A examen: probamos el reloj Casio ABL-100, un reloj vintage con funciones inteligentes
Casio tiene un modelo de reloj, el ABL-100, que va más allá del reloj pulsera convencional, sin sumar demasiada complejidad: ofrece un podómetro integrado para
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PARA LA NACIONLeonardo Ferri
Entre las personas que gustan de usar reloj pulsera, existen dos opciones, dos elecciones que no siempre operan de modo consciente en los consumidores, pero que para cada una de las marcas constituye parte de su ADN. Por un lado, están las marcas de tecnología que en algún momento empezaron a hacer relojes (casi todas las que ofrecen smartwatch pertenecen a esta categoría), y por el otro, las marcas de relojes que siempre hicieron relojes y saben de relojes. Pareciera que ambas son como avenidas que no se cruzan: ni Apple va a producir relojes tradicionales, ni Casio va a producir relojes inteligentes. Aunque sí hay alguna calle que las conecta, y ahí es donde Casio sitúa al ABL-100, el primer modelo vintage que se conecta por Bluetooth y tiene algunas funciones inteligentes.
No es una respuesta oficial, pero es evidente que ni Casio ni Omega ni Swatch (por mencionar solo tres) decidieron no incursionar en el terreno de los smart. En el caso de Casio y de G-Shock el motivo es simple: resulta imposible adaptar la pantalla táctil de un smartwatch al formato sumergible e indestructible que propone la marca. Y es más: Casio ya intentó incursionar en el segmento en 2017, con el Casio Pro Trek y tiene muchas más funciones de reloj inteligente en modelos como el DW-H5600 y el GBD-H2000.
Hecha la madre de todas las aclaraciones, el Casio ABL-100 es un típico reloj del estilo vintage ochentoso, con dos prestaciones de smartwatch: cuentapasos y conexión Bluetooth, que a la vez permite obtener estadísticas y configurar más funciones a través de la app Casio Watches.
El reloj, en modo conectado, permite configurar la hora dual y las alarmas desde la app, y cuenta con dos clásicas funciones: luz color ámbar y es resistente al agua en condiciones de uso diario (lavado de manos o lluvia).
A primera vista el ABL-100 es igual a cualquier otro Casio vintage: pantalla invertida de LCD, vidrio de resina con fondo negro y las tipografías en los clásicos colores blanco, amarillo, azul y rojo; y malla de acero inoxidable con un broche ajustable. Pero en detalle se destaca que la pantalla es, en realidad, un poco más grande, porque alberga más información que los modelos originales, principalmente el rastreador de pasos, que se expresa mediante un recuento que muestra el progreso diario, y también con un gráfico (similar a las cintas de correr que hay en los gimnasios).
Como cualquier otro vintage, el ABL-100 es liviano y cómodo, y es como no llevar nada. Con el ajuste adecuado de la malla, no se mueve ni gira ni tira de los pelitos del brazo. La pantalla invertida facilita la lectura, algo que se agradece, porque cuando el fondo es negro y los números son grises se necesita muy buena luz para ver bien. En este modelo se conserva el formato original en todos los detalles, pero con mejores materiales.
El ABL-100 es un reloj clásico con más funciones que las básicas, y no un smartwatch modesto. Parece lo mismo, pero no lo es. Las personas acostumbradas a llevar un Garmin o un Apple Watch o un Galaxy Watch seguramente no sean los consumidores ideales de este Casio, y sí, en cambio, lo sean aquellos que gustan de los modelos retro de la marca japonesa, y que quieren sumar funcionalidades con el mismo formato y a un precio conveniente (se vende a $280.000 en la web oficial).
Por Leonardo Ferri
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