Así se vería Sherlock Holmes en la vida real, según la inteligencia artificial
El detective creado por Arthur Conan Doyle adquiere otra luz a partir de imágenes generadas por esta tecnología, que recopila información de la web para realizar respuestas en segundos
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Los fanáticos de las novelas de detectives que se pregunten cómo se vería Sherlock Holmes en la vida real pueden empezar a responder esta pregunta a través de la inteligencia artificial.
Continuando el camino iniciado por Edgar Allan Poe, el escritor británico Arthur Conan Doyle expandió la fama del género policial con las aventuras de Sherlock Holmes, cuya primera entrega es Estudio en Escarlata, de 1887. Posteriormente, el personaje, y su conocido ayudante, Watson, pasaron por distintas entregas como El Sabueso de los Baskerville y El Signo de los Cuatro, donde Holmes puso a prueba su infalible lógica deductiva, que lo volvió uno de los personajes más conocidos de la era victoriana.
Por su enorme popularidad, más de uno querrá saber cómo se vería Sherlock Holmes en la vida real. Aunque distintos actores interpretaron al conocido detective a lo largo del tiempo, una nueva respuesta puede surgir en minutos a través de asistentes web motorizados por inteligencia artificial, que recopilan información de la web para generar respuestas coherentes.
Una de las plataformas habilitadas para hacer esta actividad es Copilot, desarrollada por las empresas Microsoft y OpenAI. Esta app, que diseña imágenes en tiempo real y en pocos minutos, cuenta con tecnologías avanzadas de IA, generada por los últimos modelos de lenguaje de OpenAI, GPT-4 y DALL·E 3. A partir del prompt textual: “Cómo se vería Sherlock Holmes en la vida real”, el asistente genera una serie de imágenes para pensar al personaje bajo otra luz.
Así se vería Sherlock Holmes en la vida real, según la IA
La primera imagen con que la inteligencia artificial imagina a Sherlock Holmes lo muestra en la ciudad de Londres, escenario en el que suele moverse el personaje creado por Arthur Conan Doyle. Para protegerse del lluvioso clima londinense, el hombre lleva puesta una gorra de cazador bordada en tweed, similar a la tela que cubre su sobretodo, abrigo que remata con una bufanda gris.
Tiene la piel blanca, pero la barba rala le recubre el extremo inferior del rostro y deja adivinar el color de su cabello bajo la gorra. La mirada aguda y penetrante está enfocada en un punto desconocido, por fuera de la imagen. Su mano derecha sostiene una pipa de madera encendida, de la cual fuma, hundido en la contemplación.
Copilot mantiene algunos elementos distintivos del detective ficticio en la segunda imagen con la que imagina a Sherlock Holmes en la vida real. Todavía situado en Londres, algo que es perceptible a través del característico autobús doble que se observa detrás de su espalda, esta versión de Sherlock Holmes parece mirar al espectador a los ojos, con la mirada parcialmente oscurecida por el ala de un sombrero. Lleva puesto un sobretodo del mismo color, con un saco gris, camisa y corbata debajo. En la mano, Holmes lleva la pipa, pero en este caso aparece apagada.
La última imagen que la inteligencia artificial genera de Sherlock Holmes redefine algunos de los detalles presentes en las otras imágenes. Aquí también es un hombre blanco de piel blanca y barba rala, con sobretodo y gorro de tweed, que fuma una pipa, pero en este caso tiene guantes. Por alguna razón, eminentemente lógica al tratarse del detective, estos guantes le dejan expuesto el dedo pulgar y el índice.
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