Con ofertas muy tentadoras pero volátiles, cada vez más famosos en todo el mundo promocionan soluciones financieras cripto y despiertan sospechas
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“¿Pensás que por vivir en la Argentina no podés invertir? Dale un giro a tu vida. ¿No me creés? Entrá en el link, sacate las dudas y ¡empezá a cambiar tu vida!”, aseguró hace diez días Carolina “Pampita” Ardohain en su cuenta de Instagram. La modelo y conductora es una de las famosas que comenzaron a promocionar inversiones en criptomonedas con promesas de ganancias meteóricas. Sin regulación por parte del Estado, este tipo de contenido en redes sociales comienza a ser moneda corriente en la Argentina, mientras que en otras partes del mundo ya se toman otro tipo de medidas, como la reciente denuncia contra Kim Kardashian y Floyd Mayweather por promocionar tokens vendidos por EthereumMax.
En nuestro país no existe una regulación sobre la actividad de los influencers, a pesar de su creciente peso en nuestra vida cotidiana: de acuerdo con un informe publicado hace algunos meses por Ninch Academy, el 62% de los argentinos y las argentinas admite que los influencers tienen injerencia en sus decisiones de compra y el 82% probaría una nueva marca por recomendación de alguno de ellos.
Si bien luego de polémicas como la provocada por la promoción de Lumispa, un dispositivo para exfoliar la piel de la cara de la compañía Nuskin, hubo intentos por lograr una legislación que regule la actividad, nunca se avanzó con ningún proyecto. Pero el escándalo que se acaba de desatar en los Estados Unidos y una serie de recientes campañas volvieron a poner el tema en el centro de escena.
En junio del año pasado distintas celebridades estadounidenses como Kardashian, el boxeador Mayweather Jr. y el basquetbolista Paul Pierce promocionaron en sus cuentas de Instagram y en eventos deportivos tokens vendidos por EthereumMax. Ahora, un residente de Nueva York que compró tokens y perdió dinero inició una demanda colectiva denunciando que estas celebridades usaron su popularidad para aumentar el precio de los tokers y obtener un beneficio “a expensas de sus seguidores e inversores”.
De acuerdo con la demanda, se trató de un esquema de “pump and dump”, en el cual los inversores ayudan a inflar el valor de las acciones para luego venderlas. En el caso de los tokens vendidos por EthereumMax, aumentaron un 632% por ciento en valor después de que Mayweather y Pierce la promocionaron en Instagram y Twitter. Días más tarde el valor se desplomó en un 98% pero, de acuerdo con la denuncia, los creadores de la moneda vendieron sus acciones un día antes de la caída.
En nuestro país no existen denuncias al respecto, pero en las últimas semanas la promoción de herramientas financieras basadas en criptomonedas se multiplicó. Marcelo Tinelli, Zaira Nara, Silvina Escudero, Darío Barassi, Yao Cabrera y Jimena Barón son algunas de las personas que promocionaron en sus redes VayoCoin, una moneda que promete ganancias del 135% en dólares o pesos en ocho meses.
El fondo de inversiones Coinx, por su parte, contrató a Pampita, Alejandro Marley Wiebe, Candelaria Tinelli, Yanina Latorre y Nicolás Occhiato, entre otros, para promocionar en sus stories la promesa de una rentabilidad mensual del 5% al 8% en dólares, un número muy superior al que puede lograrse con una inversión convencional.
Por qué sucede
LA NACION se comunicó con Coinx, que confirmó la oferta ofrecida por los influencers. “Disponemos de inteligencias artificiales que nos ayudan a tomar las mejores decisiones basados en datos cuantitativos. Son algoritmos o sistemas que analizan el mercado de criptomonedas de manera simultánea y en tiempo real, tienen en cuenta más de 200 variables y correlaciones entre las principales 400 monedas que se operan en la actualidad. Dentro de la diversificación de los fondos también disponemos una estrategia de inversión similar que nos permite operar otros activos menos volátiles como la cotización del oro en el mercado de futuro”, explicó Juan Manuel Malaspina, director de inversiones de la compañía.
Pero detrás de explosión de famosos e influencers dando consejos financieros sobre criptomonedas en redes parece haber más una estrategia de supervivencia obligada por las circunstancias que una decisión genuina por parte de las empresas.
Y es que desde el 3 de agosto pasado, Google endureció sus lineamientos sobre productos y servicios financieros. De acuerdo con el documento Update to Financial products and services policy, sólo podrán hacer anuncios en su plataforma Google Ads aquellas compañías que tengan un registro en FinCEN, la red de control de delitos financieros, como empresa de servicios monetarios, además de cumplir con los requisitos legales de cada país.
Meta, por su parte, mantiene una política similar para publicidades en Instagram y Facebook aunque hace un mes anunció que comenzará a permitir anuncios de empresas que cumplan con requisitos menos exigentes que los de Google.
Esto vuelve muy difícil llevar adelante campañas de marketing digital tradicional para esta industria, y hace que esos presupuestos se vuelquen hacia los influencers, que pueden cobrar por estas campañas hasta 200 mil pesos por una story en su cuenta de Instagram. Sin dudas, una oferta muy tentadora en un ámbito que, por ahora en nuestro país, no tiene regulación.