Entre la asistencia de los hijos y los cursos para adultos, las computadoras y los dispositivos móviles como los teléfonos inteligentes y las tabletas siguen sin estar adaptadas para el uso de las personas mayores
En estas fiestas es muy probable que aquellos que tengan la gran idea de dar un regalo tecnológico a sus parientes más entrados en años terminen convirtiéndose en un servicio de apoyo técnico las 24 horas del día.
"Siempre hay alguien en la familia que compra una computadora o un iPad a una persona mayor y luego no está cerca para explicarles cómo se usa", explica Matthew Adam, director de Silver Training, un servicio de enseñanza dirigido a consumidores mayores en Reino Unido.
La empresa dispone de un total de 31 tutores que ayudan a gente mayor con toda una serie de tareas, desde entrenamiento básico en cómo se usa un ratón o un teclado, a enviar un correo electrónico, adjuntar documentos y guardarlos.
Estereotipos
A medida que aumenta la proporción de personas mayores de 65 años , las empresas de tecnología que no tienen en cuenta a este segmento se estarán perdiendo una oportunidad, piensa Chris Millington, director de Doro, una firma de telecomunicaciones sueca que diseña móviles específicamente para consumidores mayores.
Acaba de lanzar un teléfono inteligente con el que espera salirse del esteorotipo de teléfonos simplificados.
"No porque una persona sea mayor significa que quiere un teléfono de botones grandes", explicó.
"Sabemos que aunque muchos sólo quieren simplicidad de uso, la mayoría quiere un aparato con estilo y moderno, con características más interesantes como una cámara, correo electrónico e internet".
Pero lo primero es no asumir conocimiento, apunta.
Codiseño
En un reciente estudio llevado a cabo por Doro, 40 consumidores de edad avanzada fueron retados a añadir un contacto en un teléfono Android. 38 fracasaron en completar la tarea.
Los teléfonos iPhone tampoco se adaptan a la generación más mayor, indica Millington.
Muchos teléfonos modernos no han sido diseñados teniendo en cuenta a personas de avanzada edad.
Sin miedo a la tecnología en la era digital:
Anika Small es jefa ejecutiva de Nominet Trust, una ONG que financia proyectos de tecnología social.
"Tenemos que asegurarnos de que la tecnología enfatiza el codiseño, involucrando y atrayendo a personas mayores en el diseño de los servicios que quieren usar".
Algunos dicen que la próxima generación de ancianos estará más familiarizada con la tecnología porque ya habrán trabajado con ella, pero esto no eliminará la necesidad de aparatos especialmente adaptados, dice Millington.
"Hay cosas que no pueden cambiar, como la vista, el oído, la circulación y la pérdida de memoria".
La cara humana de la tecnología
Según Ofcom, la agencia británica de regulación del sector de telecomunicaciones, más de 7,5 millones de adultos en el Reino Unido nunca han usado internet. Muchos de ellos, dos quintos, tienen más de 75 años.
Para Anika Small, la clave reside en persuadir a la gente mayor sobre la cara humana de la tecnología.
"Es importante que encontremos formas de motivar a la gente mayor a usar internet, demostrándoles cómo puede mejorar su vida social, lo que les ayudará a mantenerse activos y vinculados", explicó.
Casserole, por ejemplo, es un servicio en internet que promete reunir a gente a la que le gusta cocinar con otros de la misma área que quizás no son capaces de cocinar por sí mismos.
También opera un servicio, Pair Up, que promueve comer juntos. Todos los que forman parte del esquema tienen más de 80 años.
Recuperando tradiciones
Por su parte, The Amazings, es una página de internet que pretende romper con el mito de que las generaciones mayores necesitan ayuda.
Para ello ubica a personas mayores en el centro de sus comunidades y reactiva una tradición perdida en la que se ve a las personas mayores como importantes miembros de la sociedad.
Actualmente, cuenta con más de 200 personas, desde periodistas a talladores de madera. Cada uno ofrece lecciones de habilidades perdidas, tanto clases sueltas como cursos completos.
Los cursos más populares son los que apelan a la nostalgia. "Tejer funciona bien, también el crochet, hacer cortinas o cualquier cosa manual", cuenta el portavoz del programa Liam Fay-Fright.
Apelar al conocimiento de una generación mayor tiene un gran potencial a la hora de beneficiar a toda la sociedad, opina.
Por ello, quizás deberíamos dar a nuestros mayores un poco de apoyo tecnológico.
La lección de tecnología de mamá, por Jane Wakefield
A sus 80 años, mi madre es bastante ducha en tecnología. Tiene una computadora, aunque un tanto vieja, y puede usar Skype, enviar correos electrónicos, buscar en internet, imprimir fotografías e incluso comprar algunas cosas.
La semana pasada recibió una clase de Silver Training con Pat Cunningham. Disfrutó de la lección y aprendió algunos trucos útiles para cerrar ventanas, así como a enviar documentos adjuntos.
Según me dijo después, fue mucho más útil que el curso en el que le "enseñaron cosas sobre Word que no necesitaba saber".
No obstante, no ha progresado con el celular inteligente y dice que no necesita ninguno, aunque almenos siempre lo tiene encendido, no como mi suegra.
Aún así, no se si un libro electrónico bajo el arbolito de navidad sería buena idea. Nada será mejor que un libro de verdad ante sus ojos.