China apuesta fuerte por los chips en busca de autonomía tecnológica
La audaz propuesta de una empresa estatal china de comprar el gigante de chips Micron Technology Inc. por US$23.000 millones es la muestra más reciente de la creciente ambición del país por ir más allá de los dispositivos electrónicos para convertirse en una amplia superpotencia tecnológica.
El acuerdo propuesto por Tsinghua Unigroup Ltd. sería la mayor compra realizada por una firma china, y probablemente enfrentará obstáculos regulatorios y un profundo escepticismo sobre el precio ofrecido.
No obstante, el mero hecho de apuntar a Micron, uno de los mayores fabricantes de procesadores del mundo, demuestra que China está decidida a ser protagonista no sólo en el ensamblaje de electrónicos como smartphones y computadoras, sino también en la fabricación de componentes claves para su funcionamiento.
Casi desconocida fuera de China, Tsinghua Unigroup ha estado a la sombra de otras empresas tecnológicas chinas como el gigante del comercio electrónico Alibaba Group Holding Ltd. y el fabricante de teléfonos inteligentes Xiaomi Corp. Sin embargo, en los últimos dos años, se ha transformado en la mayor compañía de semiconductores de China mediante la compra de dos grandes fabricantes de procesadores chinos, Spreadtrum y RDA Microelectronics, mientras que también ha pasado a ser el principal socio chino de Intel Corp. y Hewlett-Packard Co.
Intel, el mayor fabricante mundial de microprocesadores, anunció el año pasado la compra de 20% de Tsinghua Unigroup. La operación le otorgó acceso al mercado de teléfonos móviles de bajo costo de China, aunque tuvo que compartir tecnología con la compañía china.
La ambición de Tsinghua Unigroup de ser una potencia en el sector de los semiconductores encaja con la inversión de miles de millones de dólares del gobierno para forjar una empresa nacional dominante de la industria, con el fin de complementar sus crecientes fortalezas en redes y computación.
En parte, las autoridades chinas se han visto motivadas a mejorar su autosuficiencia tecnológica por las revelaciones en 2013 de Edward Snowden, un ex contratista de seguridad de Estados Unidos, de que Washington estaba espiando a través de puertas traseras insertadas en productos tecnológicos estadounidenses.
Las preocupaciones sobre las empresas extranjeras han ayudado a impulsar las ventas de empresas chinas como Huawei Technologies Co. y ZTE Corp., dos grandes proveedores de equipos de redes; Lenovo Group Ltd., que vende computadoras y otros hardware; e Inspur Group Co., un fabricante de servidores.
Se prevé que Tsinghua enfrente una rigurosa evaluación por parte del Comité de Inversiones Extranjeras de EE.UU., que examina transacciones internacionales por razones de seguridad nacional. Si surgieran serias inquietudes, el presidente Barack Obama podría bloquear el acuerdo.
Los semiconductores representan un nuevo foco de interés para China. Leo Li, presidente ejecutivo de Spreadtrum Com-munications Inc., la mayor subsidiaria de fabricación de chips de Tsinghua Unigroup, le dijo a The Wall Street Journal en enero que el gobierno central había expresado interés en producir "teléfonos seguros" para sus funcionarios en los que todos sus componentes centrales fueran nacionales.
Tal esfuerzo ha socavado las ventas de empresas estadounidenses como International Business Machines Corp., Cisco Systems Inc. y Microsoft Corp., indican fuentes al tanto.
Los chips de memoria son uno de los segmentos más importantes del sector de semiconductores, debido a que son partes esenciales de toda clase de computadores y la mayoría de los aparatos móviles. Micro, con sede en Boise, Idaho, es el último proveedor estadounidense que queda de una variedad ampliamente utilizada llamada memoria dinámica de acceso aleatorio (DRAM, por sus siglas en inglés). También produce la memoria flash NAND, que almacena datos en smartphones y otros dispositivos móviles.
La oferta de Tsinghua Unigroup de US$21 por acción representa una prima de 19% sobre el precio de cierre de Micron el lunes, pero está muy por debajo de los US$35 que la empresa estadounidense valía a fines de 2014, antes de que sus ganancias se vieran afectadas por una desaceleración en el mercado de computadoras personales.
Los analistas dudan de que Micron acepte una oferta tan baja y no creen que el gobierno estadounidense permita una tran-sacción de este tipo.
Aunque sus plantas fabrican muchos productos de alta tecnología, China está rezagada frente a otros países en la fabricación de chips. Algunos equipos de producción de semiconductores están sujetos a controles a la exportación de EE.UU. que tienen como objetivo restringir el acceso a tecnología que pudiera ayudar a fabricar chips de vanguardia. Las empresas adquiridas por Tsinghua Unigroup por ahora se especializan en el diseño de chips y ceden la manufactura a otros.
La producción de chips de memoria requiere un conocimiento manufacturero avanzado y pericia en el diseño. Srini Sundararajan, director gerente de Summit Research Partners, dice que China está rezagada en el desarrollo de estos componentes y destina US$13.000 millones al año a compras de chips del exterior. El interés de Tsinghua Unigroup en Micron, señala, forma parte de esfuerzos estratégicos más amplios para corregir esta deficiencia. Micron posee muchas patentes de tecnología de memoria y opera fábricas avanzadas en EE.UU., Taiwán, Japón y Singapur.
"Si terminan comprando Micron, entrarían automáticamente en la tecnología de punta", sostiene Jim Handy, investigador de mercado de Objective Analysis.
Tsinghua Unigroup fue fundada en 1988 por la prestigiosa Universidad de Tsinghua, donde estudiaron el presidente Xi Jinping y otros altos funcionarios del gobierno. La empresa sigue teniendo influencia en los líderes en Beijing en parte gracias a dichos vínculos. El hijo del ex presidente Hu Jintao fue director de la empresa matriz de Tsinghua en representación del Partido Comunista.
Bajo la batuta del presidente de la junta, Zhao Weiguo, Tsinghua Unigroup es considerada más una empresa oportunista que un brazo de Beijing. Zhao, quien hizo una fortuna con el carbón y el gas natural antes de unirse a Tsinghua Unigroup, aprovechó para comprar Spreadtrum en 2013 cuando ésta evaluaba dejar de cotizar en bolsa, según fuentes cercanas.
Zhao redobló sus esfuerzos cuando China declaró el sector de chips como una prioridad y destinó miles de millones de dólares a su desarrollo después de las revelaciones de Snowden. El fondo de respaldo del sector de chips indicó en febrero que invertiría 10.000 millones de yuanes (US$1.600 millones) en Tsinghua Unigroup en los próximos cinco años.
Zhao le dijo a The Wall Street Journal hace unos meses que su empresa no era una fachada del gobierno y que no estuvo al tanto del plan oficial de apoyar a los semiconductores antes de empezar a invertir en el sector. No obstante, reconoció los estrechos lazos de la compañía con altos funcionarios, lo que ha llevado a empresas estadounidenses a buscar alianzas para navegar las agitadas aguas políticas de China.
Liz Hoffman, William Mauldin y Dana Mattioli contribuyeron a este artículo.
The Wall Street Journal