Cómo la firma argentina Orbith logra reducir la brecha digital y brindar conectividad satelital a 1500 escuelas rurales
Vinculó vía satélite a 1500 escuelas rurales de la Argentina y Chile, con velocidades similares a las de las conexiones urbanas; muchos de esos accesos son los únicos disponibles en el kilómetros a la redonda
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¿Cómo se podría reducir la brecha digital y satisfacer la demanda latente por servicios de conectividad en zonas rurales, brindando un servicio de calidad similar al que se ofrece en las ciudades? Ese fue el ambicioso proyecto que encaró Orbith, proveedor de servicios de Internet Satelital: “es una startup íntegramente argentina que llega a donde otros no llegan”, aclara su fundador y CEO, Pablo Mosiul, que destaca que la empresa alcanzó los 10.000 clientes en solo 5 años.
¿Cómo lo logró? Los equipos de Orbith usan la banda Ka para vincular las antenas terrestres de cada cliente con los satélites que le brindan servicio. La tecnología satelital en banda Ka –provista por satélites HTS (High Throughput Satellites) permite (sin limitaciones geográficas dentro del área de cobertura) brindar servicios de conectividad con velocidades que alcanzan los 200 Mbps de descarga. El objetivo se logra mediante técnicas de reutilización del espectro radioeléctrico, multiplicando por 100 o más la capacidad de los satélites tradicionales, lo que permite lograr una conectividad incluso comparable a tecnologías terrestres de cable o fibra óptica.
El acceso a internet de banda ancha es hoy una necesidad laboral y familiar, clave para el desarrollo de cualquier tipo de actividad, e imprescindible para la vida actual. Para dar respuesta a estas necesidades, la startup ofrece servicios destinados a cubrir las necesidades de 3 tipos de clientes: residenciales, pymes y gubernamentales.
Recientemente, la firma anunció un proyecto a través del cual logró conectar a 1500 escuelas rurales de la Provincia de Buenos Aires, las cuales en su mayoría nunca habían tenido acceso a Internet. Actualmente, da cobertura en la provincia de Buenos Aires, Sur de Santa Fe, Sur de Entre Ríos, Mendoza y Neuquén; y en las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Santiago y Del Libertador Bernardo O’Higgins, en Chile. Además, se encuentra en un proceso de expansión para ofrecer servicios en todo el país y en la totalidad de territorio chileno. Para los próximos años, la empresa tiene un proyecto de brindar conectividad a otros países de la región.
El desafío de la conectividad rural
Mosiul explica que los gobiernos de América Latina están preocupados por la conectividad de las escuelas rurales, no solo por el impacto a nivel educativo, sino también porque en las zonas aisladas la penetración de internet en los hogares es baja, transformando a la escuela en el único punto de acceso a internet de estas comunidades.
“En el pasado ha resultado difícil lograrlo, porque las zonas de muy baja densidad no pueden cablearse con fibra óptica, y también es muy difícil desplegar conectividad inalámbrica terrestre debido a las grandes distancias y a la dificultad de lograr línea de vista entre las antenas de los operadores. Solo es posible abordar estas geografías desde el espacio”, señala y agrega que Orbith ha sido pionero en la Argentina en el uso de satélites de muy alta capacidad (HTS) que operan en banda Ka, y logran brindar altos anchos de banda a bajo costo en zonas alejadas, resolviendo el histórico problema.
Los servicios de acceso a internet de alta velocidad que brindan a hogares, empresas, y gobiernos, tiene -de acuerdo con lo que explica la firma- una calidad comparable a la que se obtiene en los centros urbanos, lo que permite la utilización de múltiples aplicaciones, en múltiples dispositivos simultáneos.
Según un estudio realizado por el IICA, BID, y Microsoft durante la pandemia, en América Latina la penetración de internet de calidad en zonas urbanas alcanzaba el 71%, mientras que en las zonas rurales era de sólo el 36,8%, una brecha superior a 34 puntos. “Nuestra misión y desafío es reducir esa brecha, tanto en hogares como empresas, utilizando una nueva tecnología que no existía en en Argentina”, puntualizan.
En el caso particular de las escuelas, desde la firma apuntan que han observado que la conectividad de calidad permite a docentes y alumnos el acceso a portales y contenidos educativos, el acceso a información en línea, realizar gestiones administrativas sin llevar el trabajo a casa, introducir a los chicos al las TIC, y habilitar la educación a distancia. En el ámbito rural aparecen usos adicionales, porque la falta de conectividad fija y móvil en estas zonas impedía la comunicación entre los docentes y las familias, que ahora logran por mensajería y videollamadas a través de internet.
“Hemos detectado también tráfico en la red durante los fines de semana, porque en ocasiones la escuela rural es el punto de encuentro de la comunidad para el ocio y el esparcimiento. Por su dispersión geográfica, y llegada a la población, la conectividad en las escuelas rurales tiene un gran impacto, hemos escuchado muchas historias sobre cómo internet ha mejorado la vida de las personas, ha sido un proyecto muy emocionante y conmovedor para todo nuestro equipo”, detalla Mosiul.
Como dato interesante, vale destacar que han desarrollado un software propietario, que a partir del análisis de imágenes satelitales les permite determinar con mucha precisión cuán rural es un determinado punto. “Es un índice al que llamamos IR, que utilizamos para evaluar todas las oportunidades comerciales, de manera de asegurarnos de desplegar nuestros servicios en aquellos lugares donde no llega, ni podrá llegar nunca la fibra óptica. En Latinoamérica hay aproximadamente 20 millones de hogares en esta situación, somos una de las pocas compañías del sector que abordan este segmento del mercado”, subrayan.
Desde Orbith comentan que el gran impulsor de la demanda de ancho de banda es el video, tanto por un mayor uso de las plataformas de streaming como YouTube y Netflix, como por la disponibilidad de contenidos en mayor calidad que demandan más capacidad de las redes. “Ver un capítulo de una serie en HD implica un consumo mayor al envío de 30.000 e-mails de texto. El video también está creciendo sostenidamente en las redes sociales, y en otro tipo de aplicaciones como las videollamadas. Acompañar estos cambios de hábito en el uso de internet es un gran desafío de inversión para todos los prestadores”, explican.
Respecto del rol de Arsat comentan que “ha hecho un excelente trabajo en materia de desarrollo de comunicaciones satelitales y es el referente de la actividad en el país” y “están explorando oportunidades para complementarse”. En Orbith consideran que el rol de Arsat es estratégico para Argentina. “Es un buen ejemplo de complementariedad entre el Estado y el sector privado con el objetivo de reducir la brecha digital”.
Si bien la mayor parte de la cartera de clientes son hogares, han tenido mucho éxito también en pymes y grandes empresas. “Hay otros actores que montan múltiples servicios como IoT, trasmisión de eventos en vivo, soluciones de videovigilancia, tecnología para incrementar la productividad agraria, entre muchas otras aplicaciones. Nuestro servicio de internet es la base para el desarrollo de múltiples aplicaciones de negocio, entretenimiento, y comunicaciones en el ámbito rural”.