La compañía anunció que estará disponible en más de 40 idiomas y que desembarca en más territorios, incluyendo a Brasil y la Unión Europea. Las nuevas funciones de la Inteligencia Artificial, consejos de uso y para qué la usan las personas.
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Desde hoy se podrá usar Bard, el bot conversacional de Google, en español, desde el sitio oficial. El chatbot ya funcionaba en nuestro país desde el día de su presentación oficial, pero solo estaba en inglés, japonés o coreano. El gigante tecnológico anunció que suma más de 40 idiomas, incluyendo el árabe, chino, alemán y portugués.
La plataforma, que todavía es presentada como una tecnología experimental de Google, ahora está disponible en más países, incluyendo Brasil y 27 miembros de la Unión Europea. Es un modelo de lenguaje de gran escala, un modelo de Inteligencia Artificial (IA) generativa, al estilo ChatGPT, la plataforma más famosa hasta ahora.
Bard fue anunciada en febrero de este año como parte de las iniciativas de Google en IA. Pero ya en su evento I/O en mayo se lanzaron múltiples novedades y la extensión a 180 países, y ahora se presentaron más funcionalidades. Entre ellas, se destacan algunas:
- Escuchar las respuestas: Bard podrá hablar en voz alta, haciendo clic en el botón de audio de la plataforma. Esto podrá servir para conocer la pronunciación correcta de una palabra o para que los más chicos escuchen un cuento ideado en el momento por la IA.
- Fijar y renombrar conversaciones: se podrán guardar charlas previas con Bard, cambiarles el nombre, fijarlas o retomarlas donde las dejamos.
- Modificar respuestas: se le podrá pedir a la plataforma que cambie el tono o el estilo, y ofrecerá respuestas en opciones simple, larga, corta, profesional o informal (por ahora solamente en inglés).
- Compartir respuestas: si lo que nos dijo Bard nos interesó, o queremos enviarlo a otra persona, ahora es más simple compartir el chat completo o una parte de lo que nos dijo la plataforma.
- Colaboración con Lens: Bard ahora incorpora Google Lens, tanto para encontrar información sobre una imagen como para crear contenido usándola (sólo en inglés).
- Codificación: la nueva función permite exportar código Python a Replit.
Para qué sirve Bard
Según Romina Stella, Gerente de Producto en Responsabilidad para Bard, esta IA generativa “sirve mucho para explorar ideas, pensar actividades como pedirle una rutina de 15 minutos para hacer ejercicio. También qué se puede hacer con determinados materiales, o pedirle que genere poemas, canciones, historias o cuentos, algo que muchos usamos con nuestros hijos. También la posibilidad de pedir que explique en términos fáciles conceptos difíciles… o que le diga a un adulto mayor como usar un celular”. La ejecutiva también destacó que ven mucho entusiasmo en los usuarios que buscan generar códigos de programación, en diferentes lenguajes, y en formas de entenderlo o depurarlo.
Entre otras cosas, Bard permite acceder a diferentes opciones de respuestas. Por ejemplo, si le pedimos una receta con determinados ingredientes, podremos acceder a más de un plato. Lo mismo si le pedimos títulos para una nota, rutinas para hacer gimnasia o un cuento protagonizado por un miembro de la familia.
Bard además está pensado como un complemento al buscador de Google, quizás el servicio más famoso del gigante tecnológico. Por eso, las personas pueden usar Bard y al costado hacer clic en un botón para googlear tópicos relacionados, en forma similar a como Edge, el navegador de Microsoft, integra ChatGPT como “copiloto”.
5 maneras en las que se puede usar Bard, según Google
- Descubrir y explorar lugares icónicos en tu entorno: aquellas personas que estén de vacaciones o quieran conocer más de la localidad en la que viven, podrán solicitarle a Bard un sinfín de recomendaciones de sitios históricos, atracciones gastronómicas, parques y plazas, o cualquier sitio que sea de su interés. Además, podrán hacer listas e itinerarios para paseos o simplemente utilizarlo para inspirarse para tener una experiencia mucho más completa en dicho país o ciudad.
- Generar una infinidad de textos creativos: la herramienta puede generar diferentes formatos de textos creativos, como relatos, código, correos electrónicos, letras de canciones, cartas, etc. Por ejemplo, escribir una canción sobre el amor en el siglo XXI o que genere un código para una aplicación simple.
- Tener resúmenes de temas complejos: en ocasiones puede ser difícil entender un artículo complejo o simplemente las personas no disponen del tiempo suficiente para leerlo con suficiente atención. Bard puede ayudar a resumir un texto para su fácil comprensión. Tal es así que le podrías pedir que haga, por ejemplo, un resumen sobre la literatura en Hispanoamérica y su influencia en el mundo.
- Ayudar a programar: también puede ser un gran colaborador a la hora de realizar tareas de programación y desarrollo de software, como por ejemplo la generación o depuración de código. Esta capacidad está disponible en más de 20 lenguajes de programación como C++, Go, Java, Javascript, Python y Typescript. Y puede exportar fácilmente el código de Python a Google Colab, sin necesidad de copiar y pegar.
- Convertir problemas o cuestionamientos de la vida real en planes de acción: desde preguntar “¿por dónde empiezo si quiero vender mi casa?” hasta “¿Cómo encontrar trabajo rápido si soy recién egresado?” Bard puede acercar ideas para accionar un plan que permita ir paso a paso hacia este tipo de objetivos.
El dilema de la privacidad y la deuda de las respuestas imprecisas
Los datos de los usuarios y también la información que se genera con las interacciones con las IAs son tema de debate a raíz del auge de estas tecnologías. Según Google, con Bard los usuarios tienen la opción de borrar su historial o deshabilitar el compartir las interacciones con la plataforma. Desde la empresa destacan que es clave para que estos modelos mejoren recopilar estas interacciones y aprender de ellas, pero eso no quita que ofrezcan la opción de no hacerlo para los que quieran resguardar su privacidad.
Desde la compañía también destacaron que por ser una tecnología experimental, a veces puede dar respuestas no del todo precisas o incluso inapropiadas; en la industria se las llama alucinaciones, y todas las inteligencias artificiales generativas las tienen. “Ante la duda es mejor usar el botón de buscar en Google, si queremos chequear una respuesta de Bard”, detallaron, junto a la aclaración de que el feedback de los usuarios mejorará el servicio.
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