Cargadores: una guía para elegir el modelo portátil o de pared para tu celular o tableta
Consejos para tener en cuenta a la hora de comprar un cargador portátil o de pared por su capacidad, velocidad de carga y prestaciones
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Un accesorio que a veces pasa desapercibido puede convertirse en breve en uno de los productos más buscados por los usuarios de celulares de todo el planeta. La decisión de la mayoría de los fabricantes de smartphones de no incorporar los cargadores en sus cajas puede producir un lógico boom de ventas.
La razón aducida para que ya no vengan en el packaging de los celulares es, por un lado, ecológica: reducir la basura electrónica, un problema cada vez más preocupante. Pero también se trata de una cuestión económica, porque las empresas se ahorran unos cuantos dólares al no incluir el cargador en la caja y venderlo por separado. Esto les permite diseñar cajas más pequeñas, con lo que no solamente ahorran cartón, sino que al disminuir su tamaño, logran meter muchas más cajas en los camiones, barcos o aviones que los transportan. Así, en un solo envío pueden transportar más equipos para su venta.
Sin el cargador en la caja, entonces, habrá que comprarlo por separado. Pero hay varias cosas a tener en cuenta antes de elegir uno. En primer lugar, lo ideal es que sea de la misma marca que el smartphone. Esto facilitará mucho las cosas. Después, fijarse en la corriente de carga, que se mide en amperes (A). Cuanto mayor sea, más rápida será la carga. Los cargadores que alcanzan los 2,5 A son los más comunes, pero si llegan a más, mejor. En segundo lugar, el voltaje o tensión que soporta el cargador se expresa con la letra V (por voltios) y es importante asegurarse de que sea el mismo o mayor que el que figura en la batería o manual del smartphone. Suelen variar entre 5V y 12V o más. Finalmente, la W marca los watts o vatios y expresan la potencia y la velocidad de carga.
El tipo de cable que se vaya a elegir también es importante. Debe ser compatible con el cargador, que debe tener puerto USB-A para conectar el cable. Luego, el estándar actual para la conexión de los smartphones con Android es el puerto USB tipo C o USB-C, aunque aún hay modelos con el puerto microUSB. Por su parte, los iPhone usan el puerto Lightning.
Poner a cargar un dispositivo con un cable corto casi siempre es una molestia, porque habrá que planear cómo colocarlo para que no se caiga desde una superficie alta o se dañe si queda cerca del piso. Por otro lado, un cable demasiado largo puede llegar a enredarse o quedar demasiado estirado, lo que facilita que alguien se tropiece con él. Un cable de buena calidad y el largo adecuado evitará dolores de cabeza. También hay que fijarse en el diámetro, porque cuanto más grueso y de mejor material sea el cable, menos posibilidades habrá de que se rompa.
Teniendo en cuenta todo esto, estos son los distintos tipos de cargadores que se pueden conseguir en la Argentina.
Comunes
Son los que se consiguen a partir de los $150 en cualquier lado: los ofrecen los vendedores ambulantes, en un kiosco, en el tren, en un local de accesorios en la peatonal de casi cualquier destino turístico, donde sea. Se pueden conseguir modelos para enchufar a la pared, otros al encendedor del auto y pueden traer una o hasta dos salidas USB, lo que suele diferir en la capacidad de carga.
Estos cargadores económicos (casi siempre de origen chino o de marcas ignotas) no siempre brindan la potencia necesaria (suelen ser de 1 o 2 A), lo cual hace que la carga sea mucho más lenta, además de que pueden llegar a dañar la batería.
Carga rápida
Son aquellos que superan los 10 vatios de potencia (W). El USB Power Delivery 3.0 da soporte para hasta 100W de carga, con fuentes de energía de 5, 9, 15 o 20 voltios.
Con estos cargadores, las baterías de los distintos dispositivos se cargan en apenas unos minutos, aunque hay que fijarse las características de cada uno para evitar problemas de compatibilidades entre marcas. Conviene seguir algunas indicaciones puntuales para celulares Android.
Otra opción son los cargadores que incluyen un puerto USB Power Delivery (PD), un estándar universal de carga capaz de llegar a los 100W y que podría alimentar a otros dispositivos además de un smartphone.
Su precio varía, pero difícilmente estén por debajo de los $500.
Cargadores portátiles (Power bank)
Los cargadores portátiles se extendieron profusamente durante los últimos años. Son un salvavidas para los viajeros, quienes usan su equipo mientras van o vienen a su trabajo o quienes no pueden acceder a un tomacorriente durante el día.
La capacidad es el aspecto más importante de estos productos, y se mide en mAh o miliamperios-hora. Cuanto más traiga, mayor será la carga que efectúe al smartphone.
Una de buena capacidad, por ejemplo de 10.000 mAh, permitirá casi dos cargas completas de un smartphone con una batería de 3000 mAh. Pero su comportamiento es parecido al de las baterías de los celulares: su capacidad de carga depende a su vez de cuánto haya sido cargada previamente y su rendimiento dependerá de su vida útil (al principio funcionan muy bien y de a poco se van desgastando) y hasta de las condiciones climáticas (altas o bajas temperaturas).
Puede venir con varios puertos de carga (algunos más rápidos que otros) y si se conectan varios dispositivos a la vez distribuirá la energía de la manera más conveniente. Ahora bien, en cuanto a velocidad de carga, los Power Bank se suelen tomar su tiempo, porque en general no cuentan con la opción de carga rápida.
Los comunes suelen contar con un puerto microUSB propio (para ser cargados) y un USB-A común para enchufar el cable. Pero también los hay inalámbricos (cargan por inducción) y hasta solares. Salvo estos últimos, no suelen traer cargadores propios ni cables, así que habrá que utilizar alguno para poder cargar al celular.
Los precios varían según la potencia, las características y la marca de cada dispositivo: se pueden conseguir marcas genéricas, casi siempre de origen chino, desde $350 (2600 mAh) hasta más de $20.000 (10.000 mAh o más).
Hubs, estaciones de carga y zapatillas con enchufes USB
Las estaciones de carga son una gran opción para darle energía en un solo lugar a todos los dispositivos del hogar. Se enchufan a la pared y traen varios puertos USB (con distintos niveles de corriente e incluso pueden incluir algunos de carga rápida) y docks donde acomodar los distintos equipos. Suelen venir sin los cables, que se venden por separado. Sus precios varían, pero arrancan aproximadamente en los $4000.
Claro que se puede optar por modelos portátiles, que se consiguen por alrededor de $700 en adelante. Estos suelen traer menos puertos y una potencia de carga menor.
Por su parte, hay zapatillas eléctricas comunes que incluyen puertos USB y otras diseñadas específicamente con esos puertos, con distintos niveles de corriente. Las más comunes traen unos 4 puertos y su precio arranca en los $400.
También es posible conseguir cables que se dividen luego en varios cables más pequeños, similares a los tentáculos de un pulpo, con distintas fichas de conexión. Suelen venir sin cargador, pero sirven para distintos modelos de smartphones al mismo tiempo o para cargar otro dispositivo, como una tableta. Son una opción más económica pero que no siempre garantizan buenos resultados, porque si el cable no es de buena calidad su vida útil será breve. Se consiguen desde los $300 en adelante.
Cargadores inalámbricos
Esta tecnología está ganando cada vez más terreno y es una buena opción para evitar lidiar con cables, aunque tiene sus vericuetos.
Una de las opciones es el modelo Halo, de la empresa Klip Extreme. Se trata de una plataforma donde es posible apoyar el smartphone y cargarlo de manera rápida (10W, 7,5W) como estándar (5W), dependiendo del modelo. Trae un indicador LED donde se muestra el nivel de carga. Es compatible con la certificación Qi, es decir, la tecnología de carga electromagnética o por inducción.
Otras marcas se consiguen por precios que superan los $1000.
Llaves de luz
Los interruptores de luz evolucionaron con los años y además de la tecla para prender o apagar o un enchufe, desde hace un tiempo pueden incluir un atenuador de luz o dimmer e, incluso, puertos USB. Las casas de electricidad los venden a precios que varían mucho, de acuerdo al modelo que se elija.
Muebles
En varias casas de muebles ya venden mesas de luz o escritorios con puertos USB o carga inalámbrica. En estos últimos, alcanza con apoyar los smartphones para que la carga se lleve a cabo. Para eso, los celulares deben incluir la tecnología de carga por inducción (Qi).
En tiendas de iluminación ya es posible conseguir mesas de luz o incluso lámparas que incluyen puertos USB y que funcionan como cargadores. En realidad, traen cables por dentro que quedan elegantemente fuera de la vista y aprovechan la corriente del enchufe para cargar los dispositivos.
Los respaldos de cama con luces y puertos USB y los sillones que incorporan estos puertos también se pueden conseguir en el mercado local. No es lo más insólito que se haya inventado: hace unos años se habían diseñado sillas capaces de cargar un smartphone.
Cargadores al paso
Asimismo, es cada vez más común ver lugares que ofrecen cargar el celular en forma gratuita, en lugares como aeropuertos, estaciones de subte o de Metrobus, en la playa o en algunos lugares turísticos (hay en Puerto Madero, por ejemplo).
En general son puertos USB o tomacorrientes donde poder enchufar el celular. Al cargarlo en estos lugares hay que tomar algunas precauciones que nunca están de más, como por ejemplo usar los cables propios y no los que ya puedan estar disponibles.
Tal vez la era de los cargadores que venían junto con los celulares haya llegado a su fin, pero las opciones para mantenerlos prendidos a todo momento son muchas. Es cuestión de elegir una o varias, de acuerdo a las necesidades o posibilidades económicas.
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