Cómo el mundo digital puede estar al servicio de proyectos con impacto social
Cuando pensamos en el cruce de tecnología e impacto social es probable que, como usuarios, nos imaginemos plataformas para poder realizar donaciones en campañas como Un día para dar, donde a través de diferentes misiones podemos conocer y ayudar a organizaciones con aportes o acciones mínimas que estén trabajando en temas sociales, que van desde: mejorar la logística para acercar comida a personas en situación de calle (el proyecto Plato Lleno), hasta colaborar sumando tus datos en el Registro Nacional de Médula Ósea. Ser parte de estas iniciativas nunca estuvo tan cerca: un simple clic.
¿Y qué pasa si queremos generar un impacto social a través de una plataforma? De eso se trata Soluciones para el futuro, un concurso regional que propone que estudiantes de nivel secundario de escuelas públicas creen soluciones para resolver problemáticas comunitarias utilizando ciencia, matemática y tecnología. Todo el proceso del concurso, que busca desarrollar el compromiso social y el talento creativo de quienes participan, se desarrolla durante casi 6 meses en una plataforma en la que reciben consejos y acompañamiento, es decir, resulta un espacio de aprendizaje y asesoramiento para comprender qué es generar impacto social.
Este año se recibieron más de 800 propuestas; ganó el concurso un equipo mixto de la Escuela de Enseñanza Secundaria Técnica N°1 de Ing. White, en Bahía Blanca, que puso a funcionar las tecnologías que tenían a disposición (como impresoras 3D, escáneres) para crear férulas personalizadas que mejoren los procesos de recuperación de personas que sufren accidentes. El desarrolló implicó etapas de ideación, investigación y co-creación que fueron realizado online.
Las soluciones podrían ser con tecnología digital o sin ella (como por ejemplo una escuela de Córdoba que desarrolló un biocombustible), pero sin duda tenía que ser a través de lo digital, en un espacio virtual de aprendizaje e intercambio, utilizando redes para comunicar y celulares para registrar las creaciones, etc.
Otra forma de utilizar las tecnologías en este sentido es a través de la difusión en redes sociales de noticias que se relacionan con el impacto social, como lo hace en Argentina Posibl Media que se dedica comunicar iniciativas y desafíos, y que por el alcance lograron generar un evento presencial Impact Day donde los desafíos se asociaron a los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), y pasaron de la pantalla a la realidad.
Hace unos años Alfonso Aguilera se preguntó porqué el sector social, o el tercer sector, realiza un trabajo con mucho esfuerzo, pero donde en general el impacto no es escalable. Luego de viajar por el mundo e involucrarse en varias ONGs, volvió a la Argentina con una convicción: uno de los grandes desafíos es el de incluir la tecnología para resolver esta pregunta, que se caracteriza por su potencial amplificador. Así es que nació Impacto Digital, que busca articular problemas sociales (como por ejemplo la necesidad de inserción laboral de calidad de la población trans), con soluciones tecnológicas, existentes o por crear.
"Todos tenemos una idea para cambiar al mundo" menciona Aguilera; el desafío, no obstante, es "poder llevarla a la práctica, convertirla en exponencial y sostenible. En los últimos años hubo un boom de hackatones, pero pocas veces se pasa a la acción y a veces la gente piensa que eso es generar impacto social con tecnología".
Desde su trabajo en Impacto Digital detectó que la mayoría de las barreras para lograrlo surgen en el proceso de diagnóstico del problema social; así sumó a Martín Poncio, quien ahora coordina las estrategias para fortalecer las herramientas de gestión y las metodologías, y se acerca a las organizaciones para fortalecer primero el qué, luego pensar con qué tecnología y generar soluciones con impacto.
"En este tiempo nos dimos cuenta que era muy importante aprovechar el conocimiento de las ONGs y las universidades para lo vinculante con los problemas sociales, combinarlo con el conocimiento técnico de las empresas tecnológicas y con el alcance del sector público", afirma Aguilera.
Cuando hablamos de tecnología con impacto social, el desafío más grande es poder hacer sinergia, trabajar en red entre el sector social, privado y público. Una vez más no son sólo los dispositivos, sino las personas. En el mundo y en la Argentina cada vez más empezamos a escuchar de estas propuestas, que implican pensar otros usos y potencialidades de las tecnologías, pero por sobre todo nos desafían a trabajar de manera diferente para generar otro tipo de soluciones a problemas sociales, que pueden estar en la palma de nuestras manos, en nuestros celulares.