A examen: así es el Pixel 8a, el smartphone barato de Google que conjuga lo mejor de sus hermanos: IA, fotografía y rendimiento
Probamos el flamante Pixel 8a, con el que Google quiere ampliar su presencia en la gama media de smartphones, pero manteniendo los tres elementos que hicieron atractivos a los Pixel 8 y 8 Pro: la fotografía, la inteligencia artificial y el rendimiento general de los equipos
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Pixel 8a llega en un momento en que los smartphones empiezan a incorporar funciones de inteligencia artificial generativa avanzadas, impulsadas por nuevos chips que incorporan una NPU y un modelo de lenguaje que se ejecuta en el dispositivo.
Google ya se introdujo en esta nueva era con Pixel 8 Pro para más tarde extender su modelo Gemini Nano a Pixel 8 y ahora a Pixel 8a, que al igual que sus hermanos mayores integra el chip Tensor G3 y llega, además, con un precio algo más reducido, lo que hace que tenga mayor capacidad para extender las funciones de IA a más usuarios.
En este caso, se trata de funciones como Rodea para buscar, el Asistente de llamadas, el Editor Mágico de Google Fotos y Borrador Mágico para Audio.
Borrador Mágico, por ejemplo, que puede encontrarse dentro de la edición de imagen en Google Fotos, en Herramientas, y ofrece sugerencias para eliminar elementos de la fotografía, pero también permite seleccionarlas a mano con solo pasar el dedo por encima o rodearlo. Eso sí, aunque buenos, los resultados en algunos casos son mejorables.
Da también la opción de camuflar, pero aparte de quitar brillo al elemento, para que no resalte tanto, suponemos, no hemos visto que haga mucho más
Rodea para Buscar, por ejemplo, permite iniciar una búsqueda directamente desde la ‘app’ en la que estemos (siempre que sea compatible, eso sí) con solo rodear o tocar el elemento que queramos de la imagen. Si se tiene la navegación configurada con tres botones, como es este el caso, solo hay que mantener presionado el botón de inicio para iniciarla esta forma de búsqueda, siempre que se tenga habilitada desde los ajustes.
Fotografía nítida y con contraste
Uno de los puntos destacados de este smartphone es la cámara. Google tiene un buen historial en lo que se refiere a rendimiento de fotografía a contraluz o en condiciones con poca iluminación gracias al software de procesamiento y reconocimiento que utiliza. Y este modelo no es menos.
En líneas generales, ofrece una cámara trasera -la principal- de dos lentes: una de ellas un gran angular de 64 megapíxeles, que admite un zoom de alta resolución de hasta ocho aumentos, un campo de visión de 80 grados y estabilización de imagen óptica y electrónica; y otra ultra gran angular de 13 megapíxeles, que alcanza un campo de visión de 120 grados y ofrece corrección de lente.
Con luz, aunque en una tarde nublada, la cámara ofrece un resultado nítido en aumentos de 1x, 2x y 8x, donde se aprecia el detalle de la imagen y el contraste entre todos y elementos capturados. En 0,5x, que habilita el ultra gran angular, el resultado incluye una ligera curvatura, con un efecto similar al del ojo de pez, aunque más sutil.
En una situación con mayor contraste, ya en el atardecer, mantiene iluminada la captura de manera homogénea, mientras destaca la zona con más luz y la que quedaría en la sombra.
La captura se complementa con funciones que ayudan a obtener la mejor fotografía, como ‘Mejor toma’, que crea automáticamente un video corto al hacer una fotografía para captar más detalles y sugerir el mejor fotograma.
En ajustes, también se encuentra Colores vistosos en las fotos, para destacar los colores más llamativos; y Ultra HDR, que aumenta el brillo en las zonas más claras para mostrar un mayor contraste.
El uso general como teléfono
De manera más general, se puede destacar que este dispositivo responde bien, de manera fluida y rápida, al uso que le dé en su día a día el usuario, lo que está respaldado, además de por su procesador, por los 8 GB de memoria RAM que integra y una batería de 4492 mAh, que aguanta la jornada, aunque es verdad que se resiente más rápido la energía si se usan determinadas funciones o aplicaciones con frecuencia, por ejemplo, las que requieren conexión a internet y usan la IA.
Es un móvil cómodo de usar. Su tamaño (pantalla de 6,1 pulgadas) es el adecuado para que su uso resulte más natural al sostenerlo, incluso con una sola mano si se opta por activar este modo. Y tiene un acabado en la parte trasera que, pese a ser plana, hace que sea menos resbaladiza. Esos sí, la carcasa trasera es de plástico, y se nota como tal.
Además, las esquinas redondeadas, el módulo que sobresale de la cámara trasera y el color azul celeste (aunque hay otras opciones), hacen que este smartphone sea una opción más desenfadada. Tiene el plus de que, al menos este color, es mate y no da la impresión de que se llene de huellas dactilares.
A nivel de pantalla ofrece una buena calidad, aunque se queda en HD pero con una tasa de refresco de 120 Hz, y la opción de activar la pantalla fluida, esto es, una función que adapta la actualización al contenido. En general, y gracias también al HDR, los contenidos se ven nítidos y vivos, lo que hace que sea una opción destacable para hacer fotos y vídeos y verlos.
De nuestra experiencia con Pixel 8a se puede decir aunque pueda parecer un poco caro (499 dólares o 549 euros), el nivel de rendimiento es más que decente, algo que gustará a los aficionados a las funciones de IA, ya que rescata lo mejor de sus hermanos mayores.
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