A examen: probamos el micrófono HyperX QuadCast S, que cambia de color como un arbolito navideño
El nuevo modelo, sucesor del presentado en 2020, agrega la posibilidad de cambiar el color de la luz LED interior, y suma un conector USB-C
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Por estos días estuve probando un micrófono orientado para streamers, podcasters y gente que necesita un buen registro de audio para la computadora, el HyperX QuadCast S, que es el sucesor del modelo que testeamos en 2020. El micrófono es una evolución directa de aquel modelo, y a simple vista es idéntico. Esto no es una mala noticia: por el contrario, HyperX tuvo la sabiduría de mantener intactos los elementos de diseño y algunas prestaciones que hicieron del QuadCast un clásico entre los micrófonos USB.
Mantiene el diseño tubular, con el cilindro del micrófono suspendido de un arnés que lo rodea y evita vibraciones, y que a su vez está sujeto a un pie, con el que se puede regular la inclinación, pero no la altura, del micrófono. También trae un adaptador para enroscarlo a brazos articulados, si es necesario (es decir, en total se puede enroscar a brazos de 3/8 y 5/8).
Mantiene también la posibilidad de silenciarlo tocando apenas la parte superior del micrófono (algo que funciona muy bien y es muy cómodo), el control de la ganancia (el volumen con el que registra lo de decimos) con una perilla en la base, y su excelente calidad de audio, que además suma un selector inusual en este tipo de micrófonos, pero que es muy bienvenido, y que permite cambiar su funcionamiento, para pasar su registro de ser omnidireccional a cardioide, estéreo o bidireccional (para dos voces enfrentadas).
El micrófono, tipo condensador, tiene integrado un filtro de pops, un conector de audio analógico (con una ficha de 3,5 mm) y un cambio importante respecto del QuadCast original, y es que la ficha que vincula el micrófono con la PC ahora es USB-C. El cable que se incluye en la caja es bastante largo, ideal para equipos donde la PC está lejos respecto del escritorio donde irá el micrófono.
El micrófono tiene tres cápsulas condensadoras electret de 14 mm, y -36dB de sensibilidad. En criollo: se escucha bárbaro, y tiene un filtro propio de zumbidos que es muy efectivo. Lo probamos para grabar algunos podcasts de LA NACION con gran resultado. Pero en esto es igual al QuadCast original, que ya se había ganado una merecida reputación por su calidad de audio.
¿El cambio más notorio respecto del QuadCast? El visual. El QuadCast S se vende en negro y en blanco, y la luz LED RGB que ilumina todo el interior del cilindro mallado del micrófono, que en la versión original era sólo roja, ahora puede ser de cualquier color. HyperX desarrolló un software que permite elegir el color con el que se iluminará el LED del interior del micrófono cuando esté activo; también se puede hacer aleatorio. Si el micrófono se conecta a otros dispositivos (funciona con smartphones, y con la PlayStation, por ejemplo) entrará en un modo de variación automática de color.
El QuadCast S multicolor de HyperX tiene un precio local de 37.300 pesos. El QuadCast original ronda los 30.000 pesos. ¿Se justifica pagar la diferencia? Depende: el mayor cambio es visual; así que para quienes esto no sea clave quizá no tenga sentido la inversión extra. Sí es cómodo, pensando a futuro (y teniendo en cuenta que la vida útil de este micrófono debería ser muy larga), que el conector de energía del modelo S sea USB-C; esto habilita el uso eventual de un cable que sea USB-C en ambas puntas; el QuadCast que llegó al mercado hace unos años tiene un enchufe mini USB (el anterior al micro USB); requerirá una atención mayor para preservar el cable original, y un adaptador (llegado el caso) para enchufarlo a un dispositivo que sea, sólo USB-C, como probablemente lo serán las computadoras a futuro. Pero no debería ser una limitación vital; la diferencia mayor entre ambos modelos está en la pinta, que no es poco: todo lo demás (la calidad del audio que registra) está muy bien resuelta.