Adan Baliña, creador de la billetera anti robo: “a veces te tienen que pasar cosas para que aparezcan las ideas”
El modelo creado por un joven argentino ya tiene fecha de lanzamiento y mejoras tecnológicas que la podrían convertir en una nueva forma de controlar objetos a distancia y prevenir pérdidas y hurtos; su fabricación estará a cargo de los diseñadores del smartphone Nexbit Robin
¿Cuántas veces anotaste esa idea genial que nació de una situación particular que viviste, y que nunca más la concretaste? ¿Miles?
El día que Adan Baliña, de 22 años, perdió su billetera se enfureció tanto que anotó en un borrador una idea para que no le pase a nadie más. Tres meses después, ya tenía el primer concepto de billetera anti robo diseñado en el país, y que antes de fin de año se va a poder comprar en todo el mundo.
La billetera inteligente, como la llama él, es un concepto basado en el trackeo o seguimiento de un objeto, similar al sistema que utilizan algunos vehículos para encontrarlos luego de un robo, pero que cabe en el bolsillo.
Mediante un sensor electrónico dentro de su diseño, la billetera puede ubicarse en un rango de entre 1 y 100 metros, dependiendo la distancia que configuremos. Cuando nos separemos más allá del rango configurado, suenan las alarmas. El gran diferencial de este invento con otros sistemas de localización de objetos es que no depende del teléfono, sino que puede gestionarse sólo con la billetera y tu huella digital.
Por acuerdos de confidencialidad, Baliña aún no puede brindar mayores precisiones sobre el fabricante estadounidense de la billetera inteligente. Sin embargo, aclaró que el diseño y fabricación de la billetera va a estar a cargo de la misma empresa que diseñó y fabricó varios dispositivos electrónicos, entre los cuales se destaca el smartphone Nextbit Robin.
Adan Baliña, su inventor, es un estudiante de Ingeniería en Sistemas de la Universidad Nacional del Centro de Tandil, pero que nació en Micaela Cascallares, un pueblito de poco más de 500 habitantes, que queda a unos 25 kilómetros de Tres Arroyos, y que de no ser por su estación de tren que unía esa ciudad con Bahía Blanca, ya no existiría. A los 6 años se mudó con toda su familia a Tres Arroyos, y vivió ahí hasta hace dos años. Migró a Tandil para comenzar su carrera universitaria. “Si me quedaba a estudiar en Tres Arroyos, sólo podía ser contador”, nos cuenta.
Hincha fanático de Boca, jugador amateur con buena pegada y el mayor de 3 hermanos, hijo de padre transportista y madre ama de casa, Adan, sin tilde en la segunda “a”, cuenta que no tiene ninguna relación con el primer hombre que cita el Génesis de la Biblia, sino que fue un error de papeleo que terminara llamándose así: “Mi mamá me puso Alan, pero nací prematuro y durante todo el tiempo que estuve en incubadora, las enfermeras y auxiliares empezaron a decirme Adan y quedó”.
De voz relajada, con conceptos muy claros sobre su proyecto y en los últimos días de descanso en su ciudad natal antes de retomar la facultad, nos cuenta detalles de su invento y novedades sobre las nuevas características que tendrá en su lanzamiento.
¿Cómo lograste desarrollar el concepto tan rápido? ¿Tuviste ayuda de alguien?
Luego de que me pasara lo de la billetera, apareció la idea más clara en mi cabeza y me puse a trabajar a diario para concretarla. Tres meses después la tenía desarrollada. Después de eso, me puse a testearla con un grupo reducido de personas para encontrarle las debilidades. Algo que me ayudó es haber leído hace un par de años el concepto de la valija Bluesmart, también inventada por argentinos, pero que no había llegado al país por temas de importación.
¿Qué diferencias tiene tu billetera anti robo con otros sistemas de localización de objetos como Tile, Trackr o similares?
La principal diferencia es que en mi billetera no ves que hay un dispositivo de localización, es una más, está todo dentro del diseño. Las otras soluciones son visibles, lo que hace que cualquiera pueda sacarlas de donde están colocadas y tirarlas. Por otra parte, a diferencia de otros dispositivos de rastreo, la billetera no depende de tu teléfono. Por ejemplo, si te quedás sin batería, no cumpliría su función. El chip que gestiona la billetera es autónomo y gestiona la apertura o configuración de algunos parámetros sólo validándote con tu huella dactilar.
¿Cuáles son las características principales de la billetera y qué cambios tuvo desde su concepto original?
A simple vista es una billetera como cualquier otra. Al principio sólo tenía el sistema de localización, pero pensé ¿qué pasa si te la roban, sacan la plata y la tiran? De esa pregunta nació la idea de que la billetera esté cerrada y sólo pueda abrirse con tu autenticación mediante huella dactilar. También mejoramos la forma de ubicarla en el caso de que pierdas o te roben la billetera y el teléfono, desarrollando un sistema tipo Prey (desarrollado por el chileno Tomás Pollak) o el servicio “Busca mi iPhone” que traen los teléfonos de Apple.
¿La vas a fabricar acá en Argentina?
Acá encontré muchas limitaciones en cuanto a tecnología y diseño, es decir, hay recursos pero no la combinación de ambos. Pensá que es un producto que además de tecnológico tiene que ser más o menos atractivo, bien diseñado y apto para su función de llevar billetes y tarjetas. Los costos también hacían inviable el proyecto acá. Por suerte me contactaron con una empresa de Estados Unidos especializada en diseños de indumentaria y tecnología, y los costos me permitieron sostener el precio de venta final que pretendía para que la pueda tener mucha gente.
¿Se va a conseguir en Argentina también?
Por supuesto. Más allá de que la fabriquemos en Estados Unidos, mi idea es que se consiga en todo el mundo. Vamos a lanzar el proyecto a través de un financiamiento colaborativo en Indiegogo, con el objetivo de poder comenzar a venderla en noviembre de este año, a un precio que va a estar entre los 60 y 80 dólares, muy competitivo si vemos que cualquier billetera tradicional sin tecnología, de marcas conocidas, no cuesta menos de 900 pesos.