Zona Calma: máxima de 30 km/h en Villa Real para reducir accidentes
El cambio alcanza a 47 manzanas de ese barrio; es una prueba piloto que podría replicarse en otros puntos de la ciudad; se intervinieron calles para que los automovilistas bajen la velocidad
Zona 30 es una copia del modelo homónimo implantado en varias ciudades españolas que a partir de mañana se pondrá a prueba en el área comprendida por las calles Ramón Lista, Nogoyá, Juan C. Martínez e Irigoyen, del barrio porteño de Villa Real, elegido como caso testigo por su alto índice de siniestralidad vial, que debería reducirse -según estiman en el gobierno porteño- sustancialmente a partir de esta modificación.
La obra comenzó en septiembre de 2017 y tuvo al inicio cierta resistencia de un grupo de vecinos, que criticaban fundamentalmente la reducción de áreas para estacionar sus vehículos. El cambio que se ve al recorrer la zona empieza con pequeños carteles que indican el inicio del perímetro y, a diferencia del modelo español, no hay leyendas pintadas en la calle con pintura flúor blanca, que facilita al conductor la identificación para proceder a reducir la velocidad a menos de 30km/h.
Al aproximarse a la Zona 30 -también llamada aquí Zona Calma- en Villa Real se visualizan, fundamentalmente en las esquinas, áreas ocupadas por canteros de la altura de un cordón de vereda con el interior relleno de panes de pasto y plantas bajas, que reducen el ancho de la calle y agudizan el radio de giro sin obstaculizar la visión del conductor, con el objeto de obligarlo a reducir la velocidad en la maniobra.
También pueden verse perímetros señalados con pequeños postes de goma flexibles de color amarillo, paralelos al cordón, a una distancia entre ambos de un metro aproximadamente, con macetas y plantas verdes, que cumplen la misma función de crear una pequeña área para reducir el ancho de la calle y a la vez proteger a los peatones.
"La seguridad vial es nuestra prioridad y, con la infraestructura adecuada, buscamos reducir la probabilidad de que ocurran siniestros viales", declaró a la nacion Juan José Méndez, secretario de Transporte porteño, quien agregó que "este plan intenta devolverles la calle a las personas para que puedan moverse más seguras en áreas residenciales". Esta es la primera obra del plan, que tiene otros bocetos en carpeta para ser lanzados como parte del Plan de Seguridad Vial de la Ciudad para el período 2016/2019.
Fuentes cercanas al funcionario explicaron que los criterios de selección de este rincón porteño, y de potenciales zonas a implantar las próximas zonas equivalentes, son: la forma de la trama urbana (que no estén atravesadas por avenidas, aunque puedan recibir tránsito rápido como derivación de estas), que registren mediciones de velocidad y siniestralidad incompatibles con áreas residenciales, y que contengan edificios de equipamiento público, como escuelas, por ejemplo, que requieren un entorno más seguro en términos viales.
Casos futuros
Sobre la base de estos criterios, los vecinos que quieran solicitar la implantación de una Zona 30 para un área de su barrio deben hacer el pedido en la comuna correspondiente, que lo elevará a la Secretaría de Transporte.
Esta primera obra intervino 47 manzanas, en las que residen unos 14.000 vecinos, y agregó 1400 m2 de espacios verdes, distribuidos en -como se dijo- pequeños canteros y macetas, que modifican el ancho de las calles, con la implantación de alertas de acceso mediante cruces elevados, demarcaciones horizontales y verticales, reductores de velocidad sobre la calzada y el uso del color amarillo como señal cromática para alertar a los conductores que circulen a una velocidad superior a la permitida.
Además, en consonancia con el reclamo vecinal por los pocos espacios para estacionar, la Ciudad informó que fueron habilitadas 373 nuevas plazas, principalmente mediante el permiso para estacionar sobre la izquierda en una treintena de cuadras.
La inauguración deja atrás una etapa conflictiva que se tradujo en la presentación de recursos de amparo contra la obra, impulsados por residentes del barrio que exigieron que el gobierno porteño presentara el estudio de impacto ambiental correspondiente y la declaración de obra "sin relevante efecto ambiental".
Luego de que ambos trámites fueron cumplimentados por el gobierno de la ciudad, la Sala III de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario dio luz verde a la reforma vial y urbanística que se estrena hoy.