La manzanilla, reconocida por sus numerosas propiedades beneficiosas para la salud, podría no ser adecuada para todos los consumidores.
Esta planta, cuya parte más utilizada es la flor, demostró ser eficaz en aliviar dolores estomacales, ansiedad, estrés, retención de líquidos y en la limpieza de impurezas en la piel.
Además, el Ministerio de Salud y Deportes de Bolivia indica que tomar infusiones de manzanilla puede aliviar trastornos digestivos como indigestión, náuseas, vómitos, pérdida del apetito y gases, recomendando su consumo en dos a tres tazas diarias durante dos semanas.
Sin embargo, no todos pueden disfrutar de sus beneficios. Las personas en tratamiento con ansiolíticos o anticoagulantes deben evitar su consumo, así como las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, quienes deberían consultar al médico antes de incorporarla a su dieta.
Es crucial destacar que individuos con sensibilidad o alergia a plantas como la ambrosía o los crisantemos también deben abstenerse de consumir manzanilla.