Daniel y Julieta vivían en Ushuaia y se mudaron a las Islas Canarias en busca de una mejor calidad de vida.
Daniel confiesa que no le gusta que los lugareños, “se toman todo con demasiada calma, no se desesperan por el trabajo y tienen una impuntualidad que compite con la argentina”.
En relación al trabajo, las ofertas laborales para profesionales son pocas porque todo se reduce al turismo o al comercio.
A pesar de esto, tanto Daniel como Julieta celebran la decisión que tomaron y comentan que los canarios sienten una gran fascinación por los argentinos.