, dijo Lorrie Faith Cranor, profesora de Ciencias e Ingeniería Informática y Política Pública en Carnegie Mellon.
En teoría, los piratas informáticos podrían cambiar la configuración de la cuenta de Netflix de un cliente y empezar a cobrarle más, dijo. También podrían acceder a información que les ayude a entrar en otras cuentas, especialmente si el cliente utiliza la misma contraseña para varias cuentas. “Eso es algo muy común”, dijo.
No obstante, exigir al usuario que introduzca un código que se envía por mensaje de texto o correo electrónico —un proceso conocido como autenticación de dos factores o pasos, y que se utiliza en muchas redes sociales y aplicaciones bancarias— dificulta la entrada de los atacantes.
“No estoy seguro de que sea un beneficio enorme, pero tiene ciertas ventajas”, concluyó Cranor.
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