Los dos sentimientos que funcionan como veneno en el cuerpo
No es sencillo soltar el rencor, perdonar y aceptar situaciones con las que uno no está de acuerdo. Mucho menos lo es navegar por las aguas turbias de los sentimientos negativos, sin embargo, adentrarse en ellas y comprender la conexión íntima que hay entre la mente, las emociones y el cuerpo es esencial para alcanzar un alto nivel de bienestar.
¿Por qué canalizar y reflexionar sobre la negatividad? Porque el resentimiento y el enojo tienden a convertirse en agentes desestabilizadores que afectan a uno de los órganos más fundamentales de nuestro organismo: el cerebro.
Aferrarse a la ira es como beber veneno y esperar que la otra persona muera
Gautama Buddha
La mayoría de quienes vivencian y normalizan estas emociones con tinte negativo tienden a aferrarse a ello y, consecuentemente, terminan hundidos en un charco de resentimiento y malestar.
La Universidad de New Hampshire en Estados Unidos explica que, en un principio, el resentimiento puede ayudar a que una persona se sienta más cómoda ante el dolor ya que actúa como un escudo contra la verdadera fuente de enojo. En su lugar es una variedad compleja de emociones que proporciona una falsa sensación de seguridad.
Las personas que se quedan ancladas en una mentalidad negativa, sin quererlo están favoreciendo a la muerte neuronal, en cambio las que eligen enfocarse en lo positivo generan nuevas neuronas a partir de células madre cerebrales”