Los relatos de familiares que no son autorizados a despedir a alguno de los suyos debido a las restricciones por la pandemia de Covid-19 se multiplicaron en la Argentina, tras el emblemático caso de la joven Solange Musse, a quien su papá no pudo darle el adiós final.
En una entrevista para LA NACION PM, por LN+, Sandra Guzmán narró que junto con su hermana viajaron el sábado desde La Plata hasta Ojo de Agua, en Santiago del Estero, para visitar por última vez a su padre, que se encontraba en una situación crítica y falleció hoy. Al llegar allí, una médica les impidió el ingreso a dicha ciudad de aproximadamente 6000 habitantes y debieron regresar, sin la posibilidad de ese saludo final. "Estábamos a metros y nos dijo que no, que no podíamos", comentó, sin ocultar su angustia.
Guzmán relató que con su hermana Azucena -quien tiene problemas de salud- tomaron la decisión de ir a darle a su padre "el último abrazo, el último beso", luego de que el hombre de 84 años sufriera un accidente doméstico y una posterior descompensación, que lo llevó a un estado crítico. "Hicimos todo para poder viajar: sacamos los permisos especiales en la página web del gobierno nacional, nos hicimos los hisopados en el Instituto Médico Platense, informamos que los hacíamos sin síntomas, que el caso era de urgencia, el resultado negativo fue rápido, y con todo en mano fuimos a despedirnos de nuestro padre y no pudimos", comenzó.
La mujer sostuvo que el primer problema se dio en un control policial a 11 kilómetros de distancia de Ojo de Agua, donde les dijeron que "los hisopados no eran válidos" y que debían aguardar la resolución de un comité evaluador. "Esa espera fue de cinco horas, al costado de la ruta, incomunicados, y sin saber qué estaba pasando en el hospital. No teníamos noticias, ellos no tenían noticias de nosotros, porque sabían que estábamos de viaje y en ese tramo no hay señal", explicó para el programa que conduce Eleonora Cole.
Luego de ese tiempo, Guzmán señaló que pudieron seguir, hasta llegar a otro control en el ingreso a Ojo de Agua. Allí, según sus dichos, les informaron que una médica los revisaría y la profesional, desde un primer momento, se mostró reticente a dejarlos acceder. "Le supliqué, le rogué, le imploré que por favor nos dejara ver a mi papá, que era la última vez que lo íbamos a ver, que necesitamos como familia despedirnos de nuestros seres queridos. Estábamos a metros y nos dijo que no, que no podíamos. Incluso, tampoco podíamos pasar la noche en Ojo de agua, descansar para poder irnos", contó.
La mujer dijo que la médica que les impidió el ingreso además atendía a su padre, y que la directora del hospital, con quien hablaron por teléfono luego, actúo en sintonía con su colega. "Le vuelvo a explicar, a rogar, a suplicar... Mi estado era de crisis total, porque no podía creer lo que estaba pasando, no podía creer que estábamos recorriendo 1200 kilómetros y que íbamos a volver, estando a metros del hospital y de poder despedirnos de nuestro padre, pasar la noche y volvernos. Era lo que íbamos a hacer, nuestro gran deseo", refirió sobre dicha comunicación.
Guzmán sostuvo que les indicaron que debían aislarse quince días para poder saludar a su familiar. "No estábamos en condiciones de volver a viajar, un cansancio físico, más el dolor que teníamos, el estado emocional, en crisis, estábamos bloqueados. El conductor había estado en el auto todo el día, entonces la poca importancia por la vida humana... El destrato por el paciente, porque no dejó despedirlo en sus momentos finales; el destrato por los familiares, porque nos prohibió despedirnos de nuestro ser querido", narró, notablemente emocionada, ya que explicó que su madre "falleció hace un montón" y que, junto a sus hermanos, solo tenían a su padre. "Nos privó ese derecho tan importante de poder despedirnos, de verlo por última vez", insistió.
La mujer dijo que "no podía creer ese destrato, esa falta de respeto, de humanidad" y precisó que, a pesar de su padre haber fallecido hoy, durante estos cuatro días no la llamaron para solucionarlo. "¿Nadie pudo reparar el daño que hicieron? ¿No hubo un llamado? ¿No lo pensaron mejor y dijeron 'estuvimos equivocados, vamos a llamarlas, todavía tienen posibilidades de volver'? Íbamos a volver, nadie se comunicó. Papá falleció hoy, tuvieron la oportunidad de reparar ese dolor, ninguna autoridad de Ojo de Agua, ninguna autoridad de Santiago del Estero se comunicó, ni un gesto de humanidad, es tremendo", cerró Guzmán.
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