Desde hace décadas muchos le han temido a esta fecha; por qué surgió esta creencia y cómo se originó la doctrina del club
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Otra vez es viernes 13, y si eso nos preocupa, quizás podemos echar la culpa a un grupo de caballeros estadounidenses que eran enemigos de las supersticiones. Desde tiempos inmemoriales muchos han temido los viernes y los días 13. Pero, ¿por qué se juntaron ambos temores para generar una creencia con vida propia en el mundo angloparlante?
En Hispanoamérica y España, en cambio, la superstición se aplica a los martes 13. En cuanto a los países de habla inglesa, las razones no parecen ser místicas. “Desde el punto de vista astrológico, no hay necesidad de preocuparse por el viernes 13″, dice Robert Currey, de Equinox Astrology.
Las fechas y días de la semana solían estar estrechamente relacionados con los movimientos planetarios y las fases de la Luna en un sistema que se remonta a los babilonios, explica, pero ya no es el caso.
Sonia Ducie, una consultora de numerología que cree firmemente en la energía innata de los números, cree que 13 “tiene que ver con la transformación y el cambio”. La experta considera al viernes el quinto día de la semana que se asocia con el movimiento. “Uno puede ver cómo con esos dos números juntos podrían ser muy inquietos”, dice, pero aclara: “Depende de nosotros. La energía es neutral”.
¿Por qué surgió esta superstición combinada?
En 1907, un libro llamado “Viernes, el XIII” fue publicado por un corredor de bolsa llamado Thomas Lawson. Fue la inspiración para la mitología del viernes 13 que culminó con las películas y las series de televisión en los 80.
El libro de Lawson es una fábula oscura de Wall Street cuyo personaje central genera bonanzas y caídas en el mercado para vengarse de sus enemigos, dejando a muchos en la miseria y la ruina. Y se aprovecha de los temores que la fecha viernes 13 podía generar en los negociantes.
“Cada hombre en la bolsa y en Wall Street tiene su ojo puesto en él. En viernes 13 rompería el mejor mercado alcista (bull market) de la historia que estaba en marcha”, dice uno de los personajes. Así que en 1907 el miedo a esa fecha ya era una superstición establecida. No lo era un cuarto de siglo antes.
El club
The Thirteen Club (El club del trece), una reunión de caballeros alegres decididos a desafiar todas las supersticiones, se reunió por primera vez el 13 de septiembre 1881 (un miércoles) a pesar de que se organizó formalmente el viernes 13 de enero de 1882.
Se reunían el día 13 de cada mes, se sentaban en la mesa 13, rompían espejos, derramaban sal con exuberancia y llegaban a la cena caminando bajo escaleras cruzadas. Los informes anuales del club especificaban cuidadosamente cuántos de sus miembros habían muerto y cuántos habían fallecido durante el año siguiente tras asistir a una cena en el club.
Fue fundado por el capitán William Fowler en su restaurante Cottage Knickerbocker en la Sexta Avenida de Manhattan, en Nueva York. A Fowler se lo asociaba con “la buena camaradería, un gran corazón y una caridad sencilla y sin ostentación”.
Como mariscal del club, “siempre lideró el camino valientemente y sin temor hacia la sala del banquete”, aseguró el “gobernante jefe” del club, Daniel Wolff.
El club hizo un llamado al presidente de Estados Unidos, a gobernadores y jueces para dejar de elegir al viernes como el día de “colgar” gente y realizar ejecuciones otros días también.
El diario estadounidense The New York Times informó que en la primera reunión, el comensal número 13 estaba retrasado, y Fowler presionó a uno de los camareros para que compensara la ausencia del comensal que completaría el número de mala suerte.
“A pesar de sus gritos estaba siendo empujado por debajo de las escaleras cuando llegó el invitado que faltaba”, narró el diario. El primer objetivo del club era el temor de que si 13 personas cenaban juntas una podría morir pronto. Pero una segunda superstición surgió poco después.
En abril de 1882, se adoptó una resolución que deploraba el hecho de que el viernes había sido “considerado durante muchos siglos un día de mala suerte... por motivos sin sentido”.
Pero no hay ninguna señal en el club de la mezcla de la superstición del viernes con el 13. Debió aparecer en algún momento entre 1882 y la publicación del libro de Lawson en 1907.
¿Responsabilidad de los enemigos de la superstición?
A lo largo de las décadas, muchos se han preguntado si la superstición podría ser culpa del propio club. Allí aprovechaban cada oportunidad para ridiculizar ambos temores. El diario Los Ángeles Herald informó en 1895: “Cada vez que durante los últimos 13 años el viernes ha caído el 13 del mes, esta peculiar organización nunca ha dejado de celebrar una reunión especial para regocijarse”.
El club se enorgullecía de que había puesto la superstición en el centro de atención. Su fama era grande: de los 13 miembros originales había pasado a cientos a comienzos del siglo XX. Y se habían fundado clubes similares en otras ciudades de Estados Unidos y en Londres.
La doctrina del The Thirteen Club era “que la superstición debía ser atacada y combatida y expulsada de la Tierra”.
“Dos de estas supersticiones vulgares han combatido con decisión y sin inmutarse”, escribió el integrante Charles Sotheran a otros miembros del club en Nueva York en 1883, “es decir, la creencia en que el 13 es un número de mala suerte y el viernes un día de mala suerte. Han creado un sentimiento popular a favor de ambos”.
Sotheran debe haber querido decir que “hicieron los viernes y el 13 menos impopulares”, pero su frase es ambigua y podría haber significado “hicieron las supersticiones populares”. ¿Fue esta interpretación la que estableció la superstición en la opinión pública?
La doctrina del The Thirteen Club era “que la superstición debía ser atacada y combatida, y expulsada de la Tierra”. Si por el contrario generó una de las supersticiones más comunes y persistentes, fue de hecho un accidente desafortunado.
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