Así se vería el Quico del Chavo del 8 hoy si fuera un niño de verdad, según la inteligencia artificial
El recordado personaje interpretado por Carlos Villagrán puede verse bajo otra luz con la ayuda de la tecnología, que genera imágenes en segundos
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LA NACION
Las personas que se pregunten cómo se vería Quico del Chavo del 8 hoy si fuera un niño real pueden empezar a responder esta pregunta, a través de asistentes de inteligencia artificial.
Este personaje, cercano al joven huérfano que protagoniza la tira creada por Roberto Gómez Bolaños, representa a un niño de 9 años, también es huérfano de padre. Tal vez por eso su afinidad con el Chavo, a quien suele callar con su popular latiguillo: “¡Cállate, cállate que me desesperas!”. Interpretado por Carlos Villagrán, Quico representa a un niño engreído y egoísta, desesperado por la atención, que solo encuentra consuelo en el abrazo de su madre, Doña Florinda, que le hace creer que es mejor que los otros niños, a quienes llama “la chusma”.
Por la enorme popularidad del Chavo del 8, más de uno querrá imaginar cómo se vería Quico si fuera un niño de verdad en los tiempos actuales. Los asistentes motorizados por inteligencia artificial, que recopilan información de la web y la cohesionan en respuestas textuales o de imágenes en segundos, son una buena manera de responder esta pregunta de manera parcial.
Una de las plataformas habilitadas para hacer esta actividad es Copilot, desarrollada por las empresas Microsoft y OpenAI. Esta app, que diseña imágenes en tiempo real y en pocos minutos, cuenta con tecnologías avanzadas de IA, generada por los últimos modelos de lenguaje de OpenAI, GPT-4 y DALL·E 3. A partir del prompt textual: “Cómo se vería Quico del Chavo del 8 hoy en la vida real”, el asistente genera una serie de imágenes para pensar a estos personajes bajo otra luz.
Cómo se vería Quico del Chavo del 8, según la inteligencia artificial
La primera imagen de Quico del Chavo del 8 que genera la IA de Copilot lo muestra vestido en un uniforme negro de marinero, con sus particulares colores azul rojo y amarillo en el gorro que adorna su cabeza. El cabello de este Quico, lacio y castaño, cae sobre su frente trigueña. Si los ojos de este personaje no alcanzan a denotar su alegría, sí lo hace la prominencia de sus mejillas, otro rasgo inconfundible de Quico que en este caso se ve maximizado por su sonrisa, poblada por sendos hoyuelos.
La segunda versión de Quico pensada por la IA tiene algunas reminiscencias al estilo del artista Fernando Botero, que suele presentar figuras rollizas, como este niño de amplias mejillas que representa a Quico. Con algunas licencias de estilo, como la mexicanización del gorro, Copilot busca reforzar el origen del personaje. En el fondo de la imagen, muestra una escena urbana asociada a la vecindad donde transcurre la tira creada por Roberto Gómez Bolaños.
La tercera imagen de Quico que crea Copilot tiene retazos de la anterior, pero en otro estilo. El niño mantiene su sombrero mexicano y el uniforme de marinero, que aquí aparece blanco. También son prominentes sus mejillas, rasgo distintivo de este personaje. De fondo, la inteligencia artificial genera una escena callejera típica de Latinoamérica, que busca subrayar el origen de este niño ficticio al que la IA permite ver bajo una nueva luz.
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