Así es Qüint QB1, la bicicleta eléctrica plegable diseñada en la Argentina
Es de la marca Qüint, que pertenece al Grupo Mirgor; su diseño es local y parte de sus componentes electrónicos se fabrican en el país
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El concepto de movilidad sustentable impulsa hoy muchos productos: vehículos, motos y bicicletas, todos en formato eléctrico o eventualmente hibrido. Se trata de un segmento en crecimiento y que en el caso de las bicicletas es la puerta de entrada al mercado masivo.
En este contexto, el Grupo Mirgor, fabricante de componentes de Tierra de Fuego y socio estratégico de muchas marcas internacionales que fabrican en el país, comenzó el diseño (totalmente argentino) y desarrollo de su proyecto de bicicleta eléctrica en plena pandemia.
Qüint es la marca propia de la compañía, con la que diseña y fabrica productos en la Argentina, y tiene todas las intenciones de exportar. Hasta el momento solo tenía televisores en su catálogo; ahora suma bicicletas eléctricas, un producto desarrollado y pensado para ofrecer una movilidad más amigable con el medio ambiente: se sabe que es el producto menos contaminante para movilizarse.
Según explicaron en la compañía, este desarrollo demandó una inversión superior a los $ 45 millones solo para la etapa inicial. “Hoy comenzamos la comercialización de 250 unidades. Luego, pasaremos a una segunda etapa con 1000 unidades y una producción mensual estimada de 200 unidades, ya para fin de año”, explicaron desde la compañía.
Desde el punto de vista técnico, este lanzamiento (su primera bicicleta eléctrica) se destaca por contar con 36 meses de garantía por el cuadro, los componentes electrónicos y la batería. A su vez, tiene una autonomía de 60 km con pedaleo asistido, mientras que la asistencia del motor alcanza una velocidad de 25km/h. Si en cambio, se decide arrancar todas las paradas con el acelerador, la autonomía alcanza los 30 km. Cabe la aclaración que en modo pedaleo tradicional, la bicicleta puede alcanzar mayores velocidades, sobre todo si se circula en bajada.
Cuenta con una batería desmontable que permite la carga desde el hogar (con toma estándar de 220V y cargador de celular) sin la necesidad de mover la bicicleta (para, por ejemplo, dejar la bici en un garage o estacionamiento cubierto y llevar la batería para cargarla en la oficina o el hogar). También, al ser plegable, se puede guardar en distintos lugares sin ocupar tanto espacio, posee soporte para el celular en el manubrio, luces, asistente de arranque y frenos a disco.
Entre otras características, cuenta con rodado de 20 pulgadas, amortiguador en la rueda delantera (esencial para las calles de la ciudad de Buenos Aires) con ajsute manual. El cuadro está fabricado en aluminio y tiene un motor con una potencia de 250w en la rueda trasera. Su peso es de 23 kilos, un número muy optimizado para los productos plegables que suelen ser bastantes pesados.
La batería tiene una vida útil de unos 800 ciclos (es decir, 800 cargas completas) mientras que el tiempo de carga es de unas 4 horas. La batería está armada en forma local: “la fabricación integral en el país nos permite ofrecer un servicio de posventa que no existe en el mercado local, pudiendo abastecer de repuestos inmediatamente de ser necesario”, explicaron durante la presentación.
La compañía dice que el diseño y la fabricación del powertrain (el componente que gestiona el funcionamiento del motor en base al pedaleo o el botón de aceleración) está hecho en la Argentina.
Asistente digital
La compañía busca diferenciarse de las muchas bicicletas eléctricas que hay en el mercado local (incluyendo las que planea Motomel bajo la marca Teknial). Pero sin lugar a dudas, lo más destacado es el valor agregado que la marca le sumó a su producto: una aplicación propietaria para gestionar el uso de la bicicleta y además, entre otros atributos, permite anular su uso en caso de ser robada.
La app se llama Qüint Mobility, y permite sincronizar el smartphone del usuario con la bicicleta. Mediante el uso de la aplicación, los usuarios podrán: acceder al manual de usuario, bloquear y desbloquear el motor, ver el estado de carga de la batería, modificar el nivel de asistencia, visualizar la velocidad actual, medir la distancia recorrida y conocer el estado de los dispositivos electrónicos de la bicicleta y por supuesto, actualizar el software del producto. El sistema permite más de un usuario para la misma bici.
Durante la prueba que hizo LA NACION se destacó el retardo del acelerador, que permite tener un mayor control de la bicicleta, y que de no contar con esta característica ocasiona (y hay innumerables videos virales al respecto) muchos accidentes o pérdida de control. Asimismo, la bicicleta mostró buena performance y estabilidad en las bocacalles y en el empedrado.
Estas bicicletas tienen un valor de 799.999 pesos (como referencia, otros modelos de bicicletas eléctricas plegables tienen un precio local de entre 600.000 y 1 millón de pesos); se pueden adquirir de forma online mediante el sitio web de Tienda Diggit y cuentan con entrega gratis a todo el país.