Se puede hacer en cualquier tipo de recipiente cuadrado o rectangular.
Lo ideal es que tenga paredes altas que sostenga la torta mientras se enfría, ya que si tiene muchas capas de altura, podría caerse.
1. El recipiente
Las galletitas se pueden humedecer con leché, café o leche con chocolate.
El líquido en el que se humedezcan las galletitas debe estar siempre a temperatura ambiente o fría, para evitar que se ablanden demasiado.
También es fundamental controlar el tiempo de remojo: no dejar la galletita en la preparación por más de 5 segundos.
2. Las galletitas
Se debe tener en cuenta la calidad y la textura, lo ideal es elegir un queso crema firme.
Utilizar queso crema a temperatura ambiente ayuda a evitar que se formen grumos a la hora de mezclarlo con el dulce de leche.
Se puede reemplazar por crema de leche: este ingrediente aporta aún más sabor pero también la vuelve más pesada.
3. El queso crema
El dulce de leche es el ingrediente principal de la chocotorta y es el que le aporta la mayor parte del sabor y el dulzor.
Lo ideal es utilizar dulce de leche repostero, ya que es el que posee mayor firmeza y, al igual que el queso crema, ayuda a crear un postre más estable y firme.
También puede utilizarse dulce de leche estilo colonial.
4. El dulce de leche
Dependiendo de la preparación en la que se humedezcan las galletitas y del tipo de dulce de leche y queso crema que se utilicen, la proporción entre estos dos ingredientes puede variar.
Como norma general, se mezclan en partes iguales, pero, de acuerdo al gusto personal, esta proporción puede ajustarse, añadiendo más dulce de leche o más queso crema.
5. La crema de dulce de leche
La chocotorta puede comerse tanto fría como helada, lo ideal es dejarla al menos una noche en la heladera.
Ese tiempo no solo va a enfriar el postre, sino que también va a permitir que los sabores se amalgamen entre sí.
Otra opción es llevar la chocotorta al freezer por algunas horas y retirarla 15 minutos antes de servir, para así disfrutar de este postre en su versión helada.