A examen: probamos la Lenovo Tab P12 Pro, la tableta que sueña con ser notebook
Tiene una pantalla de 12,6 pulgadas, y se vende en combo con una funda con teclado que permite usarla como computadora portátil convencional
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En septiembre último Lenovo presentó en el país una nueva tableta, la Lenovo Tab P12 Pro, un equipo bastante interesante, que estuve probando por estos días. El equipo se distingue por tener una pantalla de 12,6 pulgadas y una funda que incluye un teclado completo con touchpad, y un lápiz para escribir y dibujar en pantalla. Tiene un precio local que ronda los 249.000 pesos por la versión con 256 GB de almacenamiento.
Si el combo de tamaño de pantalla, lápiz y funda con teclado suenan conocidos, es porque la Lenovo Tab P12 Pro es la competencia directa de la Samsung Galaxy Tab S8+ que reseñamos en marzo último (o de la Galaxy S7+, que salió antes al mercado). Tienen casi el mismo tamaño y diseño, incluyendo el borde recto, la ubicación de la cámara, cómo funciona la tapa trasera para guardar el lápiz, o cómo junto con la tapa delantera y un pie trasero se transforma en una notebook compacta.
La Lenovo Tab P12 Pro pertenece a un creciente segmento de tabletas que buscan ser alternativas a una notebook o tableta con Windows, con los iPad de Apple y las Galaxy Tab de Samsung a la cabeza. Lenovo busca terciar con un equipo que equipara las prestaciones presentes en sus competidores.
Pantalla de 12,6 pulgadas para todo tipo de contenido
Así, tiene una pantalla AMOLED de 12,6 pulgadas (2560 x 1600 pixeles), compatible con HDR10+ y Dolby Vision, y con una tasa de refresco de 120 Hz, con excelente reproducción de colores y visibilidad, incluso en entornos muy luminosos (como un jardín en verano). Junto con sus cuatro parlantes JBL es una gran alternativa para consumo de contenido (ver películas, disfrutar de videojuegos, etcétera). Incluso tiene un panel (a la izquierda del escritorio inicial) llamado Entertainment Space, que reemplaza el resumen de noticias de Google e intenta concentrar en un solo panel toda la oferta de películas, series y música que tienen las diferentes plataformas que pueda tener contratado el usuario.
El equipo además es compacto, con un grosor de 5,6 mm, bordes metálicos rectos, un panel trasero de vidrio y un peso de 565 gramos, con un aspecto muy sobrio para un panel trasero de dos tonos de gris. En esto es casi idéntico a los modelos Galaxy Tab S7+ y S8+ de Samsung (que también tienen bordes rectos, pantallas de 12,4 pulgadas), que coinciden también en la ubicación del lápiz para escribir en pantalla (en la espalda de la tableta, a la altura de las cámaras traseras, enganchado en forma magnética).
La tableta tiene, en el lateral izquierdo si se usa como “notebook”, el botón de encendido, que también integra el sensor de huellas digitales, de buen funcionamiento, y la bandeja para sumar una tarjeta de memoria a los 256 GB de almacenamiento interno, además de dos parlantes; los otros dos están en el lateral opuesto, junto con el conector USB-C. En el borde superior tiene dos teclas de volumen y dos micrófonos para videollamadas (de buena calidad); en la base tiene un conector magnético tipo pogo para el teclado, que Lenovo incluye en el paquete, junto con la otra parte de la funda, que suma un pie regulable para la pantalla, y un estuche para el lápiz, que se recarga cuando está guardado allí. En otros países la tableta y la funda con teclado se venden por separado.
Una funda con teclado para ser una notebook
El teclado es comodísimo: idéntico en tamaño al de una notebook, por lo que su función principal (permitirnos escribir textos largos como si estuviéramos frente a una PC) la cumple a la perfección; en la versión que probé tiene distribución latinoamericana (es decir, con la ñ al lado de la L, y el acento al lado de la P). El teclado también tiene un touchpad, de funcionamiento convencional, incluyendo los menús contextuales con un clic derecho, el desplazarse por una aplicación con dos dedos en el touchpad, minimizar la app con tres dedos, etcétera. Esto, junto con el pie que permite mantener la pantalla erguida (siempre que tenga un punto de apoyo para esa parte; no depende del teclado; puede ir de 0 a 165 grados de inclinación), y combinada con la pantalla de 12,6 pulgadas, transforman a la Lenovo Tab P12 Pro en una alternativa muy atractiva a la hora de combinar en un mismo dispositivo una tableta poderosa y una notebook “light”.
La ubicación del touchpad, no obstante, hace que a veces registre tactos erróneos, y haga saltar de posición el cursor; esto dependerá de cómo tipee cada uno (sobre todo, por la posición de los pulgares), y es típico de los teclados de este estilo. Y es muy ocasional. El touchpad se puede anular, y usar en cambio los dedos sobre la pantalla táctil, un mouse Bluetooth externo o el lápiz. El teclado, además, tiene una ventaja por sobre otros de los que son tipo funda: es Bluetooth, por lo que puede desengancharse y aún así usarse con la tableta, un plus que habilita usos que sus competidores no ofrecen: por ejemplo, ubicando la tableta más elevada, si estamos en una mesa, para no forzar nuestras cervicales, mientras tenemos el teclado al nivel de la mesa. Cuando la tapa-teclado se cierra, unos imanes la mantienen contra la pantalla, bloqueando el equipo y protegiendo el cristal.
Lenovo busca complementar este funcionamiento tipo notebook con la inclusión de Android 12L (como actualización; el equipo salió al mercado con Android 11; se supone que este año recibirá Android 13), que mejora el aprovechamiento que hacen las aplicaciones de Android de las pantallas grandes (sobre todo, con el uso de paneles de contenido dentro de una misma app), suma una barra inferior de accesos directos y aplicaciones activas, y permite activar un modo Productividad (con un botón en el teclado) que activa un entorno tipo Escritorio de Windows, inspirado en el Ready For de Motorola (de la que Lenovo es dueña) y similar a DeX, de Samsung. De lo que se trata, casi exclusivamente, es de poder ver las aplicaciones como ventanas de tamaño variable, y no como lo pide Android (a pantalla completa, u ocupando media pantalla, algo muy sencillo de lograr en la Tab P12 Pro). Funciona, aunque la utilidad es limitada, y dependerá mucho de cuánto usemos, incluso en Windows, varias aplicaciones visibles a la vez. Se puede ignorar, y será poco lo que se pierda en funcionalidad; hace tiempo que Android tiene buen soporte para un mouse en las aplicaciones de funcionamiento convencional. Como sea, no molesta si no se usa.
La tableta puede usarse también con un monitor externo (o un televisor) con un cable USB-C a HDMI, o servir, a su modo, de pantalla secundaria para una PC, vía Wi-Fi; en ese caso requiere instalar una aplicación de Lenovo para que funcione; también se puede usar una genérica como SpaceDesk.
256 GB de almacenamiento y un lápiz para escribir en pantalla
Todo esto es posible, además, gracias al chip Qualcomm Snapdragon 870, acompañado por 8 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento (existe otra versión con 6 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento). No es el más moderno del mercado; está un par de generaciones atrás de lo último disponible hoy. Pero ni en su uso como notebook, ni en los juegos de la tableta, donde la combinación con la RAM y la pantalla a 120 Hz dan excelentes resultados. Un chip más nuevo cargará todo más rápido, sin duda, pero no hay una diferencia mucho más notoria que esa. A largo plazo, no obstante, mostrará sus límites antes que equipos más modernos. Pero dependerá también de cuáles sean las tareas centrales para la tableta.
Así como el teclado es un éxito, el lápiz Precision Pen 3 me dejó esperando un poco más. Funciona muy bien, sobre todo para dibujar; detecta 4096 niveles de presión. Cuando se saca del estuche activa una app para dibujar o tomar notas, aunque se pueden agregar mil más; la de Lenovo es muy sencilla y funcional, y permite escribir a mano alzada y dejar que la tableta transforme los trazos en letra digital. También se puede dibujar; el sistema es capaz de ignorar el contacto con la palma de la mano cuando estamos dibujando, e incluye una app para escribir cuentas (ideal para estudiantes) y otra para dibujar y tomar notas. Se puede agregar otras, de varios grados de sofisticación. El tamaño y diseño del Precision Pen 3, similar a un lápiz convencional, es muy bueno. Pero es un 9 (que igual es un montón) donde el lápiz de la Galaxy Tab S8+ de Samsung es un 10: menor latencia (notable más al escribir que al dibujar) y una mejor sensación al dibujar. Pero habrá que pagar casi 100.000 pesos más para acceder a esa calidad; dependerá de cada uno saber si vale la pena o no. Aquí hay una reseña hecha por un artista digital sobre el funcionamiento de este lápiz.
La Lenovo Tab P12 Pro tiene también una batería de 10.200 mAh, que se puede recargar con un cargador de 45 watts. En la caja viene uno de 30 watts, junto con un cable y un adaptador de USB-C a miniplug para auriculares. También viene una punta de reemplazo para el lápiz.
La batería ofrece buena autonomía; cuánto, dependerá de para qué usemos el equipo (los videojuegos gastan un montón, escribir un texto, muchísimo menos), del brillo y de si tenemos activos los 120 Hz o lo bajamos a 60 Hz (la tasa de refresco de la pantalla; 120 es ideal para videojuegos, 60 Hz es suficiente para el resto; el sistema varía entre uno y otro en forma automática, pero se puede forzar a la opción más lenta para ahorrar algo de batería). Usándola para trabajar con el brillo al máximo y la pantalla encendida todo el tiempo alcanzó 8 horas continuas sin problemas; con la pantalla a 60 Hz la autonomía creció bastante más.
El equipo tiene también una cámara frontal de 8 megapixeles, en el medio del borde superior (si se usa la tableta en formato apaisado) y dos cámaras traseras: una lente normal de 13 megapixeles y un gran angular de 5 megapixeles. Tienen una calidad decente; la frontal tiene buen rendimiento para videollamadas; las otras, para sacar fotos o videos (graba en 4K), para fotografiar documentos o para aplicaciones de realidad aumentada, funcionan muy bien.
¿Sirve como notebook alternativa?
¿Alcanza un teclado, Android y un chip de celular para cumplir el rol de una notebook? Para la enorme mayoría de los casos, la respuesta es sí, sin titubeos. Por supuesto, habrá ocasiones en que no (si se requiere una aplicación especial, o un procesador particularmente poderoso para una tarea específica), y algunas tareas que son muy sencillas en Windows o macOS requieren, aquí, de combinar más de una aplicación y sumar pasos adicionales. Son casos específicos. Pero para usar servicios web, ver el correo electrónico o editar textos largos o planillas en Office, ni se inmuta: lo hace perfecto. En algunos casos habrá que tildar la opción “Sitio de escritorio” en Chrome (para que no intente cargar la versión móvil de un sitio) pero sacando eso, es como usar una computadora convencional, con la ventaja de tener todos los juegos y aplicaciones de Android cuando no trabajamos, que se aprovechan en un equipo con una pantalla excelente y buen rendimiento.
¿Hay mejores alternativas en Android a la Lenovo Tab P12 Pro? Sí, la Galaxy Tab S8+, que es casi idéntica en tamaño y prestaciones; tiene un procesador más nuevo y un lápiz que se siente más natural, pero tiene un precio de 379.999 pesos contra los 250.000 pesos de la Lenovo (en ambos casos incluye el teclado y el lápiz; el de Lenovo se puede usar separado de la pantalla). Por ese precio, claro, es posible comprar una notebook convencional; aquí, lo que pagamos extra es la ductilidad de un equipo muy compacto y liviano, que cumple con igual solvencia su función de tableta para entretenimiento y de computadora ultraportátil para trabajar.