Verano 2023. Punta del Este vs. Pinamar: así varían los precios en dos de los destinos más elegidos por los argentinos
LA NACION hizo un relevamiento comparativo de productos y experiencias en estos dos balnearios
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PINAMAR y PUNTAL DEL ESTE (Enviados especiales).— Hace algunos años, en Pinamar incorporaron las fiestas de blanco para Año Nuevo, y muchos paradores, restaurantes y locales empezaron a copiar la estética típica de Punta del Este, especialmente de José Ignacio. Sin embargo, en el momento de agarrar un menú y ver la columna de precios, a la hora de comprar una entrada para una fiesta nocturna o de alquilar una casa o un departamento, Pinamar y Punta del Este confirman ser dos planetas distintos.
Mientras que en Pinamar una casa en el norte con tres dormitorios durante la primera quincena de enero cuesta alrededor de US$5000, en Punta del Este va desde los US$10.000 hasta cifras astronómicas como US$250.000. No hay dudas: la oferta oriental apunta, como base, a un turismo de alto poder adquisitivo y llega hasta el emir de Qatar, Tamim bin Hamad al Thani, que visitó esas playas esta semana.
En cuanto a la gastronomía playera, un choclo en las costas uruguayas sale un 50% más caro que en Pinamar, y un menú ejecutivo al mediodía cuesta cerca de cuatro veces más. Y si se quiere salir de noche, la diferencia es brutal: mientras que en el municipio que dirige Martín Yeza la entrada a una discoteca sale entre $2000 y $3500, en Punta del Este sale US$100. Y esa diferencia de precios entre estos dos balnearios con rasgos similares, se mantiene en casi todos los rubros.
Punta del Este
En Punta del Este, la brecha cambiaria con el peso uruguayo y la fuerte pisada del dólar estadounidense cada vez más robustecido no desalentaron el turismo de los argentinos. Por el contrario, con el ingreso de más de 100.000 ciudadanos de la Argentina en los últimos diez días, el Uruguay alcanzó el mejor comienzo de temporada en años, según el viceministro de Turismo, Remo Monzeglio.
Los restaurantes y paradores están repletos, principalmente de personas de alto poder adquisitivo. Con esto en mente y alertado por la situación cambiaria argentina, el Gobierno uruguayo volvió a implementar algunas condiciones en favor de los turistas extranjeros, como la devolución total del IVA en gastronomía y alquiler de autos, y la tasa cero en hotelería. La estrategia, advierten, es atraer a la mayor cantidad de personas que históricamente fueron público esteño.
Según la cotización que arroja a diario el Banco República del Uruguay (BROU), hoy se necesitan unos ocho pesos argentinos para acceder a la compra de un peso uruguayo. Ese es el cálculo rápido que hacen todos los veraneantes a la hora de mirar precios, mientras que el método de pago predilecto se debate entre el uso de dólar billete o la tarjeta de crédito.
El peso uruguayo con respecto al dólar estadounidense, a diferencia del argentino, ha tendido a mantenerse sólido en el último año. Lo suficiente como para incluso ganarle unos centavos a la moneda extranjera y conseguir una cotización por debajo de los 40 pesos contra un dólar, a pesar de que el cálculo rápido para el tipo de cambio se aplica con esa cuenta.
Con entradas a fiestas que difícilmente se consiguen por menos de US$100 —solo por cruzar el umbral de la puerta—, los precios en Punta del Este se asemejan a los que se encuentran en destinos como Nueva York o Miami, en Estados Unidos. Así lo confirmó cada uno de los turistas estadounidenses con los que habló este medio.
Pinamar
En Pinamar, si bien al lado de Punta del Este parece una ciudad barata, para el bolsillo de buena parte de los argentinos sigue siendo un balneario muy caro. Según empresarios gastronómicos y hoteleros, este verano la cuestión económica juega un rol preponderante en las decisiones de los turistas. Hasta el momento, según fuentes del municipio, la ocupación promedio es del 90%, a diferencia de la temporada pasada que estaban al 100% gracias a varios factores, como el previaje, que fomentaba el turismo interno, y el brote de coronavirus que frenó muchos viajes al exterior.
En cuanto a los precios, si bien la inflación del año pasado rondará las tres cifras, muchos decidieron no aumentar a la par que la inflación para poder sostener un mayor volumen de visitantes en sus restaurantes y hoteles.
Tal es el caso de Marcelo Leuzzi, el empresario gastronómico más importante de Pinamar. Es el dueño de Tante, el parador La Gamba, dos locales del bar Temple, Divisadero, entre muchos otros locales. Él explica que los proveedores fueron incrementando los valores en distintas medidas, por ejemplo, los lácteos aumentaron un 120%, pero que en todos sus comercios decidió no aumentar más del 76% el valor de los productos en la carta.
Mientras que en la playa, los precios también aumentaron apenas por debajo de la inflación. Una docena de churros está $1300, según Mariano Giménez, el churrero, un 80% más que el año pasado. Los choclos salen $500 y los helados de agua $400, mientras que los de crema están entre $600 y $800.
Para la diversión nocturna, las opciones son muchas y se ajustan al bolsillo de cada grupo de amigos. Mientras que la entrada al boliche Pink cuesta $2000, en el parador Boutique el ingreso cuesta $3500 y hay mesas vip que pueden valer hasta $200.000.