¿Cancelo, postergo o mantengo el viaje? Las dudas de los argentinos con pasajes a zonas afectadas por el coronavirus
"Todos los días estamos viendo si hay que hacer algún cambio del itinerario del viaje", cuenta Laura Merlo. Ella, su marido y su hijo de cuatro meses, son algunos de los argentinos que están por viajar a una zona del mundo afectada con casos de coronavirus, la epidemia que ya causó la muerte de más de 2700 personas en todo el planeta. Continuar con los planes, alterarlos o cancelarlos por precaución son las tres opciones que se plantean los turistas.
Hace días que Merlo, de 38 años, tiene todo el viaje cerrado. Primero, Palma de Mallorca y Alicante, en España; después, Austria y Alemania; y por último, la isla de Sicilia, en Italia, donde ya tienen alquilada una casa. En este último lugar es donde la viajera prende la alerta, tras conocerse tres casos recientes de contagio. "Si siguen aumentando los casos en Italia, no dudaría en cambiar este destino", dice la mujer, quien asegura que sigue minuto a minuto las noticias sobre el avance de la epidemia.
Merlo ya empezó a tomar precauciones antes de embarcar. "Vamos a tener nuestro seguro médico y para el bebé vamos a sacar un adicional que da la prepaga para estar más tranquilos, que consta de una cobertura internacional con médicos y clínicas en los lugares que declaramos que vamos a estar".
Pero no todo va encaminado como quisiera. "Estoy buscando barbijos pediátricos, ya recorrí tres farmacias y no puedo conseguir", lamenta.
Viaje cancelado y regreso a la Argentina
A pesar de tener los pasajes, el recorrido planificado y un auto reservado, Macarena Rivas ya desistió de viajar al norte de Italia, donde la esperaba su pareja, Pablo Bernardello.
"Mi pareja está trabajando en el norte de Italia de instructor en un centro de ski. Al norte de Trento. La idea era que él terminaba de trabajar el 10 de marzo y yo viajaba el 12 para allá. La idea era pasear por Venecia, Verona, Trento, ir a Londres por cuatro días, volver a Milán, y de ahí, tomar un auto y pasear por toda la costa hasta Roma. Era el plan que teníamos armado hasta ayer a la mañana", cuenta Macarena. Después iban a retornar a su ciudad, Bariloche.
Ahora la pelea es con la agencia de viajes para tratar de adelantar el pasaje de vuelta de su pareja. "La agencia a la que le compré los pasajes me quiere cobrar 150 euros por cambiar de fecha, 40 dólares por el servicio, 30% por impuesto País y otra suma porque la fecha en que quiero volver la tarifa es más cara. Así el total por el cambio es cerca de 40 mil pesos", lamenta Bernardello, desde Italia.
Para Rivas,no es la primera vez que tiene que cancelar un viaje por motivos de salud. Hace unos años, cuando la fiebre amarilla se expandía en Brasil, no pudo viajar porque no podía vacunar a su hijo, que en ese momento tenía menos de un año. "En ese momento tuve que mandar carta documento a la aerolínea para que me abra el pasaje", dice, y no duda en volver a hacer lo mismo en caso de que la agencia de viajes que le vendió los pasajes a Italia no quiera reconocer que la cancelación es por fuerza mayor.
"Pensar en positivo"
"Vamos a pensar en positivo. No podemos paralizar nuestra rutina, nuestra vida. Hay que ser optimistas", dice Yolanda Lanuto para alejar el miedo ante los casos crecientes de contagio que ya dejaron 14 muertos en Italia. La mujer, de 67 años, ama de casa y oriunda del partido de San Martín, espera con ansias el viaje hacia Módena para encontrarse con su familia. "Hace tiempo que vengo planificando este viaje porque tengo a mi hija y a mi nietita de cinco años y a mi yerno. La idea era posponerlo ahora pero ya lo hice a principios de febrero y no lo voy a posponer más", cuenta.
La mujer, que volvería recién en mayo al país, estudió las medidas que tendrá que tomar para cuidarse. "Las precauciones a tomar son usar barbijos, mantener todos los medios de asepsia posible, llevar alcohol en gel, tratar de no estar en contacto con mucha gente en lugares muy cerrados", repite de memoria y cierra: "La rutina no la cambié para nada. Ya estamos envueltos en esta situación y vamos a continuar".
Katowice, Polonia
Soledad García tiene 40 años y es de Buenos Aires. Por trabajo iba a conocer Katowice, una ciudad polaca a la que, como dice, jamás hubiese volado por vacaciones.
Allí iba a participar el próximo fin de semana del evento de gaming -juegos online- más grande del mundo al que concurren miles de personas de todo el mundo y que todos los años se hace en distintos lugares. Pero no pudo ser. La compañía para la que trabaja, tomó de ejemplo la suspensión del Mobile World Congress de Barcelona ante la preocupación mundial por el coronavirus y una semana antes de viajar hacia Polonia, decidió cancelar por precaución.
"Lo que hizo la empresa en la que trabajo fue acoplarse a sus pautas de convivencia por cuestiones de seguridad y salud para que el equipo esté bien. La idea fue preservar la salud de todos", cuenta García. A pesar de que no se conocen casos de personas afectadas por el coronavirus en Polonia, en la zona hay bajas temperaturas y ante la inminente llegada de miles de personas de todas partes del mundo, la mujer reconoce que fue una buena decisión. "Mejor prevenir", asiente.
Dudas por un crucero
Primero fue el crucero Diamond Princess que quedó en cuarentena en Japón durante casi 20 días. Después fue el MSC Meraviglia, que por un rumor de tener un paciente con los síntomas del coronavirus, no pudo atracar en dos puertos caribeños.
Son los dos antecedentes que pesan en la decisión de una mujer -que prefirió mantener su identidad reservada- sobre su travesía en un crucero que parte el 18 de marzo y la llevará a ella y a sus cinco amigas por las costas de Brasil y que cruzará el océano Atlántico para terminar en distintas ciudades de España.
"No quiero estar encerrada en un camarote ni quiero llegar a un lugar y no poder pasear", dice preocupada en contraste con sus amigas que le insisten en que se suba a ese crucero y que le ponga "onda positiva".
También le preocupa que la empresa de cruceros con la que viaja no haya brindado nueva información a los pasajeros. "En enero la compañía nos mandó un protocolo que dice que nos van a tomar la fiebre. Que tenemos que llenar un formulario que diga que hace más de 30 días que no estuvimos en China y que si tenemos algún síntoma nos aislarían en el camarote. Luego volví a preguntar porque tenía dudas y me contestaron que por el momento [hace unos 10 días] seguían con sus cruceros normalmente. Pero ahora las ciudades a las que vamos tienen problemas", se queja.
A pesar de que sus amigas le insistan, ella estima que la opción más probable es que no se termine subiendo al barco. "No creo que cambie mucho de acá al 18 de marzo. No creo que salga una vacuna, no creo que lo frenen, no creo nada".
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