Seleccionar las papas, lavarlas y pelarlas. Sumergirlas en agua para que no se tornen oscuras.
Cortarlas a lo largo en rodajas de un centímetro y cortar luego en bastón en tiras de un centímetro y medio.
Secarlas muy bien en papel absorbente antes de freír.
Calentar el aceite hasta unos 180°C.
Colocar las papas en el aceite con cuidado para evitar que salpiquen.
Cocinar hasta que la papa esté cocida pero no dorada.
Retirar con una espumadera y escurrir bien separadas sobre papel absorbente.
Llevar a la heladera sin cubrir.
Al momento de servir, calentar nuevamente el aceite y freírlas hasta que estén bien doradas.
Escurrirlas, secarlas y recién ahí salar.