Banana: por qué casi un millón de personas están jugando en simultáneo a un juego gratis en el que no pasa absolutamente nada
El más reciente juego viral en Steam no tiene argumento: solo hay que hacer clic en la pantalla y esperar el tiempo suficiente como para recibir souvenirs, y eventualmente venderlos, si aparece un interesado
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Sobre gustos no hay nada escrito, dice el refrán, pero este juego lleva el concepto al extremo: en este momento hay casi un millón de personas (917.272 personas, en rigor, aunque muchos sospechan que un número significativo podrían ser bots) jugando a un juego de la plataforma Steam llamado Banana en el que no pasa nada. Quien se instale el juego verá una banana en pantalla, sobre la que es posible clickear... sin efecto visible. El luego comenzó a hacer viral a principios de mes, un mes después de su debut, cuando tuvo un pico de 46.413 personas jugando al mismo tiempo, y parecía un montón; desde entonces no ha parado de crecer, algo insólito si se tiene en cuenta que en el juego no pasa nada.
Jugar por el honor y la medalla
¿Es una estafa? No realmente, el juego no tiene costo. Pero tiene premio: alcanza con jugar un minuto cada tres horas para recibir una suerte de medalla, un ítem único que luego se puede intercambiar por otros dentro de la plataforma. Y es posible comprar, a modo de recordatorio de la locura que tiene a veces el mundo moderno, un souvenir: una banana que a diferencia de la original que se puede ver en pantalla (de aspecto maduro y saludable) está intervenida.
Hay múltiples bananas como premio, atadas a al tiempo invertido en el juego: está la banana hackeada, la biosnana (el booteo de una PC en forma de banana), la blackholenana (una banana con el halo similar a la fotografía de un agujero negro), la oceanana (una banana cuyo cuerpo es una animación de un oleaje) o Anomalynana, una banana con un trasfondo psicodélico. ¿Las querés? Tenés que pagar, a razón de 378,05 pesos cada una, teniendo en cuenta el precio original (25 centavos de dólar) y su cotización local. Son, de nuevo, souvenires: no es obligatorio el pago para el juego. Pero habilita la transformación de esas bananas digitales en algo parecido a los NFT: un elemento digital al que se le pueda asignar un valor de cambio.
Hay bananas especiales, que obtuvieron algunos usuarios y se venden en el mercado de Steam a mayor precio: la Crypticana, de la que solo hay 25, se vendió por 231 dólares (pero se ofrece otra a 1144 dólares); la Shiny Banana, por 82 dólares; incluso está la banana de diamante, que alguien ofrece a 832 dólares. Al parecer, hay una posibilidad en cien mil de que el juego brinde como premio esa banana, según explican en Dexerto.
¿Es un chiste? Sí, y no. Al igual que un antecesor directo (Egg, que pasó por Steam sin pena ni gloria), Banana pertenece a un tipo de juego llamado “clicker”, en el que no hay mucho por hacer salvo cliquear con el mouse en el juego para obtener algún premio o activar alguna acción en pantalla, usualmente siguiendo un guión que definió quien creó el juego, y luego ver si es posible intercambiar esas figuritas digitales con alguien que, por alguna razón, esté dispuesto a pagar por ellas.