Vuelta al aula. Cuáles son los cinco desafíos que debería encarar la escuela primaria
Especialistas analizan los retos para este año; uno de los principales es alfabetizar en primer grado; equidad y calidad educativa y reconocimiento de la profesión docente
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La educación en la Argentina atraviesa un estancamiento generalizado desde hace varias décadas. Los resultados son abrumadores, tanto que un alto porcentaje de estudiantes de la escuela secundaria no logra conocimientos mínimos de matemática y tiene dificultades para comprender textos. Esto repercute luego en la posibilidad de ingreso a una universidad, pero sobre todo a su desarrollo laboral y personal. El análisis de la debacle educativa lleva la mirada a la escuela primaria, específicamente a la importancia de la enseñanza durante los primeros años de escolarización. Asimismo, a su importante tarea en el desarrollo de las habilidades cognitivas y socioemocionales de los niños y a su rol como agente de socialización, contención y garantía de equidad.
Estos días previos al inicio del ciclo lectivo 2024 representan un buen momento para poner la mirada sobre los desafíos que la escuela primaria debería enfrentar este año. Especialistas en educación ofrecen sus puntos de vista sobre los pendientes en este nivel o bien ponen el foco en aquellos aspectos que deberían continuar y reforzarse en pos de una mejora en la calidad educativa.
Alfabetización
Si hay algo en lo que los expertos consultados por LA NACION coinciden es en la necesidad de garantizar una alfabetización temprana. Según considera Guillermina Tiramonti, especialista en educación, para lograrlo hay que poner el foco en el primer grado de la escuela primaria. “Los chicos tienen que aprender a leer, a escribir, tienen que conocer la lógica matemática y tener una mínima capacidad para entender los fenómenos de la naturaleza. Además, tienen que saber algo de programación porque estamos entrando a una cultura diferente”, asegura. A la vez, subraya que existe actualmente un porcentaje altísimo de los chicos que llegan a tercer grado y no saben leer ni escribir. “Esto es grave porque si no aprendieron en esa etapa no lo aprenden más. Porque ya la maestra de cuarto grado no sabe cómo se alfabetiza a un chico, no lo tiene en el programa y así el chico se deriva sin esos conocimientos hasta que llega a la secundaria”, advierte.
Por su parte, Manuel Álvarez Trongé, presidente de la ONG Educar 2050, asegura que los resultados de aprendizaje de la educación primaria en la Argentina son preocupantes. Destaca que más del 60% no aprende a leer y los resultados en Matemática y Ciencias, en gran medida como consecuencia de lo anterior, son muy deficientes y de los más bajos en Latinoamérica, según última evaluación Unesco plasmada en el Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE).
“Esto requiere de un enorme liderazgo y acción del Poder Ejecutivo Nacional a través del ministerio, hoy devenido en Secretaría de Educación. El primer desafío de la escuela primaria es que los niños aprendan a leer en primer grado. Y es imprescindible que sea una meta de aprendizaje en toda la nación y con un sistema consolidado para toda la República”, sostiene. El presidente de Educar 2050 reconoce que la escuela, desde el nivel inicial y especialmente en primer grado, como así fue tradicionalmente, debe lograr que el niño lea utilizando métodos estructurados o sistemáticos. “Estos trabajan con sonidos, es decir qué letra corresponde a qué sonido, además de otras herramientas lingüísticas, para que al final de ese año sepa leer. Hacerlo en tres años es tarde y deforma el aprendizaje”, enfatiza.
Equidad
Asegurar la igualdad de oportunidades es otro de los puntos en el que hacen hincapié los referentes educativos y se traduce en una mejor educación para los que menos tienen. En ese sentido, Álvarez Trongé señala que el aumento de la pobreza entre los niños y niñas de cero a 14 años es grave “supera el 60%”, admite. A su vez, destaca que los resultados de aprendizaje de los chicos del nivel socioeconómico más bajo son notablemente menores que el de los de nivel socioeconómico alto.
“El desafío es cumplir aquellas disposiciones de la ley que establecen que los mejores docentes y las mejores escuelas deben ser para los niños más desfavorecidos. El desarrollo de las competencias fundamentales de los estudiantes en situación de mayor vulnerabilidad debería ser una prioridad nacional”, enfatiza.
Por su parte, Tiramonti también apunta a que la escuela primaria, que recibe niños de sectores socioculturales muy diferentes, tiene que garantizar que todos puedan aprender. “Es responsabilidad de la escuela hacer una propuesta en la que todos aprendan. A lo mejor con diferencias en la metodología, pero no hay ninguna razón para que unos chicos aprendan y otros no”, advierte.
Sobre este punto, Axel Rivas, director de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés, destaca la importancia de la contención social en un contexto de gran crecimiento de la pobreza en la infancia que viene acumulándose en el tiempo. “Esto requiere de una política muy activa, primero de alimentación escolar para garantizar condiciones básicas imprescindibles para el aprendizaje y para la vida. De manera que, fortalecer los comedores escolares sería la primera medida y, alrededor de eso, es necesario brindar todo el apoyo social que requieren los alumnos en situación de vulnerabilidad”, afirma.
Mejora docente
Para los especialistas, la formación docente y la mejora de las condiciones de trabajo y salarios son igualmente importantes. Sobre este tema, el presidente de Educar 2050, advierte la necesidad de seducir a los mejores perfiles para que alcancen el título de docentes de primaria. “Es aquí donde la Argentina se juega el futuro de su clase dirigente y no se trata de un gasto sino de una inversión en ese objetivo. Debe ser prioridad y política de Estado”, subraya.
Por su parte Rivas, se detiene en el análisis del salario que perciben los maestros. “Recuperar el prestigio de la profesión docente, así como atraer más docentes, porque estamos en muchas provincias con falta de personal para primaria y otros niveles, requiere de una política que los priorice o que al menos no los ponga en situación de vulnerabilidad respecto a los recursos públicos”, aclara. Y agrega: “en este momento, de alguna manera, estamos no priorizando a los docentes sino priorizando el recorte en los docentes a partir de la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente que representaba un 10% aproximadamente de su salario y que ahora no existe. Es muy difícil garantizar procesos educativos en condiciones en que no tenemos docentes o tenemos docentes empobrecidos”, subraya.
Calidad educativa
Según detalla Álvarez Trongé, hay datos claves que reflejan la delicada situación de la educación en la Argentina, uno es que, en lectura de primaria, en sexto grado, el número de analfabetos llega a casi el 70% (alcanzó al 68,1%, según la prueba ERCE de 2019). Y, además, explica que, la mayoría de los estudiantes del país no alcanza aprendizajes mínimos en Ciencia y Matemática. “El desafío es que los chicos aprendan cada materia y para ello se debe cumplir con las debidas horas de clase en el año y con el incremento fijado de jornada extendida para primaria que establece la Ley N°26.206″, advierte.
Sobre este punto, Rivas profundiza en la importancia de la continuidad de políticas ya existentes que es necesario mejorar y fortalecer. Una es la extensión de la jornada escolar, que considera un gran avance que hay que consolidar y trabajar “ese tiempo extendido debe aprovecharse lo más posible con una buena oferta de contenidos”, señala. “Otra es continuar y mejorar la política de libros de texto que el gobierno nacional en la gestión anterior impulsó porque permite garantizar que haya un material fundamental para la educación de los chicos”, explica.
Según Irene Kit, pedagoga, para lograr una mejora en la educación hay que entender que la escuela primaria recibe a sus estudiantes en una edad muy propicia para desplegar sus habilidades cognitivas y socioemocionales. Y destaca como prioridades el desarrollo de la palabra, oral y escrita. “La lectura realizada desde los intereses particulares, debe ser estimulada y reconocida”, advierte. A su vez, explica que es necesaria la práctica del hacer matemático en la vida cotidiana, la exploración de la vida social y biológica del entorno, así como desarrollar las artes integradas. “El arte es una vía para explorar la propia interioridad y la de los demás. También es necesaria la educación del cuerpo, que incluye lo artístico, pero también la respiración, postura, flexibilidad”, menciona.
Apertura al cambio
Por último, Tiramonti sostiene que la escuela primaria hoy necesita entender qué niño recibe y trabajar activamente para dilucidar cómo es y cómo aprende. “La escuela sigue pensando que los chicos son siempre los mismos, pero resulta que los chicos son diferentes. El niño tiene otras habilidades y desarrolla otras formas de relacionarse con los otros, de manera que es otro sujeto”, destaca.
Por eso considera que la escuela tiene como meta establecer una estrategia pedagógica adecuada al hecho que son chicos que viven en un mundo superconectado y con una subjetividad construida a partir de esas conexiones. “El chico de primaria tiene que salir con las habilidades para usar todos los elementos de la cultura contemporánea y tiene que hacerlo con una socialización que lo contenga, con el intercambio con sus pares para estar emocionalmente equilibrado. Y eso tiene que recuperarlo la escuela porque se perdió”, finaliza la especialista en educación.
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