¿Verano récord?: alquileres en dólares, y destinos en la costa que ya tienen una ocupación plena
Con el movimiento que traerá el fin de semana largo, el sector turístico se ilusiona con lo que ya describen como “la temporada de los sueños”
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MAR DEL PLATA.- Si recién ahora está decidido a vacacionar en la costa atlántica, pero antes dudó, especuló o se distrajo, ahora tiene un problema a la vista. Alquilar propiedades para el próximo verano, en particular durante enero y en las localidades más pequeñas, será una misión cargada de dificultades. Destinos como Cariló, Mar de las Pampas e, incluso, Pinamar tienen a la fecha un nivel promedio de reservas superior al 80% y las dos primeras están muy cerca de la ocupación plena para esas fechas.
“La temporada de los sueños” se empezó a construir desde las vacaciones de invierno, consulta a consulta, reserva a reserva, y confirmación a confirmación. Este impulso sin afectar demasiado los nuevos precios, que, con respecto al año pasado, aumentaron en rubros inmobiliario hasta un 50%, en pesos y 20%, en dólares.
Variables como la abstinencia por el obligado encierro del año pasado, las dudas de hace diez meses sobre cómo serían las playas cuando el coronavirus hacía y mucho de las suyas y la vacunación que lucía más a un anhelo que a una realidad parecen haber jugado fuerte en esta decisión de planear viajes y descansar junto al mar.
La muestra perfecta será este fin de semana largo que comienza mañana. De hecho, ya no quedaban pasajes para llegar a Mar del Plata en avión ni tren. Las compañías de ómnibus debieron agregar decenas de servicios adicionales al ritmo de la demanda y las rutas -que desde esta tarde sumaron otros 16 kilómetros de autovía en la 11 y 20, en la 56- se preparaban para una literal invasión hacia los destinos de playa, donde el alojamiento estará casi al tope.
Cifras que entusiasman
Los números que se relevan en inmobiliarias, balnearios y hoteles, en ese orden, anticipan dos y hasta tres meses de arribos y un volumen de demanda de servicio tan intenso como no se había visto en muchos años por esta zona. A la par, la gastronomía y el comercio en general se refuerzan con la certeza que lo que se vivirá a partir –muy probablemente– de principios de diciembre estará muy lejos de la tibieza del último verano y tendría todos los condimentos para ponerse a la cabeza de las temporadas de la última década.
¿Demasiado optimismo? Así suena, pero a diferencia de otros tiempos hay uniformidad entre los operadores a la hora de responder sobre las óptimas expectativas que genera lo que se empieza a consolidar como la verdadera pospandemia.
“Se comenzó a alquilar más temprano que de costumbre, aquí con la segunda quincena de enero como la más buscada”, confirmó a LA NACIÓN Eugenio Hoffmann, propietario de la inmobiliaria que lleva su apellido. Indicó que hay picos de aumentos de 50%, en pesos y 20%, en dólares. “Los clientes resolvieron antes que en otros tiempos, este fin de semana largo lo van a usar para descansar”, explicó sobre la costumbre ya instalada de los recorridos virtuales por las propiedades que pretenden alquilar.
Los valores
Por Pinamar se paga para enero entre 1800 a 2000 dólares por una quincena en una casa con tres dormitorios, dependencia de servicio y dos baños, bien ubicada. A US$4000 o US$5000 se eleva la vara con otra habitación y baño. Por una propiedad de seis ambientes y en un barrio cerrado hay publicaciones –con contrato cerrado– por $680.000, la quincena y $1,1 millones, por el mes completo.
Cariló, casi no tiene viviendas disponibles para el comienzo del año. O desde el cierre del actual, mejor dicho, porque a los inquilinos de principios de enero se les entrega la llave el 29 o el 30 de diciembre, promoción que los habilita a un arribo anticipado para pasar la fiesta de Año Nuevo en medio del bosque. Una quincena por ahí se paga unos US$2800 en inmueble para ocho personas, y desde US$2300 se ofrecen para una propiedad que pueden ocupar cuatro personas.
“Para enero no me queda nada”, afirma el administrador de varios aparts en Cariló, donde una semana para cuatro personas se paga alrededor de los $22.0000.
Las dificultades para viajar al exterior en esta instancia de la pandemia, las restricciones por ahora absolutas que imponen Estados Unidos y Europa para los vacunados con Sputnik V y el tipo de cambio en alza dejaron fronteras adentro a un altísimo porcentaje del turismo de perfil ABC 1, capitalizado pronto por algunos destinos más jerarquizados de la costa bonaerense. El nivel de contratos cerrados lo ratifica.
A otro ritmo, pero siempre por encima de las vivencias más recientes, transcurre esta previa de temporada en Mar del Plata, la ciudad con mayor capacidad de alojamiento en toda la región. La casi normalización de la propuesta estival, con teatros y eventos programados como en viejas épocas, atrae y suma reservas de plazas, en particular para enero.
El Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de esta ciudad publicó el mes pasado, con inusual anticipación, valores referenciales que sugerían a los propietarios subas no superiores al 40% con respecto a alquileres logrados en enero pasado. Fijaron pisos de $33.000 por quincena para un monoambiente, $42.000 para un dos ambientes y $50.000 si tiene dos dormitorios. ¿Casas? Desde $60.000. Lo cierto es que el grueso de la oferta está por encima de esos valores. En countries, por ejemplo, se ofrecen viviendas de cuatro a seis ambientes desde US$200 hasta US$350 por día.
Guillermo Barrera, que tiene inmobiliaria en la zona de Playa Grande, confirmó a LA NACIÓN que hay un buen nivel de consultas para la temporada. “Se han realizado muchas reservas para la segunda quincena de diciembre y de enero”, detalló. Y consideró que frente a este escenario, “hay buena perspectiva para que sea una buena temporada”.
Otros servicios
La hotelería reconoce consultas en alza y primeras confirmaciones. Los precios recién se están terminado de definir, aunque hay algunas tarifas publicadas. Una habitación doble para enero se ofrece desde $4500 por noche en un establecimiento de dos estrellas; $6000, en una de un hotel de tres estrellas, y $12.000 promedia una en uno de cuatro estrellas. En los de máxima categoría, la habitación ronda desde los $13.000 hasta los $26.000 por pernocte. La buena noticia: a la fecha ya hay más de medio centenar de establecimientos que reabrieron tras más de un año de cierre, incluida la última temporada. Habrá más aperturas hacia diciembre.
Los balnearios también dieron un paso adelante, tanto en reservas como en el armado anticipado de sus espacios de sombra. Los marplatenses, que alquilan por temporada completa y de hecho ya este fin de semana tienen las primeras carpas disponibles, pagan entre $100.000 y $200.000 para usarlas hasta fin de marzo. En enero, habrá que pensar en entre $3000 y $5000 diarios por toldo y entre $2000 y $3500 por sombrilla, con uso de todos los servicios.
El programa oficial PreViaje asomó en la previa de la última temporada y, ya más aceitado y con clientes más atentos, se utilizó y mucho para contrataciones de servicios en la playa. Los valores pueden ser hasta 25% superiores a la cotización de vidriera, pero permite recuperar la mitad del gasto en crédito para otras compras, siempre en el rubro turístico. Otro impulso para una demanda que arrancó temprano, se afianzó durante estas últimas semanas y ahora se consolida a medida que se avanza hacia el verano.
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