Ya descansa en paz: enterraron al oso Arturo
Después de una cruenta y polémica vida en cautiverio, las autoridades de la Secretaría de Ambiente de Mendoza decidieron no exhibir los restos del animal
Los restos del oso Arturo ya descansan en paz, después de una cruenta y polémica vida en cautiverio. Así las cosas, para evitar más cuestionamientos y controversias, las autoridades de la Secretaría de Ambiente de Mendoza tomaron la decisión de ponerle punto final a la discusión sobre el destino del cuerpo del plantígrado, por lo que fue enterrado en el Zoológico provincial.
"Entendimos que lo mejor era no hacer una exhibición de los restos del animal, por el cambio de paradigma sobre los zoológicos", expresó Humberto Mingorance, titular de Ambiente.
Luego de su fallecimiento el pasado domingo, las autoridades mendocinas, a pedido de los veterinarios del paseo local, comenzaron a estudiar la posibilidad de someter a Arturo a una taxidermia, esto es embalsamarlo para ser exhibido; o bien utilizar sus restos para estudios científicos. Sin embargo, el estado en el que se encontraba el cuerpo del animal, sobre todo su piel, dificultaban esta posibilidad, lo cual fue confirmado luego de la necropsia que le realizaron esta semana. Además, comenzaron a sonar con fuerza las críticas para que "dejaran en paz" a Arturo. Por eso, también se desechó la alternativa de cremar los restos del oso, como sostenían desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
De esta manera, la decisión fue enterrarlo donde vivió 22 años, la mayor parte de su vida, ya que falleció a los 31 años. Ante una escribana pública, las autoridades le dieron sepultura en el predio del zoo local, enclavado en el reconocido Cerro de la Gloria. De esta manera, con la presencia de una profesional se realizó la certificación del acto para desterrar posibles polémicas, como ocurrió luego del fallecimiento de la pantera Draculin, la cual finalmente se constató que había sido sepultada íntegramente, ya que se sospechaba que le habían sacado su piel para venderla.
El zoo local no deja de estar en el centro de la atención nacional e internacional por el estado de habitabilidad y de hacinamiento en el que se encuentran las especies, luego de una seguidilla de más de 70 muertes en lo que va del año. A raíz de esta situación, las autoridades decidieron en mayo cerrar el paseo por tiempo indeterminado. Por estos días, luego de la muerte de Arturo, se están realizando obras de mantenimiento, en base al Plan de Reconversión, con el objetivo de transformar el tradicional paraje en un Ecoparque y volver a abrir sus puertas, que se estima será recién en el 2017. Asimismo, el Gobierno ha comenzado a subastar las especies excedentes, que se estima superan las 1.500, de las 2.000 que viven en el zoo.