Así es el nuevo Moto E con 4G que se vende en la Argentina
Probamos la nueva versión del smartphone más económico de Motorola, que tiene una pantalla de 4,5 pulgadas y chip de cuatro núcleos
Motorola presentó, en febrero último, el Moto E con 4G, que anunció en el país en abril. La compañía nos dio uno para probar; va aquí su evaluación.
El Moto E con 4G es la renovación de la línea más económica de Motorola. El equipo tiene un precio aproximado de $ 3800 con Movistar o de $ 2800 con Personal con planes de $ 220 al mes (en promedio); con abonos más baratos el equipo tiene un precio más alto. Claro lo promociona a casi el doble ($ 5200) con un plan de $ 190, como parte (probablemente) de un conflicto comercial regional que lo deja más caro que la versión liberada (3999 pesos). Compite, entre otros, con el Microsoft Lumia 635 (menos de 2000 pesos) y con el Alcatel OneTouch Idol 2 Mini S que probamos hace poco.
Qué trae
En prestaciones es muy similar al Moto G con LTE (el de 2013), y de hecho las operadoras tienen a ambos modelos a un precio acorde.
El equipo ofrece una pantalla de 4,5 pulgadas y 960 x 540 pixeles, un chip Qualcomm Snapdragon 410 de cuatro núcleos a 1,2 GHz, 1 GB de RAM, una cámara de 5 megapixeles sin flash (graba video en 720p) y otra de resolución VGA al frente para videollamadas; 8 GB de almacenamiento interno (algo más de 5 GB libres para el usuario) expandibles con una memoria microSD; conectividad 4G (AWS), 3G, Wi-Fi, GPS, Bluetooth, radio FM. La batería, fija, es de 2390 mAh.
Dimensiones: 129,9 x 66,8 x 12,3 mm. Pesa 145 gramos.
Diferencias más notorias con el Moto G con LTE (2013): la pantalla es de menor resolución, pero la batería es más grande. El procesador del Moto E es más moderno, pero el rendimiento es muy similar.
Qué tal es
Aunque es relativamente grueso (casi 12 mm) es muy cómodo de llevar en la mano, gracias al tamaño de la pantalla, que es de 4,5 pulgadas (adecuado, y algo ya inusual en días de equipos con pantallas de 5 pulgadas o más). También, a la sólida estructura de plástico, redondeada en la parte trasera, y con un acabado que le da buen agarre, lo mismo que el tramado de la banda de plástico flexible que rodea el equipo, que se puede cambiar y que es lo único de color que lleva el teléfono (y lo único que se puede quitar; el móvil está hecho en un solo bloque de plástico).
Esa banda es la que tiene los únicos botones del teléfono (de bloqueo y de volumen) y que oculta las ranuras para la microSIM y la microSD que están en uno de los laterales del teléfono.
Ya no es posible cambiar la tapa de la batería para cambiar el color del Moto E, pero Motorola vende varias bandas de colores para decorar el equipo.
La única marca en el frente, más allá del vidrio de la pantalla, es banda metálica que esconde el parlante (para las llamadas y para hacer de altavoz). Al costado está la cámara frontal.
El procesador y la memoria son suficientes; no es el más rápido de la cuadra ni por asomo, pero su precio es un tercio (o menos) de los tope de línea locales. Como sea, anda bien, en términos generales.
El teléfono corre Android Lollipop, la más reciente versión de Android, que entre otras cosas trae, como elemento más notorio para el usuario, un cambio en la interfaz de usuario, además de mejores notificaciones y toda una serie de cambios internos que hacen más poderoso al sistema operativo pero que, también, le agregan un poco de trabajo extra al teléfono.
Así, a veces le toma un momento más de lo esperado el cargar una aplicación, sobre todo cuando ya acumula varias aplicaciones activas, algo que los Moto G con KitKat no sufren. Pero está lejos de ser algo problemático; una vez que la aplicación cargó funciona sin inconvenientes (sea una herramienta o un videojuego); y estamos hablando de un equipo que apunta al segmento más económico del mercado. Seguro es más rápido que el Moto E original.
Corre la versión 5.0.2 de Android; la 5.1 (y ulteriores) debería ayudar a mejorar el rendimiento (sobre todo, a corregir algunos problemas de manejo de la RAM)..
Qué es lo mejor que tiene
Hablando de Lollipop: como en el resto de sus modelos, Motorola eligió no modificar el Android que ideó Google, lo que facilita su actualización y reduce el impacto que tiene sobre la memoria interna.
Motorola sólo agregó unas pocas funciones adicionales, que debutaron en el Moto X y que son muy útiles. Para mí, la mejor es la que muestra tres notificaciones con la pantalla "apagada" (toda en negro, con la silueta de una notificación en blanco); se puede tener una vista previa sin tener que activar la pantalla por completo ni desbloquear el teléfono, etcétera.
También se puede activar la cámara girando el teléfono en el aire como si fuera un picaporte, y el teléfono se pone en silencio automáticamente por la noche o durante una reunión (si el usuario lo desea). La compañía sumó, además, un asistente para migrar los datos de otro teléfono (sea de Motorola o de otra marca) al nuevo Moto E.
Son pocos agregados, pero suficientes: tanto Lollipop como la tienda de aplicaciones ofrecen todo lo que el usuario podría llegar a necesitar.
La batería (fija), más holgada que la del Moto G, deja su impronta, ya que la autonomía del teléfono es, para los tiempos que corren, excelente; es fácil lograr un día de uso sin inconvenientes. Lollipop debería aportar aquí también un consumo más eficiente de la batería; ayudan la pantalla y el procesador. Dependerá del uso que le de cada uno, sin duda, pero en general es un teléfono para salir de casa sin el cargador.
El 4G funciona muy bien; incluso tuve señal en lugares (como el interior de mi casa, rodeada de cemento) donde no suelo tener. El audio de las llamadas estaba bien (gracias a la inclusión de un segundo micrófono para cancelación de ruido ambiente), lo mismo que el funcionamiento de la radio FM.
Qué es lo más flojo que tiene
La cámara del Moto E original era mediocre, y aquí no hay cambios. Motorola mejoró notablemente la cámara entre las dos versiones del Moto X y las del Moto G; aquí la actualización es menos notoria.
La calidad de las imágenes no es gran cosa. Cumple su función y ya. A la vez, es difícil exigirle más con el precio que tiene el teléfono, aunque me parece que las de los Lumia económicos (el 635 y el recién llegado 735) son mejores.
El almacenamiento interno también es limitado, aunque sin diferencias respecto de otros teléfonos con 8 GB (de los que quedan 5 GB libres para el usuario); será fundamental para quienes quieran aprovechar este equipo el usar una tarjeta de memoria para ampliar el almacenamiento.
La resolución de la pantalla IPS, con una densidad de pixeles relativamente baja para esta época (y la misma que en el modelo anterior), no molesta demasiado. Es adecuada. El panel podría tener mejor contraste y visibilidad a la luz del sol, ya que tiene bastante reflejo, pero no está mal para su segmento, y es un progreso respecto de la versión anterior.
Conclusión
En definitiva, y más allá de sus limitaciones puntuales, es una buena alternativa para su precio (aunque no la única; Microsoft, en particular, tiene buenas opciones en el mismo segmento), y representa un sólido avance en el camino que inició Motorola con la primera generación de los Moto.
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