“¿Volvió la luz?”: atención a oscuras, generadores y el calor que no cedió, el drama de los comerciantes de Flores

El apagón masivo que se hizo sentir alrededor de las 16.30, cuando el termómetro marcaba los 35°C, afectó a millones de usuarios del área metropolitana de Buenos Aires y de varias provincias. La Capital, una vez más, no fue la excepción y los vecinos de varios barrios sufrieron cortes y un lento retorno a casa por la reducción en los servicios de transporte, en el que fue uno de los días más agobiantes de un verano que ya atraviesa su novena ola de calor.

“Mis vecinos me dijeron que en el edificio ya volvió luz, pero que estuvieron un rato con el servicio cortado en el barrio”, expresó Estefanía Manzini, de 38 años, al salir de la estación de subte La Plata de la línea E, en Flores, unas dos horas después del apagón, cuando la tarde ya caía.

“Vengo desde mi trabajo en Retiro y tuve que bajarme a 20 cuadras de casa –vivo en Pedernera al 500- ,porque el subte funcionaba con servicio reducido. En el camino, todo el mundo estaba llamando o preguntando por WhatsApp si tenían luz o si ya había vuelto”, completó.

Unas cuadras más allá, en Plaza General Pueyrredón, frente a la Basílica de San José de Flores, el aire soplaba tibio y el sonido del tránsito abrumaba, como si recién se hubiese retomado la actividad comercial en la zona. Sin embargo, para entonces, si bien la mayoría de los vecinos y comerciantes coincidieron en que el corte generalizado había durado unos 30 minutos, algunos recurrían a los generadores para permanecer abiertos.

Fue el caso de la pizzería San José. Raúl, de 57 años, uno de los mozos, afirmó a LA NACIÓN: “Acá se cortó cuatro y pico de la tarde y todavía no volvió. Estamos trabajando con nuestro grupo electrógeno, quién sabe hasta cuándo. Por suerte, vivo en Almagro, veré con qué me encuentro cuando llegue”.

Un joven de 34 años que trabaja en la Casa del audio, un local de electrodomésticos, afirmó que “la luz estuvo cortada durante casi dos horas” y que “al no tener generador, nos tuvimos que arreglar a oscuras y cobrando en efectivo”.

Rubén, de 55 años, empleado de seguridad de una reconocida empresa de comidas rápidas, agregó: “El corte en la calle no duró mucho, fueron unos 20 o 30 minutos. En nuestro caso no se nos cortó, pero decidimos bajar el interruptor para evitar que se rompa el equipamiento. Cuando empezamos a ver los semáforos funcionar, alrededor de las 17.30, y algunos locales que se iluminaban, ahí prendimos todo”.

Marcelo, de 58 años, encargado de un edificio en avenida Rivadavia, precisó: “Acá la luz se cortó una media hora, no mucho más, y por suerte volvió bien. No es que el servicio se reestableció en fase uno o dos, pero sé que hay un local de deportes de aquí a unas cuadras que ya decidió cerrar”.

Chacarita

Chacarita fue otro de los barrios que sufrió el apagón masivo. Hugo Techera, de 33 años, que tiene un estudio de tatuajes ubicado en la esquina de las avenidas Federico Lacroze y Forest, contó: “Alrededor de las cuatro y media de la tarde empecé a notar baja tensión y que algunas luces del local parpadeaban. Apagué el aire acondicionado, por las dudas, y enseguida, las luces se apagaron por completo, pero no todas”.

“Fue muy extraño, porque algunas luces seguían funcionando, así que opté por bajar el interruptor yo mismo y cancelar los turnos que tenía para cuidar mis clientes y mis máquinas. No se podía trabajar así”, completó.

Otra vecina, Patricia Villalba, de 48 años, coincidió con el relato: “No es un apagón total, pero la luz se iba y venía. Es un peligro cuando ocurre así”. Y aclaró: “Yo todavía no prendí nada porque si se llega a quemar algo, en lo inmediato, no sé cómo haría para reponerlo”.

Al cierre de esta edición, si bien el gobierno nacional afirmaba que el servicio de luz se reestablecía lentamente, millones de personas en la ciudad y de varias provincias continuaban sin luz.

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