Joseph Deen se convirtió
en la persona más joven en
ser un profesional de Fortnite.
Vive en California y juega desde que tiene cuatro.
Eso que comenzó como un hobby, se transformó en algo mucho más serio: el Team 33 lo fichó como una apuesta
a largo plazo.
El niño recibirá un incentivo
de 33 mil dólares por mes y desde el equipo no le fijaron
un horario fijo ni cantidad de tiempo para su entrenamiento.