Cómo es descansar en Somadome, una cápsula personal antiestrés que cuesta 18.000 dólares
El dispositivo utiliza cromoterapia y sonidos binaurales para inducir la relajación del usuario. En diciembre se lanzará un modelo de uso hogareño que podrá conseguirse por 3000 dólares
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El estrés es un problemática recurrente entre los argentinos que, además, está asociado a otras condiciones tales como el insomnio y el envejecimiento prematuro, por mencionar solo algunas, de ahí que en el mundo surjan terapias orientadas a traer tranquilidad a las personas.
En un contexto donde periódicamente surgen dispositivos para realizar numerosas actividades cotidianas, también existen desarrollos para que en una sesión de pocos minutos el usuario pueda relajarse. Este es el objetivo la marca Somadome, que lanzó el dispositivo Somadome 101. Se trata de una cápsula que adentro tiene un sillón para que, al cerrar la tapa, el usuario viva una experiencia inmersiva. Dentro de diminuto recinto el techo cambia de color en función de la terapia seleccionada a través de una pantalla digital que se encuentra justo al lado del asiento. El kit se completa con unos auriculares para escuchar música, sonidos y una voz que guía al usuario en la meditación utilizando sonidos binaurales, es decir, que están creados para que el oyente tenga una sensación de sonido 3D similar a la de estar físicamente en el lugar donde se producen los sonidos.
La experiencia en primera persona adentro de la cápsula
“Somadome nació del deseo de proveer espacios seguros para que las personas logren tranquilizarse, calmarse y potenciar sus sentidos aunque estén en sitios llenos de gente”, explica a Sam Gropusso, representante de la marca, a LA NACION: tuve la oportunidad de probar una cápsula así en una convención internacional.
Antes de ingresar a la cápsula hay que elegir el objetivo: sentirse más motivado, mejorar la concentración, desarrollar el éxito, incrementar la capacidad creativa o lograr una sensación de superación. “A lo largo de la terapia de 20 minutos, y en función de la meta deseada, en la mente se activan las ondas cerebrales Beta, Gamma, Theta, Alfa y Delta, ya que cada una de ellas representa una función fisiológica particular”, explica Gropusso, y señala que también es posible alcanzar resultados en sesiones de 10 minutos.
El techo emite una luz LED de determinado color que, según la entrevistada, también impacta en el bienestar mediante algo conocido como cromoterapia. Por ejemplo, el blanco promueve el balance e incrementa la sensación de armonía, el violeta contribuye a estimular el sistema inmunológico y a la renovación espiritual. También está el verde, que estimula la sensación de paz y fortalece el sistema inmunológico, al tiempo que el azul provoca relax y desarrollar la intuición y la sensibilidad, mientras que el azul ayuda a promover la buena comunicación y alivia el estrés.
Tras la explicación elegí la sesión para optimizar la creatividad. Así fue como me senté dentro del aparato, me coloqué los auriculares y Gropusso dio un par de clics en la pantalla para seleccionar el programa. Luego cerró la cápsula y comenzó la sesión: el techo comenzó a emitir una luz violeta, y una voz en inglés me pidió que cierre los ojos, relaje los músculos y respire profundo. Posteriormente, comencé a oír el sonido de oleaje, como si estuviese cerca del mar. Si bien el dispositivo estaba en la conferencia tecnológica VMware Explore, que se realizó con San Francisco, Estados Unidos, con la asistencia de unas 15.000 personas, la experiencia logró ser inmersiva porque quedé aislada de todos los ruidos; de todos modos no sentí demasiados efectos relajantes tras finalizar la sesión, aunque a otras personas que estaban en otras cápsulas tuvieron que despertarlas, que habían entrado en un sueño profundo.
El fabricante cuenta hasta el momento con un solo modelo que está orientado a lugares concurridos como spa, hoteles, exhibiciones y aeropuerto, entre otros, y se consigue a un precio de 18.000 dólares. Para hacerlo más accesible, en diciembre próximo lanzará el Somahome, que tendrá un costo de 3000 dólares, y estará orientado al público hogareño. Ambos funcionan con energía eléctrica.
“Somahome será más liviano que el dispositivo original, aunque sus medidas serán ligeramente reducidas, y su diseño será más geométrico. Además, en lugar de contar con una pantalla digital, el usuario deberá descargar una aplicación móvil disponible para iOS y Android para elegir entre muchas más terapias, y dispondrá de otras funciones, tales como un localizador de cápsulas 101 para que cuando esté de viaje y quiera tomar una sesión de relajación pueda encontrar una”, agrega Gropusso.
Surgida en Sacramento, California, Estados Unidos, Somadome exporta el modelo 101 a Inglaterra, Emiratos Árabes y Japón, entre otros, aunque todavía no han enviado unidades a América Latina. Dado que reconocen el costo del dispositivo es elevado, las unidades se alquilan y también pueden comprarse a través de planes de financiación.