Cómo elegir una unidad SSD; hoy hay una opción para cada necesidad
Internos, externos, con conectores nuevos o tradicionales, los SSD son una alternativa para almacenar datos y agilizar una computadora algo anticuada
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Colocar una unidad en estado sólido (SSD) en una PC trae una serie de ventajas, que pueden resumirse en un mejor desempeño en los equipos informáticos. Una PC (tanto de escritorio como portátil) puede mejorar considerablemente su rendimiento por el solo hecho de montar un dispositivo de almacenamiento sólido en vez de la ya clásica solución con discos mecánicos, gracias a que los SSD son mucho más rápidos a la hora de leer datos (por ejemplo, para cargar un programa o un juego) y para guardar información. Otro de los beneficios es la seguridad de los datos, sobre todo en el mercado de laptops, en donde siempre es mejor tener un disco sólido en vez de uno mecánico. Estos últimos poseen platos que giran, ejes y motores; mientras que, en los SSD, no hay piezas móviles, por lo que la probabilidad de una falla (y la consiguiente pérdida de los datos) es muchísimo menor.
En su evolución y a medida que pasó el tiempo, se presentaron diferentes soluciones basadas en unidades SSD y hoy disponemos de una vasta oferta que cubre diferentes necesidades. En esta guía realizaremos un repaso por las distintas alternativas que se consiguen en el mercado argentino.
Una nueva vida para una PC antigua
Muchos usuarios (me incluyo) tienen algún gabinete o una laptop con algunos años a cuestas. En mi caso tenía una vieja computadora de escritorio con 4 GB de RAM y un antiguo procesador Celeron. El almacenamiento estaba a cargo de un vetusto disco mecánico de 500 GB. El arranque de Windows 7 tardaba una eternidad y el desempeño de las aplicaciones era mejorable.
La computadora, casi abandonada, tuvo una segunda oportunidad con la compra de un disco en estado sólido de tipo SATA que reemplazó el mecánico que, luego de un formateo, pasó a ser un disco secundario para guardar archivos. El contexto de mejora se coronó con la instalación desde cero de Windows 10 y el paquete ofimático Microsoft 365: ambos funcionan a la perfección y el rendimiento general mejoró considerablemente.
Lo interesante de los discos SSD SATA es que son una opción relativamente económica ($5000 por uno de 240 GB como el que instalé en mi PC) y compatibles con viejas computadoras que no tienen ranura para discos NV1 (algo que abordaremos a continuación). Marcas y modelos hay muchos, y para todos los gustos: Kingston, Verbatim, Biwin (que distribuye discos SSD marca HP), Adata, Western Digital y Seagate, entre otros. Claro que se consiguen de diferentes capacidades según la necesidad de cada usuario: están los más pequeños de 120 GB y llegan hasta los 2 TB de almacenamiento.
Estos discos logran tasas de lecto/escritura de hasta 500 MB/s. (el número refiere a la cantidad de información que puede leer o escribir, en promedio, un disco; más veloz es, más rápido cargará las aplicaciones, y más ágil será el funcionamiento de todo el equipo).
Pequeños y livianos
Las nuevas computadoras incluyen en sus motherboards (la placa base a la que se conectan el procesador, la RAM, el procesador o tarjeta de gráficos y el chip que controla las comunicaciones con el exterior, entre otras cosas) una ranura especial para alojar discos SSD de tipo NV1 (PCIe NVme M.2) que son más nuevos que los que incluyen el tradicional conector SATA que usan los discos mecánicos. Estas opciones son interesantes porque, al tratarse de una pequeña placa del tamaño de una memoria RAM, permite reducir el espacio que ocupan y el peso de los equipos.
Para realizar algunas pruebas dispusimos de una notebook PCBOX Fire 5 que monta un procesador Intel Core i5 de 10ma generación, una portátil ágil y rápida que ya incluía un disco de tipo NV1, pero de 256 GB. El proyecto era cambiar esta unidad por una más grande y aprovechar para instalar el nuevo Windows 11, dado que el equipo pasó todas las pruebas de compatibilidad. Eché mano de un disco Kingston de 500 GB (que tiene una tasa lectura/escritura de 1700 MB/s) que me permitía duplicar la capacidad de almacenamiento. El proceso es muy simple: hay que retirar los tornillos de la parte inferior de la portátil, localizar la ranura donde se aloja el disco, retirar el que se encuentra instalado (se saca de forma inclinada) y se coloca el nuevo sujetándolo, al final, con un tornillo en un extremo.
Aprovechando la apertura de la Fire 5, diviso un conector SATA con el espacio para un disco secundario. Sin dudarlo, conecté allí un SSD Verbatim de 500 GB que tenía guardado. Ahora la notebook tiene una gran capacidad de almacenamiento de alta velocidad: 1 TB distribuidos en dos discos en estado sólido.
Un SSD NV1 de 500 GB tiene un precio que ronda los 7000 pesos.
Moraleja: siempre es una buena idea hacer un recorrido por las opciones de ampliación de sus equipos (slots libres para memoria RAM, conectores SATA, etc.).
Si la idea es armar una PC gamer, vendrá bien un disco con tasas de transferencias mas altas. Una opción es el nuevo Kingston FURY Renegade, una unidad PCIe 4.0 NVMe M.2 pensada para videojuegos, que logra velocidades de hasta 7300/7000MB/s de lectura/escritura y precios que van de 19.500 a 32.000 pesos (por 500 a 1000 GB).
Con la información a todas partes
Los discos externos se presentan como la evolución natural de los pendrives, sobre todo para aquellos usuarios que necesitan mayor capacidad de almacenamiento portátil. Los discos mecánicos externos son una opción accesible dado su precio, menor al de un SSD, pero traen implícitos algunos problemas de sus parientes internos: componentes que giran a altas revoluciones por minuto en el interior de sus carcasas, elementos móviles que un golpe puede romper o desplazar, etcétera.
Los nuevos SSD externos son una solución porque ofrecen alta capacidad de almacenamiento en unidades muy pequeñas, livianas y transportables.
Para esta nota accedimos a dos unidades de pruebas. La primera fue el nuevo disco LaCie que cuenta con 2 TB de almacenamiento (US$ 280 de precio local). Lo sorprendente de este dispositivo es que su tamaño y peso no supera la de una caja de fósforos pequeña. La solución de LaCie ofrece velocidades de lectura/escritura de hasta 1000 MB/s. El disco es compatible con Windows, Mac y la nueva generación de iPads compatibles con conectividad USB-C. El nuevo disco externo SSD LaCie se consigue también en tamaños de 500 GB y 1 TB.
La otra unidad era un disco Verbatim modelo Vx500, una alternativa que ya se consigue en el mercado local. Lo interesante de esta propuesta es su formato tipo pendrive, pero con su cuerpo totalmente construido en aluminio. El SSD que probamos era de 240 GB, pero también se consiguen modelos con espacios de almacenamiento de 120 GB y 500 GB (9599 a 22299 pesos).
Con una velocidad de transferencia de 500 MB/s, el Vx500 me sorprendió gratamente por la inclusión de dos cables: uno con salida USB-C y otro convencional USB-A para computadoras más antiguas.
Tanto la unidad de LaCie como la de Verbatim incluyen un software para realizar copias de seguridad automatizadas, que viene muy bien para tener la información asegurada.
Del otro lado de la balanza y hasta que se naturalicen en el mercado de consumo, el costo de estas unidades puede resultar algo elevado.
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