Viaje de egresados: pagaron en dólares, y tras cancelarlo, reclaman que les devolverán un monto simbólico y en pesos
Sin el viaje y sin el reembolso. Tras un año de poca previsibilidad epidemiológica y varios cambios en la fecha del vuelo, el viaje de egresados de los alumnos que se recibieron el año pasado del colegio San Andrés, programado originalmente para noviembre de 2020, quedó truncado. Al enterarse de que la fecha del paquete turístico iba a ser reprogramada para marzo, mes de inicio de las clases universitarias, los padres decidieron cancelar el servicio, que incluía una semana en el Club Med de Punta Cana, y pedir la devolución del dinero abonado. Pero el plan de reembolso de la agencia de viajes contratada, Soulmax, generó indignación entre la comunidad educativa: la mayoría de las familias recibirían un monto “simbólico”, de entre el 5% y el 20% de lo pagado durante meses en dólares, y lo recibirían en pesos y al tipo de cambio oficial.
En un mail, la empresa notificó a las familias que les devolvería el dinero, pero que retendría un 25% del precio total del paquete por persona. La noticia generó polémica, ya que la mayoría de las familias había pagado menos de un tercio del valor del servicio, por lo cual la quita sería casi el equivalente de lo abonado y el reembolso sería casi nulo.
“Por el viaje de mi hijo se pagó 775 dólares y nos quieren devolver 30”, manifestó María Cecilia, madre de uno de los jóvenes que iba a viajar a República Dominicana a LA NACION. Al igual que muchos otros padres del grupo, la familia de María Cecilia dejó de abonar el plan de cuotas mensuales en abril, cuando ante la crisis económica y sanitaria Soulmax ofreció la opción de dejar de pagar el paquete turístico hasta que hubiera novedades sobre la posibilidad de realizar el viajar en noviembre.
“Era esperable que nos devolvieran el dinero en pesos y al tipo de cambio oficial. Pero lo que es incorrecto e inaceptable es que se queden con el 25% del total del precio cuando nadie pagó ese total”, expresó Andrés Murchison, padre de Nina, una de las egresadas. El costo del viaje era de 2980 dólares.
Por su parte, otra madre, Guadalupe Balaguer, dijo que “fue la empresa, después de confirmar la fecha de salida para el 22 de febrero, informando incluso que tenía 70 lugares reservados y que el costo del viaje iba a ser de 300 dólares más, la que a fines de enero intempestivamente comunicó que suspendía el viaje por no tener las plazas en el hotel de destino y, que ahí recién ofrecieron marzo. Y agregó que solo podían a acceder a las millas los que habían abonado más del 50%.
En los últimos meses, ante el empeoramiento de las situación epidemolológica por el nuevo coronavirus, muchos grupos de padres decidieron suspender el viaje de egresados de sus hijos. En este contexto, los conflictos entre empresas turísticas estudiantiles y sus usuarios se han vuelto moneda corriente, y en algunos casos, incluso, han terminado con la intervención de abogados y la presentación de cartas documento por parte de ambos lados del conflicto.
Consultado sobre la problemática desatada con los padres del San Andrés, voceros de Soulmax enfatizaron varias cuestiones que, afirman, son de vital importancia para entender su modo de actuar frente a las cancelaciones. “Las empresas de viajes estudiantiles tenemos hasta un año para realizar el viaje que fue contratado por un grupo de estudiantes. En el caso del San Andrés, los padres decidieron suspender el servicio a pesar de que les avisamos que iban a perder plata”, explican. La empresa les ofreció otras opciones, como cambiar lo abonado por millas o hacer el viaje más adelante, pero ellos no quisieron.
Con respecto de la quita del 25% del precio total —y no de lo abonado, como exigen los padres— la empresa justificó su postura. “Antes de vender un servicio a los chicos de un colegio, nosotros ya tenemos que tener reservado el transporte y el hospedaje. Si se cambia la fecha del viaje por alguna razón, podemos cambiar las reservas. Pero si los estudiantes no viajan en ese año o si no logramos que otro colegio ocupe esos lugares reservados, perdemos la plata. Por eso cobramos el 25% del valor total del servicio, tal como nos permite el Ministerio de Turismo”.
Sin embargo, fuentes del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación consultadas por LA NACION indicaron que este modo de actuar frente a la suspensión de un servicio no es el correcto, ya que según la Resolución N°498/20, emitida en noviembre del año pasado para regular las cancelaciones de los viajes de egresados, las agencias de turismo estudiantil pueden retener hasta un 25% de lo que pagó cada familia, no del total del servicio contratado. En caso de que una empresa exija un porcentaje mayor, los perjudicados pueden iniciar un reclamo en la página web de la cartera turística nacional, destacaron las fuentes consultadas.