Zanchetta viajará el lunes a la Argentina para presentarse ante la justicia
ROMA.- Confirmado: tal como había adelantado LA NACION, el exobispo de Orán, Gustavo Zanchetta, acusado de abusos sexuales y en los últimos días en el ojo de la tormenta por un pedido de orden de arresto internacional en su contra, viajará el lunes próximo a la tarde a la Argentina, aterrizando en el aeropuerto de Salta en la mañana del día siguiente.
Así lo informó en un comunicado el padre español Javier Belda Iniesta, vocero y defensor canónico de Zanchetta, que confirmó que el prelado se presentará el 27 de noviembre ante el tribunal que lo había citado. En diálogo telefónico con LA NACION, Belda Iniesta dijo que él también viajará a la Argentina para acompañar a Zanchetta.
A través de su vocero, Zanchetta reiteró su "total disponibilidad" a seguir colaborando, como ya había hecho el jueves último al negar estar en rebeldía, reiteró su inocencia y que este prelado de 55 años, "no se encuentra en paradero desconocido ni refugiado en ningún sitio ni huido de la justicia, sino que se encuentra en la residencia indicada a las autoridades cuando fue convocado por estas". Zanchetta se encuentra en la residencia de Santa Marta, el hotel para eclesiásticos donde también reside el Papa, en el Vaticano.
Días atrás, la noticia del pedido de arresto internacional contra Zanchetta cayó como un baldazo de agua helada en el Vaticano. Encontrándose el Papa de gira por Tailandia y Japón, reinaba gran desconcierto y muchos se preguntaban si la Santa Sede iba a colaborar con la justicia argentina, si se opondría al presunto mandato de arresto a través de inmunidad diplomática o si existía tratado de extradición con la Argentina.
El revuelo por el caso Zanchetta, prelado cercano al Papa, se aplacó al trascender que, en verdad y tal como subrayó el comunicado de su vocero, era "falso" que se había dictado una orden de arresto internacional contra él. Sino que lo que hubo fue un pedido de la fiscal María Soledad Filtrín Cuezzo, que se conoció el miércoles, que fue al día siguiente considerado improcedente por la jueza del caso, doctora Toledo Zamora, que en una resolución indicó que solo si Zanchetta no se presentaba el 27 de noviembre ante el tribunal que lo citó, podía valorarse semejante petición.
El defensor de Zanchetta, profesor ordinario de Derecho Canónico de la Universidad Católica de Murcia, también subrayó en el comunicado que, más allá del clamor internacional que suscitó el pedido de captura internacional, "sigue confiando plenamente en que la única intención de la fiscal María Soledad Filtrín Cuezzo es poder alcanzar la verdad y que, por tanto, cuando ejerce legítimamente sus funciones, no tiene otra pretensión que garantizar la presencia de monseñor Zanchetta el próximo 27 de noviembre en el tribunal, para que pueda, en justicia y en el escrupuloso respeto de la ley, dirimirse la cuestión objeto de juicio".
Zanchetta fue obispo de Orán entre agosto de 2013 y julio de 2017, cuando renunció sorpresivamente alegando motivos de salud. En diciembre de ese mismo año llegó al Vaticano, tras ser nombrado por el Papa asesor del Apsa, la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica. Fue suspendido de este cargo un año más tarde, al trascender la existencia de acusaciones en su contra por abusos sexuales contra dos seminaristas, por malos tratos e irregularidades económicas.
Zanchetta no solo se encuentra en el banquillo de la justicia argentina, sino también, tal como reveló el propio Francisco en una entrevista con Televisa, en mayo pasado, bajo proceso canónico en la Congregación para la Doctrina de la Fe, el dicasterio que se ocupa de los casos de abusos sexuales.
Belda Iniesta, en su segundo comunicado en pocos días, destacó que Zanchetta hasta ahora no había hecho declaraciones públicas "para respetar las actuaciones procesales que se están llevado a cabo en los foros secular y canónico, con el fin de no interferir en su desarrollo y que así pueda lograrse esclarecer lo antes posible la situación en la que se encuentra". Pero se vio obligado a salir al ruedo para aclarar la noticia errónea "que se difundió y que recorrió rápidamente el mundo entero", del presunto mandato de arresto, que en verdad era una simple petición por parte de la fiscalía.
"Reiteramos la total disponibilidad de monseñor Zanchetta a continuar colaborando, como hasta ahora ha hecho y han confirmado las autoridades competentes, para poder esclarecer los hechos objeto de litigio, al tiempo que reitera su inocencia y agradece profundamente a quienes están llamados de algún modo a participar en la causa que hayan sabido aislarse de todo el rumor la rodea para que sus actuaciones, al igual que las de él mismo, no persigan otra cosa que poder hacer justicia", concluyó.