Así se vería un gaucho argentino del siglo XXII, según la inteligencia artificial
Los pobladores típicos de la pampa húmeda cobran otra dimensión gracias a esta tecnología, que recopila información de la web para generar imágenes en segundos
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Aquellos que se pregunten cómo se vería un gaucho argentino del futuro pueden empezar a responder esta pregunta con la ayuda de la inteligencia artificial.
Estos pobladores típicos de la pampa argentina capturaron la imaginación de sus habitantes desde que el escritor y político José Hernández los inmortalizara en el “Martín Fierro”. “Soy gaucho, y entiendanló / como mi lengua lo esplica / para mí la tierra es chica / y pudiera ser mayor / ni la víbora me pica / ni quema mi frente el Sol”, decía Hernández en su recordado poema, en el que rescató para siempre del olvido a este grupo. Este tipo de obras asociadas a la literatura gauchesca, muy popular a fines del siglo XIX y principios del XX, dieron a estos pobladores del campo surgidos del mestizaje entre españoles y aborígenes la fama de diestros jinetes, renegados de buen corazón, entusiastas de la payada y el asado, que cabalgaban sin límites en los tiempos donde el alambrado no existía y el campo nacional era una tierra ilimitada de posibilidades.
Por su enorme popularidad, más de uno puede preguntarse cómo se verán los gauchos en el próximo siglo y una respuesta parcial puede surgir en minutos a través de asistentes web motorizados por inteligencia artificial, que recopilan información de la web para generar respuestas coherentes.
Una de las plataformas habilitadas para hacer esta actividad es Copilot, desarrollada por las empresas Microsoft y OpenAI. Esta app, que diseña imágenes en tiempo real y en pocos minutos, cuenta con tecnologías avanzadas de IA, generada por los últimos modelos de lenguaje de OpenAI, GPT-4 y DALL·E 3. A partir del prompt textual: “Cómo se vería un gaucho del futuro en la vida real”, el asistente genera una serie de imágenes para pensar a estos personajes bajo otra luz.
Así se vería un gaucho del siglo XXII, según la IA
La primera imagen de un gaucho del futuro generada por IA muestra un plano cercano de su rostro. Lleva un sombrero, que le cubre la frente blanca y el cabello fino y castaño, del mismo color que su barba rala. Su cara es como la de cualquier otro, salvo por unas gafas tecnológicas que le tapan los ojos. El gaucho del futuro lleva un poncho y un pañuelo anudado al cuello, mientras ceba un mate. Detrás de él, otras marcas del futuro: a pocos pasos del hombre, aparece un caballo mecánico, encendido a juzgar por las luces azules que ocupan el centro de sus ojos y otros puntos de su cuerpo. Detrás de ambos, los rascacielos de una ciudad futurista en la Argentina, separada de los personajes por una amplia franja de pampa húmeda.
El siguiente gaucho del futuro que genera la inteligencia artificial está solo, o casi solo, en la vastedad nocturna del campo argentino. El fuego encendido con mano diestra por este gaucho le ilumina una ¿armadura? metálica que le llega hasta los pies, pero que es recubierta en el resto de su cuerpo por un poncho. El hombre tiene puesto un casco futurista que le cubre los ojos, pero se puede adivinar que está mirando un dispositivo, similar a un celular, el cual emite energía. A pocos pasos del gaucho del futuro, se materializa el holograma de un caballo, acaso el vehículo en el que va a surcar la noche, iluminada por estrellas y satélites en el firmamento modernizado.
La noción misma de lo que es un caballo llega a otra dimensión en la última imagen con la que la IA de Copilot imagina al gaucho del futuro. En esta imagen, un gaucho de sombrero, poncho y botas se dispone a partir a caballo, pero el animal aparece convertido en máquina: está hecho de metal y funciona con energía eléctrica, que le ilumina los ojos de un azul digital y se propulsa a través de sus patas traseras. De esta forma, gaucho y caballo aparecen aquí a punto de emprender un viaje por el cielo claro de la pampa húmeda del siglo XXII.